VALÈNCIA. ¿Puede un museo construirse sobre una colección de arte paralizada? Parece que sí. La colección de arte contemporáneo de la Generalitat Valenciana sigue con el freno puesto después de que se paralizara el proceso de compra de obras iniciado en 2022, tiempo desde el que no se ha ejecutado ninguna adquisición para la colección, que comenzó a construirse en 2017 bajo el mandato del gobierno del Botànic. Esta parálisis en el contenido contrasta con los avances en su continente, pues hace apenas unos días que el Ayuntamiento de Elche impulsó la primera licitación de cara a la rehabilitación del Convento de la Merced, que será la sede definitiva del museo de arte contemporáneo valenciano.
La futura adjudicataria tendrá que ejecutar la rehabilitación en un plazo de año y medio, un proceso que dará forma a un nuevo museo que es una de las grandes promesas culturales de la legislatura y que, además de espacio expositivo para muestras permanentes y temporales, albergará una biblioteca. La sede da sus primeros pasos a la espera de que se ordene el presente y futuro de sus fondos, cuyo crecimiento está desde 2022 frenado, un asunto que está sobre la mesa desde hace tiempo y que a día de hoy no se ha resuelto.
“Las compras están paralizadas desde 2022 por un problema administrativo que estamos intentando resolver”, expresó a este diario la secretaria autonómica de Cultura, Pilar Tébar, el pasado mes de septiembre, en el marco de la celebración de Abierto València, la gran ‘fiesta’ de apertura de temporada de las galerías de arte contemporáneo. Si bien subrayó que la intención de la Conselleria de Cultura era resolver el tema “cuanto antes”, medio año después de estas palabras, tal y como señalan distintas fuentes del sector a este diario, todavía no hay novedad en el frente.
La colección, que suma obras de artistas valencianos como Alex Marco, Edu Comelles o Patricia Gómez y María Jesús González, continúa pendiente de su reactivación, una recuperación que "está en la hoja de ruta" de la Generalitat. "Existe el ánimo de recuperar las compras de obras comprometidas en la anterior etapa", expresan desde Cultura, que recuerdan que la propuesta de adquisición está, aunque todavía no se ha ejectuado, una cuestión que está en el horizonte próximo y a la que, más adelante, le seguirá otra cuestión no poco importante: los planes y presupuesto para su crecimiento más allá de las compras pendientes.
Una colección afectada por la Dana
Cabe recordar, además, que no solo la ejecución de las compras ha estado en el foco en los últimos meses, también el estado de conservación de las obras que ya componen la colección. La propia Conselleria de Cultura señalaba en un comunicado en noviembre de 2023 la existencia de un informe desfavorable del Institut Valencià de Restauración i Conservació (IVCR+i) que señalaba que las piezas se encontraban depositadas “sin condiciones de conservación, incumpliendo la normativa de preservación y mantenimiento de las mismas, según dispone la normativa del ICOM, por lo que se encuentran en franco y progresivo deterioro”. Este fue, de hecho, uno de los motivos que la Generalitat esgrimió para cesar al anterior gerente del Consorci de Museus.
Fue con la devastadora Dana del pasado mes de octubre que llegó otro de los grandes golpes al patrimonio valenciano. Y es que la totalidad de la colección de arte contemporáneo se custodiaba en una nave del el polígono industrial El Oliveral de Riba-roja de Túria, una de las zonas más afectadas por las inundaciones, un espacio que también acogía una parte de los fondos del Institut Valencià d’Art Modern (IVAM). La nave quedó inundada a causa de la riada causando daños en numerosas piezas, que más adelante fueron trasladadas a Feria Valencia para proceder a su restauración, unos trabajos que hoy continúan en marcha.