VALÈNCIA. Hace algo más de un mes que Blanca de la Torre presentaba su primera programación expositiva al frente del Institut Valencià d’Art Modern (IVAM). La nueva directora del museo daba cuenta del ‘menú’ para el segundo semestre de 2025, un listado de proyectos en gran medida heredados, como es lógico, pero en el que ya se ve alguna idea que marcará el ritmo de esta nueva etapa. La más explícita, la exposición Habitar las sombras, que surge como una suerte de ‘cara B’ de la muestra en torno a la obra de Kara Walker -procedente del MACA- y que será comisariada por la propia De la Torre.

Este primer proyecto de nuevo cuño dibuja un futuro inmediato que completa el mapa que semanas antes esbozó la propia directora, quien tras su elección compartió algunas de sus principales líneas de acción para el museo. Con todo, se trataban de unas primeras pinceladas, quedando pendiente la publicación de su proyecto, que hasta este martes no se ha podido consultar. Superadas las reticencias iniciales, admitidas por la propia directora, por desvelar el contenido -especialmente por lo que respecta a las propuestas expositivas con nombre y apellido-, el museo ha publicado finalmente su proyecto, del que se han omitido las propuestas más explícitas, pero que da cuenta de la visión a medio y largo plazo de Blanca de la Torre para el IVAM.

Desde el punto de vista del modelo de museo, De la Torre señala la necesidad de plantear una institución que sea “termómetro del presente” y en la que el arte contemporáneo no sea una “categoría hermética”, siendo uno de los ejes principales el “componente de transdisciplinariedad” que genere conexiones con otras áreas como el diseño o la arquitectura, siguiendo ejemplos como el MAK de Viena o The National Gallery en Oslo. En resumen, una batería de acciones encaminadas a dar forma a un museo que “operará como ágora glocal y como un activo permanente, poroso, relacional, responsable con la comunidad en que se inserta”.

La colección: un modelo “mixto”, feminismos y arte valenciano

Sin lugar a dudas, es la colección el museo el eje en torno al que gira la propia acción de la institución y, por ende, del proyecto de la directora, una colección que ganará en presencia con la creación de un espacio permanente que ofrecerá “un recorrido contextualizado en la historia del arte contemporáneo nacional y global” y que permitirá a los visitantes “identificar algunas de sus obras icónicas en cada visita al museo”, piezas ‘estrella’ que quieren ser al IVAM como La Gioconda es el Louvre. Salvando las distancias, claro. Man Ray, Grete Stern, Paul Klee o Marcel Duchamp serán algunos de los artistas que marcarán este ‘paseo de la fama’ y que se situarán como polo de atracción en un recorrido que busca hacer entender “de forma sintética” el patrimonio que custodia el museo.

En este sentido, el proyecto plantea un nuevo “modelo mixto” en el que, además de una selección fija de piezas, se articularán una serie de revisiones de la colección de carácter temático que proponga nuevos relatos. “Para ello, el recurso curatorial que se propone es el de un dispositivo de multirrecorrido que permita una pluralidad de lecturas”, reza el documento. Entre los recorridos planteados, uno que gira en torno a los feminismos, a través de artistas de distintas generaciones como Sonia Delaunay, Sophie Taeuber-Arp o Ana Teresa Ortega hasta una mirada más reciente con firmas como Lola Lasurt o Cabello/Carceller. También plantea la directora un recorrido enfocado explícitamente en los artistas valencianos, destacando la obra de Juan Genovés, Miquel Navarro, Carmen Calvo o Soledad Sevilla, entre otros.

Pero la colección no va solo de exhibir, sino también de una gestión que supera la sala de exposición. En este sentido, De la Torre plantea revisar y mejorar las condiciones de los depósitos teniendo en cuenta “el coste que supone el mantenimiento de las obras de colecciones que no forman parte del patrimonio del IVAM”. De igual forma, plantea desarrollar visitas virtuales y poner el foco en el “infrarrepresentado” colectivo artístico de la Comunitat y en artistas de final de siglo XX y principios del XXI en el ámbito de las adquisiciones.

Programación, contexto rural y sostenibilidad

En el ámbito de la programación, el documento publicado no incluye las propuestas expositivas concretas diseñadas por De la Torre, aunque sí desliza las líneas maestras que guiarán el proyecto. Así, uno de los puntos que destaca es la importancia de las tradiciones artesanas en la Comunitat, cuya integración supone “recuperar saberes, voces y horizontes epistemológicos que han sido silenciados”. Precisamente, esta cuestión se puede ver negro sobre blanco en la primera partida de adquisiciones realizada bajo su mandato, que ahondan en esta cuestión con la inclusión de piezas que inciden en el trabajo textil o en materiales como el esparto, a partir del trabajo de firmas como Ana Esteve Llorens o Sonia Navarro. Así, uno de los focos de atención en la programación serán los contextos rurales de la Comunitat Valenciana, “como lugares desde donde proyectar conexiones”, así como una exploración de las conexiones con cosmovisiones indígenas.

Otro de los aspectos clave en el proyecto de Blanca de la Torre y que se vincula directamente con su propia experiencia previa es el de la sostenibilidad, que protagoniza uno de los apartados del documento, una sostenibilidad entendida como plural y transversal. “En un momento de emergencia ecológica como el que nos encontramos, se vuelve imposible hablar de instituciones desligadas de sus competencias ecosociales”, expresa. En este sentido, y partiendo de la base de que “no existen soluciones fáciles a problemas complejos”, la directora habla de la necesidad de prestar atención a cuestiones como la apuesta por la producción local y de kilómetro cero y la reducción de transportes, así como de la creación de un plan ad hoc para diseñar la hoja de ruta en este ámbito.

Internacionalización y educación

Internacionalización es un concepto repetido por cada uno de los directores que han pasado por el museo, un objetivo que se puede aterrizar de muchas maneras, ¿cómo lo hace el proyecto de Blanca de la Torre? “Los primeros años del IVAM vieron un momento dorado que posicionó al museo en la escena artística internacional en un breve periodo de tiempo, que se fue debilitando con el cambio de siglo. El mero hecho de incorporar nombres internacionales relevantes tanto en el programa de exposiciones como en la propia colección o de comprar exposiciones «enlatadas» a otros museos dista mucho de la idea de museo con una intención genuina de posicionamiento en la escena global”, desarrolla la directora. De esta forma, De la Torre plantea una serie de líneas de acción que pasa por aumentar el número de préstamos así como de exposiciones de la colección en centros internacionales, exportando proyectos propios así como poniendo énfasis en las coproducciones, una presencia del IVAM que quieren aumentar también a través de la participación de la institución en eventos internacionales.

Otra de las claves del proyecto, y que la propia De la Torre avanzó que desarrollaría durante el nuevo curso, en el ámbito de la educación. En este sentido, “una de las apuestas parte de la desjerarquización departamental, situando la educación, la mediación y las actividades al mismo nivel que el programa expositivo, y no supeditado a este”. Se propone para ello, entre otras medidas, una “mediación crítica que sitúe a los y las visitantes en el centro”; se plantearán elementos “como añadir la cultura popular para aproximarse a las generaciones más jóvenes”, que le seguirá la creación de un “consejo asesor de jóvenes” que ya funciona en centros como el MACBA; o la adopción de lenguajes “más empáticos”.