VALÈNCIA. Shiras Galería presenta la nueva exposición de Carlos Sebastiá, titulada De lo simbólico a lo diabólico, un proyecto inédito que transforma la pintura en una forma de pensamiento. La muestra reúne una selección de obras recientes en las que el artista profundiza en la memoria como territorio en constante mutación, donde las imágenes dejan de representar para convertirse en experiencia.
El punto de partida del proyecto es una fotografía tomada desde la ventanilla de un tren en movimiento: un paisaje que se escapa y, al repetirse, se transforma en memoria. A partir de esa visión fugaz, Sebastiá despliega un proceso pictórico que funciona como un eco —una secuencia de pliegues y variaciones— donde cada cuadro contiene el rastro del anterior y la posibilidad del siguiente.
Sus obras habitan el espacio intermedio entre lo analógico y lo digital, lo orgánico y lo geométrico. En ellas, el color, el gesto y la materia se comportan como pensamiento, y la superficie pictórica se convierte en un lugar de encuentro entre control y desborde. “Para mí, pintar es un proceso cognitivo”, afirma el artista. “La pintura me permite calibrar esa velocidad mental y transformar el flujo de asociaciones en estructura visible.”
El título de la exposición alude a su propio método de trabajo: De lo simbólico a lo diabólico, del reunir al dispersar, del orden al fragmento. En ese tránsito, Sebastiá invita al espectador a moverse entre la claridad y el ruido, entre la forma y su disolución, entre lo que permanece y lo que inevitablemente se transforma.
Black & White
En el Espacio Refugio Shiras Galería presenta la exposición Black & White Escultura, que reúne las obras de Daniel Schweitzer, Miguel Bañuls y Agustín Serisuelo, tres escultores que, desde materiales y enfoques distintos, dialogan en torno a la forma, la materia y la luz.
Daniel Schweitzer (Alemania, 1988) trabaja la geometría constructiva en hierro, explorando el equilibrio entre peso y estructura. En sus piezas, el color blanco se convierte en un elemento esencial que transforma la dureza del metal en superficies de pureza pictórica. Sus esculturas y torres singulares se alzan como composiciones espaciales que conectan la escultura con la pintura.
Miguel Bañuls (Madrid, 1969) utiliza el metacrilato en blanco y negro para crear esculturas geométricas de precisión y levedad. La transparencia del material introduce el juego de la luz, que atraviesa las formas y redefine su presencia en el espacio, generando una sensación de equilibrio entre lo tangible y lo etéreo.
Agustín Serisuelo (Betxi, Castellón, 1981), por su parte, trabaja con madera, material al que devuelve su propia memoria al transferir sobre ella fotografías del árbol del que proviene. Con ello, otorga una nueva dimensión poética a la naturaleza, creando un puente entre materia, imagen y tiempo. Su obra, también en blanco y negro, refleja una contemplación íntima del entorno natural.
En conjunto, Black & White Escultura propone un diálogo entre materia y ausencia, peso y transparencia, geometría y naturaleza. Tres visiones que, desde el contraste del blanco y el negro, revelan la esencia de la forma y la emoción contenida en la sencillez.