VALÈNCIA. Todavía reciente el éxito de su primera película, Carmen y Lola, que le valió el Goya a la mejor dirección novel, Arantxa Echevarría ha presentado hoy en los cines Kinépolis su nuevo largometraje, La familia perfecta, su debut en la comedia junto a un reparto encabezado por Belén Rueda, José Coronado, Gonzalo de Castro, Carolina Yuste o Gonzalo Ramos, que también ha estado presente durante la promoción en Valencia.
La cineasta nacida en Bilbao ha reconocido el reto que suponía adentrarse por primera vez en el género, a través de una historia que apela a la humanidad que hay en cada uno de nosotros frente a la sociedad de las apariencias: "Siempre busco la reflexión en el público, aunque en esta ocasión sea con una película dirigida a mucha gente y con un presupuesto que no suele confiarse a una mujer. Por eso, era importante reflejar el viaje de la protagonista, su situación, que en realidad no tiene nada de graciosa".
Junto a ella, el joven actor Gonzalo Ramos, que en La familia perfecta interpreta al hijo de Belén Rueda y Gonzalo de Castro, ha destacado "la suerte de trabajar con alguien con el criterio y el talento de Arantxa. Deja al actor mucha libertad para construir al personaje e improvisar, y eso es un regalo".
La película, escrita por toda una especialista en la materia como Olatz Arroyo (El mejor verano de mi vida, Hasta que la boda nos separe), llegará a las pantallas el 3 de diciembre y está protagonizada por Lucía (Belén Rueda), una mujer extremadamente detallista que lleva años entregada al ideal de "familia perfecta". Sin embargo, cuando su hijo le presenta a su novia -una joven deslenguada y espontánea de origen humilde- y a la particular familia de esta, Lucía comenzará a plantearse si, tal vez, su idea de perfección no estaba equivocada.
En la cartelera de 1981 se pudo ver El Príncipe de la ciudad, El camino de Cutter, Fuego en el cuerpo y Ladrón. Cuatro películas en un solo año que tenían los mismos temas en común: una sociedad con el trabajo degradado tras las crisis del petróleo, policía corrupta campando por sus respetos y gente que intenta salir adelante delinquiendo que justifica sus actos con razonamientos éticos: se puede ser injusto con el injusto