Apenas 20 días

El verano ha pasado y en estos primeros días de septiembre parece que ya llevemos meses de rutina, o casi. Algunos ya dicen “que largo se hace septiembre”. Y la verdad es que si miramos las noticias y el inicio de curso político, más que largo se está haciendo eterno. Al menos durante unas semanas hicimos como que nos olvidábamos de que no hay gobierno y algunos hasta miramos lo que ocurría en Italia sin fijarnos que estamos igual o peor que ellos. 

En apenas 20 días llegará el momento de la verdad y solo hay dos opciones, o se forma un gobierno, sea como sea o estamos llamados de nuevo a votar. Los asesores y gabinetes, así como las empresas de demoscopia se frotan las manos, pero salvo que hubiera un repentino cambio de comportamiento en el electorado y se retornara a un bipartidismo siempre imperfecto, los resultados pueden ser similares y la situación de parálisis también. Difícil solución. 

El presidente en funciones no acaba de verse gobernando con Podemos, y prueba de ello es el acto que ayer protagonizó donde ofreció “altas responsabilidades” a los morados pero nunca dentro del Consejo de Ministros. Probablemente sabe que con la convocatoria de nuevas elecciones tiene altas posibilidades de aventajar en número de votos y escaños a los de Iglesias y no se resiste a intentar derrotarlos en una segunda ronda. Pero y si no es así, ¿hay plan B?

En la otra orilla la oposición ha vuelto del verano con una razonable resaca, suenan tambores de unión que se apagan al instante. Se habla de la marca ‘España suma’ para aglutinar a los tres partidos que ya gobiernan en Andalucía, Murcia o Madrid pero todos salen rápidamente a desmentir que vayan a presentarse unidos, quizá deberían usar de lema “unidos no podemos”. 

En cualquier caso, estamos ante un escenario bastante preocupante. El brexit y la inmigración son asuntos de gran trascendencia que afectan a la UE y por supuesto a los estados miembros, y un país tan importante en ambos temas se encuentra sin visos de tener un gobierno estable con una mayoría parlamentaria que le permita tomar decisiones. Una vez más la pluralidad y la atomización de las formaciones políticas (algo que ya es tradicional en Italia), nos lleva a una complicada situación. De ahí que las alianzas sean necesarias, antes o después de las elecciones, para llevar a cabo un programa de gobierno y ofrecer una voz ante la UE. 

Apenas 2 semanas, cuando el otoño ya esté aquí y de nuevo haya que ponerse manos a la obra y plantearse que queremos ser de mayores, es decir, en este nuevo curso. La interinidad en la que vivimos instalados no puede ser eterna pero quizá sea una solución temporal como lo es la dedicación de nuestros políticos a la política, o sea, solo están un tiempo, unos 30 o 40 años, hasta que jubilan. Esperemos no jubilarnos con los presupuestos de Rajoy prorrogados.