VALÈNCIA. El Institut Valencià d'Art Modern (IVAM) completa su organigrama con la llegada de Kristine Guzmán, nueva directora adjunta del museo. Licenciada en Arquitectura, Guzmán ha estado al frente de la coordinación general del MUSAC (Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León) durante casi dos décadas y tiene experiencia en otras instituciones como el Reina Sofía o la Fundación Santander. Además, desde 2023 asumió el rol de Film Commissioner de Castilla y León Film Commission. A partir de ahora será la mano derecha de la directora del IVAM, Blanca de la Torre.
- ¿Qué radiografía hace del IVAM en estos primeros días en el museo?
- El IVAM ha sido siempre un referente. Cuando empecé en el MUSAC, en el año 2003, el IVAM fue uno de los primeros museos que visité para conocer su funcionamiento. Entonces vine para conocer cómo funcionaba la base de datos, cómo se registran las obras, cómo tenían los almacenes, etc. Para mí ha sido un pionero en todo, al final es un museo de 40 años. Haberlo visitado entonces fue muy educativo y ahora me he encontrado con algunas de esas personas, ha sido volver a ese lugar de aprendizaje. Me he encontrado un IVAM fantástico, un museo con mucho potencial, un museo que ha sido referente desde hace muchos años y con un equipo maravilloso, muy profesional. Es una suerte estar aquí otra vez.
- Llega en un momento de cambios en la Generalitat, con nueva consellera y secretaria autonómica, no sé si se han podido reunir ya.
-Hemos tenido la ocasión de estar con la secretaria autonómica en la inauguración de la exposición de Andrea Canepa.
- ¿Cuáles son los objetivos que se ha fijado junto a Blanca de la Torre para esta nueva etapa?
- La directora ya ha mencionado en varias ocasiones que entre sus objetivos está, primero, el tema de la sostenibilidad, inculcar la sostenibilidad no solo en la programación sino en los modos de trabajo en el museo. También potenciar la colección, pues el patrimonio es la segunda pata de su proyecto museístico y, en tercer lugar, el territorio, expandir la colección por el territorio. Mi labor es ayudarla a conseguir esas líneas de trabajo.
- Sostenibilidad es una de las palabras clave del proyecto de Blanca de la Torre para el museo, ¿en qué acciones se materializa y cómo va a ocupar su día a día?
- En el año 2016 Blanca comisarió para el MUSAC una exposición que se titulaba Hybris, una muestra en la que ella ya planteaba estas líneas generales. Antes ella investigaba ya sobre los temas de sostenibilidad, pero no había puesto en práctica esos modos de hacer en particular en un museo y en una exposición. En esa exposición ya experimentamos con cómo hacer transportes sostenibles, cómo utilizar materiales sostenibles, cómo exponer obras sin tener que producir o cómo crear exposiciones que no requieran mucha materialidad. Esto se materializó en Hybris. Ahora se trata de llevarlo a cabo a una escala más grande.
- Ha trabajado y conoce distintas instituciones artísticas, ¿qué puede aprender el IVAM de algunas de ellas?
-Aquí aporto mi experiencia de más de 20 años en trabajos museísticos. Cada museo es diferente. Yo misma trabajé con Blanca en la puesta en marcha del MUSAC y allí aprendimos mucho porque era un equipo muy pequeño para un trabajo muy grande. Tuvimos que hacer de todo. Se trata de adaptar los conocimientos a la escala del museo. Lo que podemos aportar es ese punto de vista de Blanca y esa línea de trabajo pionera que mira a la accesibilidad, sostenibilidad e inclusión. Hay que mirar mucho esos puntos, que son muy importantes ahora con la Agenda 2030.

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- Foto: MIGUEL LORENZO
- En el ámbito de la inclusión, ¿cómo se traduce en las acciones que realizarán para el museo?
- En el MUSAC participé en dos proyectos europeos sobre inclusión y accesibilidad a nivel de programación. Me gustaría poder aportar eso al IVAM. Hay muchos tipos de accesibilidad, no solamente física, también cognitiva, sensorial. Se trata de ver cómo podemos tener acciones para facilitar la visita a personas diversas.
- ¿Tiene el IVAM los recursos suficientes, de personal o económicos, para desarrollar su proyecto?
- La programación se da según el tamaño del equipo. Si no podemos hacer más no se puede hacer más, depende de los recursos económicos y humanos. Pero sí, yo creo que tenemos un equipo potente y de medios económicos, se está negociando [ríe]
- Usted se ha formado en arquitectura, ¿cómo traslada ese bagaje al museo?
- Me ha ayudado mucho ser arquitecta en este campo, porque entiendo los espacios, puedo diseñar exposiciones a nivel arquitectónico o de diseño, me entiendo con los equipos de mantenimiento, entiendo las cosas técnicas. Esto me ha ayudado antes en el MUSAC o en el Reina Sofía. El IVAM lleva casi 40 años en el mismo edificio, solo se ha reformado una vez y, bueno, si en el futuro tiene ese proyecto de ampliación, que no sabemos, pues sería una ventaja.
- Hablando de arquitectura, uno de los espacios cuenta pendiente es el Pati Obert, cuya renovación está bloqueado, ¿qué análisis hace?
-Tenemos que estudiarlo, es pronto para mí ahora hacer una conclusión de cómo habría que resolver ese espacio. Es muy delicado y creo que el barrio ha sufrido mucho. Tenemos que intentar pensar en proyectos de reparación, de regeneración. Pero ahora mismo no puedo llegar a una conclusión sobre la solución de ese espacio.

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- Foto: MIGUEL LORENZO
- ¿Cuáles diría que son las urgencias o cuestiones a gestionar a más corto plazo?
- Blanca entró hace ocho meses y ya ha conseguido presentar su programación para 2026. Normalmente los directores de museos tienen como dos años para preparar su programación para el año. Esta, definitivamente, era la prioridad. A partir de ahí es un trabajo paulatino enfocado en la sostenibilidad y de esos procesos internos.
-Sobre los procesos internos, la directora hablaba en su proyecto de una "desjerarquización departamental, situando la educación, la mediación y las actividades al mismo nivel que el programa expositivo, y no supeditado a este”, ¿cómo se lleva a cabo?
-Normalmente en los museos se trabaja con los conservadores o comisarios que programan una exposición y luego se lo pasan al departamento de educación para hacer el programa educativo sobre ella. En los últimos años del MUSAC yo ya lo hacía al mismo tiempo. Cuando se conceptualizaba una exposición ya invitaba al departamento de educación a participar en la conceptualización curatorial porque en ese mismo momento ellos ya pueden tener ideas para enriquecer la comunicación de esa exposición. Educadores y comisiarios tienen que trabajar al mismo tiempo porque tienen mucho que aportar. Los educadores conocen más los públicos, entonces sabrán cómo habría que comunicar esa exposición, cómo se puede entender mejor, y pueden ayudar a los conservadores a presentarla.