Pues estamos en un tiempo nuevo. Y como toda novedad, requiere de adaptación. Entramos en período de aprendizaje, reciclaje y mimetización con el terreno. Toca reinventarse. A saber: Rajoy y el PP en el diálogo y el acuerdo, PSOE en la cesión y en su propia reconstrucción, Unidos Podemos en la aclaración de si calle y/o instituciones y Ciudadanos en dotarse de relato para ser decisivos
Y si de aprendizaje hablamos, el que se lleva la palma es el Rey Felipe VI. En apenas un año el monarca ha cursado un máster con 3 investiduras, una declinación, 5 rondas de contactos con portavoces parlamentarios (su padre, el Rey Juan Carlos I mantuvo 9 en casi 40 años como Jefe de Estado). Y además ha visto cercenada su proyección internacional y la del país con la anulación de viajes sustanciales a Gran Bretaña, Japón, Arabia Saudí, y su presencia en los Juegos Olímpicos de Río. Superado el máster –con nota-, en esta última ronda de consultas la gestualidad era otra, no sólo la del monarca sino también la de sus interlocutores. Durante estos últimos once meses de interinidad, muchos han sido los que han puesto en cuestión el papel institucional del Rey. Ha sido escrupuloso con su función. No ha caído en la tentación de “borbonear” como muchos han pedido, para desencallar y desbloquear la situación. Pero durante este tiempo de incertidumbre y desconcierto ciudadanos, sí se han visualizado las carencias legislativas para circunstancias sobrevenidas, como ha sido el caso. El propio Rey ya ha sugerido con total libertad, la posibilidad de reformas legislativas y constitucionales (Estatuto de la Corona –entre otras-).
Así que estamos ya en el período del trellat, la gobernabilidad y la estabilidad. Siempre mirando hacia el futuro y pensando en el bienestar de los ciudadanos. Conceptos como Gobierno parlamentario, geometría variable, cesión como resultado, negociación como éxito, generosidad como síntoma, legitimidad como ejercicio democrático y por supuesto lealtad institucional, tendrán que ser la guía de la actuación de nuestros representantes políticos. Estamos en el tiempo de hacer de la necesidad, virtud.
Y a propósito de la legitimidad y el mal llamado “régimen de 1978”. Sus señorías están en el Congreso, gracias a ese régimen y a la legitimidad que supone el voto de los ciudadanos. Mucho costó en su día llegar a este punto, por eso es una falacia poner en cuarentena esta validación democrática . Situar en entredicho la democracia representativa que aprobamos en su día los españoles, es tener muy cortas miras, por no decir cicatero e injusto. Si la disyuntiva es enfrentarlo a la democracia asamblearia o participativa, no es el camino. Creo una cosa no excluye a la otra. Situar la dicotomía calle/instituciones confrontándola a legitimidad es pervertir el sentido de las leyes y la opinión de los ciudadanos. Precisamente, la Constitución –la ley de leyes- ampara y con razón y criterio el derecho a la manifestación. Son Cortes legítimas, Gobierno legítimo y representantes legítimos.
“Contra el golpe de la mafia, democracia”. Este es el eslogan que el colectivo “Rodea el Congreso”, ha blandido para conjurar y rechazar el pleno de investidura de Mariano Rajoy. Es más, como reclamo de su cartel de convocatoria, ha utilizado una foto de la multitudinaria manifestación del 24 febrero 1981 tras el golpe de Estado de Tejero. En esa manifestación estuve y precisamente porque estuve, siento la ofensa de su utilización. Entonces defendimos la legitimidad de nuestros representantes políticos porque reflejaban la voluntad democrática de todos los españoles. Ahora se intenta deslegitimar a esos representantes y a la decisión de los ciudadanos. Ni lo entiendo, ni lo comparto. Por cierto, la manifestación ha sido autorizada como corresponde.
