VALÈNCIA (EFE/Loli Benlloch). El conseller de Obras Públicas, Arcadi España (Carcaixent, Valencia, 1974), desvela en una entrevista con EFE que el ciclismo es para él una escuela para la vida, que su padre le inoculó la afición a la lectura, que admira a Willy Brandt y que si un día se pierde le encontrarán en Boston.
–¿Para usted el ciclismo es algo más que un deporte?
–Sí, es una escuela para la vida. Tiene un componente individual grande, porque tienes que hacer un esfuerzo tú solo, pero también en equipo, con la gente que te acompaña. Es aprender a autoexigirse, a alcanzar metas y a esforzarte todos los días: creo que eso es fundamental en la educación y en lo que es la vida. Lo practico desde los 14 años, y siempre que puedo me subo a la bicicleta.
–¿Qué se la de mejor: cocinar o comer lo que cocinan otros?
–Desde luego cocino lo justo, pero intento hacerlo. Sobre todo pasta, pues como buen ciclista como mucha pasta y ensalada. Me gusta mucho comer, y me gusta mucho comer con gente y con amigos.
–¿Le gusta coleccionar alguna cosa?
–Me gusta coleccionar libros y me gusta coleccionar emociones y recuerdo en ellos. Muchos de mis libros tienen anotaciones hechas a mano desde hace muchos años, o trocitos de papel con alguna reflexión de lo que leí. Con el tiempo miras esos libros y te acuerdas por ejemplo de lo que escribiste a los 17 años al leer un fragmento de algún libro.
No he contado los que tengo. He heredado muchísimos de mi padre, no sé cuántos, pero son bastantes estanterías.
–¿Se considera un seriéfilo?
–No demasiado, aunque sé que está muy de moda ver series. La última que he visto ha sido "Chernobyl", y ahora estoy empezando "Years and Years". Seguramente este verano retomaré, si tengo un poco de tiempo, alguna serie más.
–¿Sus gustos musicales se definen por la variedad, o es hombre de un solo grupo o cantante?
–Por la variedad. Escucho música clásica, me gustan mucho las Suites de Bach para violonchelo, quizá porque es un instrumento que siempre tiene un componente melancólico grande. También me gustan Diana Krall, The Cranberries, Dorian, La Habitación Roja, Presuntos Implicados, Manel, Luz Casal, Depeche Mode, U2... Un poquito de todo.
–¿Cuál es ese viaje que le gustaría repetir?
–Sin duda alguna, a Boston. Estuve hace ya bastantes años, pasé un verano estudiando inglés y fue una experiencia fantástica. Recuerdo que cuando volví le dije a mi madre que, si algún día no me encontraba, me buscara en Boston.
–A la hora de elegir una lectura, ¿se inclina por algún género en concreto?
–No, la verdad es que leo de todo desde siempre. Es también una cosa muy de mi padre, que desde pequeño me enseñó y me incitó a leer. Últimamente estoy leyendo poesía, porque he tenido la suerte de conocer a Francisco Brines, y sus poemas magníficos de "El Otoño de las Rosas".
También estoy leyendo "La importancia de no entenderlo todo", de Grace Paley, una feminista americana que luchó mucho por los derechos civiles en EEUU y tiene historias de cómo entiendo yo que debe ser la democracia: no solo votar cada cuatro años, sino participación y exigencia a los gobernantes.
–¿Desconecta de las redes sociales, o siempre tiene un ojo puesto en ellas?
–Tengo un ojo siempre puesto en el móvil, y en las redes sociales últimamente más. Intentaré desconectar en verano, pero me da a mí que es difícil.
–Un personaje histórico que admire...
–Admiro mucho a Willy Brandt, el excanciller alemán, porque creo que ayudó mucho a cambiar el rumbo de Europa, que muchas veces cambiar el rumbo de Europa era cambiar el rumbo de Alemania. Lo tengo presente tanto desde el punto de vista político como socialdemócrata, como desde el punto de vista personal e histórico.
–¿Cuál es el mejor consejo que le han dado en la vida?
–Sé tú mismo. Me lo dio mi abuela.
–¿Vivimos tiempos difíciles, como reza su Twitter?
–Sí, creo que vivimos tiempos apasionantes, pero difíciles en el sentido de que todo se va transformando a gran velocidad, y muchas veces la realidad nos supera a todos. Y debemos de adaptarnos poco a poco. Creo que la historia hay momentos en que se acelera, y vivimos un momento en que la historia se está acelerando.