Arte y fotografía

Lluïsa Penella alza su primer mural tras el paso la Dana: "La solidaridad artística es la clave ahora mismo"

La muralista conmemora la tradición tomatera de Alginet y reclama que “no podríamos realizar trabajos artísticos sin la ayuda de gente de fuera de la zona cero”

  • La artista Lluïsa Penella junto a su mural
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VALÈNCIA. Esta mañana los tomates cuarentena han vuelto a Alginet. No han salido de la tierra ni tampoco se encuentran en el campo, si no en los muros del parque Enric Valor. Ahí, durante los últimos 16 días, la muralista valenciana Lluïsa Penella ha desarrollado “La Força de les Arrels” su primer mural después de que la Dana azotara su estudio.

La idea de esta obra surge tras la riada de octubre. Las comisarias del mural, Joana Traver y Lara Serer, dos valencianas que vivían en el extranjero, tras la Dana que dejó 228 víctimas mortales, decidieron llevar a cabo una recaudación de fondos privados para hacer una donación para los negocios afectados. Entonces contactaron con Lluïsa, quien tras perder su estudio y su furgoneta, se había inscrito en el portal “Adopta un comercio”. “Una de ellas era natural de Alginet, y proponen que la donación que me hacen, como no es lo suficientemente grande para cubrir mi estudio y la furgoneta, se la otorgan al ayuntamiento de Alginet quienes luego me contratarán para hacer el mural”, relata Penella. Un mural encargado para representar la identidad del pueblo.

Este proyecto está compuesto por nueve muros con dos caras cada uno, superpuestos unos a otros. Para Lluïsa fue todo un reto diseñarlo debido a las características del espacio y el limitado presupuesto del que disponía. Para una cara, decidió hacer un diseño donde los tomates parecieran comunicarse entre ellos, uniendo sus raíces hasta formar un conjunto. Para los dibujos de la otra cara decidió emplear fotografías de Ismael La Torre, natural de Alginet, que evocaran a la labranza, la cooperativa y objetos etnológicos. Todo ello, Penella lo cohesiona a través de un mapa de conceptual de ideas que se introducen y salen de los muros. Es la primera vez que, en sus murales, mantiene este mapa conceptual que de normal se queda tan solo en sus bocetos: “Necesitaba en este caso introducir un poco de narrativa más allá de la propia puntura, una narrativa literal, con palabras, para que quedara todo muy claro. Que no hubiera lugar a dudas de mi mensaje”, confiesa la muralista.

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Este mapa conceptual nos transporta por el mural como si de un camino se tratara, desde la palabra “arrels” hasta la “riuà” que tanto ha marcado a la artista. “El agua es ese camino que une a todos nuestros pueblos. La riada ha sido horrible, pero surge de una estructura hidráulica que se ha diseñado en este territorio precisamente para alimentar nuestros campos, y no podemos echarle la culpa al agua de lo ocurrido”, reconoce Penella.

El trabajo de la artista, como de muchos otros, se ha visto paralizado tras los acontecimientos vividos a finales de octubre. En su caso, la parada de producción y la vuelta al trabajo ahora han afectado a su forma de expresión artística: “Tengo una sensación de inmediatez, de que el tiempo vuela y tengo que hacer las cosas ya porque en cualquier momento me coge el río”, admite. Para ella ahora, incluso la creación artística, es “pura supervivencia” y reconoce que este mural ha sido “muy rápido” y ha tardado mucho menos tiempo en finalizarlo que otros en otras ocasiones. “Hay que seguir el círculo de la producción porque aunque a nosotras el mundo se nos haya parado, el mundo sigue”, explica Penella.

Además de su estudio y su furgoneta, los murales de Penella en las diferentes zonas afectadas de la Dana también se han visto afectados. Algunos han desaparecido por completo, el muro ha caído, otros han sobrevivido por estar más en alto, “pero en la mayoría la pintura ha saltado o cosas así y hay que reconstruirlos”, reconoce. Esa reconstrucción artística, no obstante, deberá esperar y no se podrá hacer sin la colaboración y el apoyo colectivo. Para Penella, “estamos en una situación de emergencia, de reconstrucción de aspectos básicos para la vida y ahora mismo, no podríamos realizar trabajos artísticos si no hubiera gente fuera de la zona cero que estuviese dispuesta a impulsarnos y ayudarnos”.

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“La Força de les Arrels” continúa siendo una llamada a la defensa de la huerta y la flora autóctona que tanto caracteriza a la artista. Una llamada que, para Penella, es especialmente importante tras los acontecimientos vividos. “El cemento no absorbe el agua. Necesitamos a la huerta para poder protegernos de situaciones como la riada de octubre, pero para ello tenemos que apoyarla, apoyar a aquellos que la trabajan para que sea productiva y puedan vivir de ella”, reclama la muralista, quien devuelve la identidad al pueblo a través de pinturas en muros. “El arte no puede estar exento de la sociedad. Tiene una responsabilidad social y más aún si trabajas en el espacio público”, sentencia. El espíritu crítico y didáctico es clave para ella y para su arte.

Penella y su equipo se marchan de Alginet habiendo echado raíces mediante verdes, rojos y marrones. Se marchan tras haber proporcionado al pueblo de algo en lo que verse reflejados y sentirse identificados. La artista pretende que sus próximos proyectos continúen recorriendo lugares de la zona cero, y dejando marcas de pintura en muros manchados por barro. Quiere “hacerlos participativos y llevarlos también a sitios fuera de Valencia, para que nadie nos olvide”, confiesa la muralista. Echar raíces y darles fuerza.

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