Volviendo al Congreso, sede de la legitimidad y la soberanía del pueblo español, de la gente. A partir de ahora, más que nunca, va a ser el foro en el que se debata, discuta y se aprueben las medidas que puedan suponer una mejora para los ciudadanos. Se legislará con acuerdos. Así que la voluntad política y el cambio de actitud van a marcar esta legislatura.
Mariano Rajoy, Presidente del Gobierno, justificando su nuevo perfil conciliador: “Estamos ante una oportunidad, porque no me queda otra”¡Viva el pragmatismo, hacer de la necesidad, virtud!
Pablo Iglesias, líder Unidos Podemos: “Hay más delincuentes potenciales en esta cámara , que ahí fuera”¡Se equivoca y lo sabe!
Ana Oramas, portavoz Coalición Canaria: “Pablo Iglesias es muy joven y tiene que aprender mucho. El respeto y la educación son fundamentales”¡Que aprendan!
Antonio Hernando, portavoz PSOE: “El tiempo nos dará la razón, nos abstenemos por responsabilidad y porque España nos necesita”¡Ejercicio de funambulismo!
Margarita Robles, diputada PSOE: “Antonio Hernando ha puesto en evidencia sus contradicciones. No puedo aplaudir un discurso en el que no creo, ni el fondo, ni en la forma. A mí no me gusta la disciplina de voto, sí la coherencia”¡Ya tarda en dejar su acta de diputada!
Aitor Esteban, portavoz PNV: “No he visto ni guiños ni abanico seductor”¡Todo se andará, al tiempo!
Fernando de Páramo, responsable Comunicación Ciudadanos: “Claro que cuesta votar que sí a Rajoy”¡Hacer de tripas, corazón!
Susana Díaz, Presidenta Junta Andalucia: “Quiero salir a combatir en un terreno hostil”¡Poddrá ganar batallas, pero la guerra se le puede atragantar!
Javier Fernández, Presidente Gestora PSOE: “No está en mi cabeza expulsar a nadie y no habrá sorpasso”¡Trellat!
Ximo Puig y el PSPV: Situación de debilidad por su apuesta por la abstención al gobierno de Rajoy. Deberá reconstruir su partido, muy dividido ante esta situación. Tendrá que unificar discurso y relato y conseguir rentabilizar su imagen en contraposición con la poderosa Vicepresidenta Oltra. Para empezar reclamará al Gobierno central que asuma toda la deuda de la Comunitat Valenciana en la próxima conferencia de presidentes autonómicos que convocará próximamente Rajoy. Puig deberá convencer o no a su sindic en les Corts, Manolo Mata que quiere dejar la portavocia después del debate de presupuestos. Mata era partidario del No a Rajoy.
Mónica Oltra: La Vicepresidenta se ha erigido en garante del Pacte del Botànic. Lo defiende con pasión y convicción. Es su garantía de ocupar espacio político y representatividad. De momento tendrá que ocuparse de otro asunto: aclarar las cuentas de su formación porque la fiscalía ha abierto diligencias contra Compromís por supuesta financiación irregular, tras una denuncia del PP.
Antonio Montiel: La apuesta de Puig por la abstención a Rajoy, ha abierto una brecha con Podemos. Montiel ha redoblado la exigencia con lo acordado en el Botànic y duda de la capacidad del President de poder cumplimentarlo y conjugarlo con su apoyo al Gobierno del PP. De todos modos la sangre no llegará al río. A Podemos le interesa también seguir abanderando aunque sea en el distancia el acuerdo del tripartito.
Isabel Bonig: Con el respiro que supone que finalmente Rajoy esté al frente del Gobierno central, Bonig tendrá que seguir construyendo su nuevo relato de cara al futuro. Y se ha apurado a agradecer a Puig, no sin cierto cinismo, su abstención a Rajoy, con las dificultades que ello le acarrea. Mientras tendrá que seguir lidiando con el horizonte judicial para rehacerse desde dentro.