El lujo gastronómico, a veces, es recuperar lo de siempre: Las cosas bien hechas
A Frank Sinatra se le acabó la magia del swing y el estándar americano con la llegada del rock. Pero insistió. Y de su última etapa nos quedan esos Duets o el concierto en el Madison Square Garden (Nueva York): los críticos no vieron nada extraordinario pero él consiguió de nuevo el favor del público. Un clásico, antiguo como un beso. La cocina de Aragón 58 es una canción de Cole Porter, que no revolucionará ya ninguna industria pero a la que nos encanta volver. Entra suave. Buenas gambas, buen tomate, buenos cortes de carne y una barra en la que divertirse con unos montaditos o un steak tartar