CULTURA

Castelló recuerda a Lorenzo Ramírez: su amor por la ciudad y sus fiestas, al descubierto en el Menador

La exposición estará abierta del 21 de marzo al 27 de abril en la planta baja del edificio

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CASTELLÓ. Desde hoy y hasta el próximo 30 de marzo, las calles de Castelló rebosan ilusión, felicidad y ganas de celebrar. No en vano, las Fiestas de la Magdalena han llegado, unas fiestas que miles de ciudadanos esperan cada año con anhelo y que sirven, a parte de para festejar, para recordar y homenajear a aquellos personajes ilustres que ya no están. Es el caso de Lorenzo Ramírez, distinguido pintor castellonense que falleció hace ocho años, que era reconocido por su obra de temática festivo-costumbrista y que era un enamorado de los festejos patronales de la capital de la Plana. 

El artista, nacido en Borriol, representó Castelló sobre una multitud de soportes y técnicas, con un gran dominio del color y de la luz y con especial predilección por los atardeceres, la música y las fiestas locales. Ahora, la ciudad a la que tantas veces plasmó y llevó en el corazón le rinde tributo, pues el Menador Espai Cultural acoge hasta el 30 de abril una exposición en la que pueden verse algunas de sus obras más características y que mejor representan lo que Ramírez era como persona y como pintor. 

Tres salas y más de 40 obras

Ramírez fue experto en diseccionar la belleza de una tierra que lo tuvo enamorado toda su vida. Construyó su obra desde la investigación, desde la interpretación de la relación entre el ser humano y la naturaleza y desde la exploración de lo sublime y de lo que consideramos valioso desde un punto de vista vital. Más de 40 obras repartidas en tres salas componen una muestra en la que puede encontrarse una selección, por un lado, de sus atardeceres, playas mares y cielos, por otro, de sus representaciones centradas en el mundo de la fiesta y, por último, de sus pinturas inspiradas en la música y sus referentes

La primera de las series está ubicada en el Atrio y es la que inspira el nombre de la exposición ('A la luz de Lorenzo'). "En el Atrio encontramos el espacio dedicado a los atardeceres, playas, mares y cielos que Lorenzo creó. Cuando hablamos de 'A la luz de Lorenzo, con "luz" nos referimos a este tipo de obras", señalan desde la concejalía de Cultura del Ayuntamiento a Castellón Plaza. Esta es la sala más grande en metros pero, por contra, la que menos obras tiene (solo siete). "Esto es así porque Lorenzo era una persona muy generosa, solía regalar sus obras a familiares, amigos y asociaciones, pinturas que en su mayoría eran atardeceres", explican. Este, por lo tanto, es un lugar que queda relativamente vacío y a la vez es uno de los más representativos de la muestra.

Tras esta, a la derecha de la entrada, está la zona dedicada al mundo de la fiesta. Ramírez dedicó gran parte de su legado pictórico a los festejos fundacionales de la ciudad de Castelló, no en vano fue nombrado Gaiater de l'Any en 2017 y autor de los carteles de las Fiestas de la Magdalena de 1986 y 1989. Huelga decir que en esta serie de 17 obras podrán verse pinturas dedicadas a sus queridas fiestas, así como al Corpus, a los amantes de Teruel, a la tauromaquia, a los castelloneros y a la Lledoneta, entre otras. 

Por último, en la sala del fondo, está la parte de la muestra dedicada a sus referentes. "Nada más entrar, encontramos una serie dedicada a la música, con obras que hacen referencia a grandes clásicos como la "Novena Sinfonía" de Beethoven o "Las Cuatro Estaciones" de Vivaldi. También pueden verse cuadros homenajes a Porcar, que fue uno de sus referentes en cuanto a técnica, y otros dedicados a la ciudad de Viena, a sus paisajes y a su entorno urbano", detallan desde la concejalía. 

Una exposición con pocos detalles y centrada en sus habilidades

Una de las particularidades de la muestra es que la mayoría de las obras expuestas carecen de título alguno. "Por ejemplo, ninguna de las pinturas de la primera sala cuenta con nombre, solo sale el año en que se pintaron", expresan desde el consistorio municipal. Hecho que no es aislado, y es que a lo largo de la exposición tampoco hay carteles que expliquen las técnicas utilizadas por Ramírez, las medidas de sus cuadros o los soportes empleados

Como todo, hay un porqué. "Desde la familia de Lorenzo no creían tan importante el dar a conocer las características técnicas de sus obras, sino más bien mostrar lo que él quería transmitir. Él, cuando entraba en una sala, decidía si un cuadro le gustaba o no sin importarle su dimensión o su complejidad, sino que solo se centraba precisamente en eso, en si le gustaba o no. No queremos que la exposición sea una representación de sus cualidades técnicas y sí de sus habilidades como pintor y ciudadano de Castelló", sentencian desde la concejalía de Cultura. Es por ello que durante la exposición se revelan los detalles justos de las obras de Ramírez, sin embargo, Castellón Plaza sí ha podido saber que los visitantes podrán encontrar cuadros de 100x100 (la mayoría), de 100x160 y de 150x100 y pintados, principalmente, a óleo y acrílico. 

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