paella hedonista #9

Arroz del senyoret de Llar Roman (Pinedo)

Estamos en uno de esos típicos momentos ‘entre tiempo’, el calendario nos dice que es otoño pero San Miguel nos invita a seguir en modo veranillo.Un momento que lleva implícito la sorpresa climatológica y su consecuente disfraz pantalón corto y chaquetita.

| 29/09/2017 | 2 min, 16 seg

Es por eso que en materia paellera buscamos hoy la opción hedonista más sorprendente que tenemos en el Cap i Casal, ese lugar que parece vivir en verano pero que dentro te hace olvidar en qué estación estás.

Llar Román, templo discreto, de lujo sencillo con una oferta tan sólida y profesional que no parece que (sin que nadie se ofenda) estemos en territorio comanche arrocero. Un rara avis, como este tiempo. Desde los 70 mimando a un auténtico bastión de correligionarios de esos que hacen que un miércoles cualquiera la sala esté llena, o que verano sea su temporada baja.

Por su situación en el mapa esperas del Román una arrocería convencional de la zona, con mariscos congelados, caldos con saborizantes y demás atropellos mirando al mar. Pero cuando en una localización así, este sitiazo regentado por el gran Salva le da las espaldas a la playa para que centres tu atención en la mesa. Ay, amigo! eso es que vas a encontrarte una paella hedonista a la vuelta de la mesa, o mejor dicho, un sinfín de arroces hedonistas memorables.

Tradición en cocina, profesionales en sala y productazo a los fuegos. Un trío que deja poco margen a las sorpresas a pesar de San Miguel y su veranillo.

La sorpresa no la encontrarás en sus atributos, la encuentras en todo lo demás. No es normal que en Valencia aún podamos descubrir un lugar extraordinario que no figura en los puestos nobles de cualquier ranking que se precie; no es normal un all i pebre de pulpo tan espectacular que te haga olvidar que en origen no se hace con el famoso cefalópodo;

No es normal encontrar tal gama brutal de melosos y caldosos; como tampoco es normal (qué lástima) encontrarte en esta zona un senyoret con su fumé de verduras, rape y mariscos perfectamente equilibrado. Con el arroz en su punto y un característico golpe de sabor a base de gambas, cigalas, langostino y calamar que te costará olvidar.

Lo que tampoco es normal es que no conocieras ya este sitio y sus arroces, pero tranquilo, San Miguel y su veranillo es un el momento perfecto para romper convencionalismos.


Este artículo es fruto de la colaboración entre Wikipaella y Guía Hedonista

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