Arte y fotografía

Los retos y urgencias del IVAM ante la llegada de Blanca de la Torre

  • Exposición de Francesca Woodman y Julia Margaret Cameron en el IVAM
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VALÈNCIA. Un año después, el Institut Valencià d’Art Modern (IVAM) tendrá directora: Blanca de la Torre. La historiadora del arte se impuso a Juan Guardiola y al exdirector del centro José Miguel G. Cortés con un proyecto que, a pesar de no haber dirigido previamente una institución museística, convenció por unanimidad a la comisión de valoración. Su “ilusionante” plan, destacaron, llega para poner fin a una etapa de inestabilidad y descrédito en la institución, que se ha visto inmersa en numerosas polémicas en los últimos meses y que enfrenta ahora a un curso complejo por lo que respecta a los presupuestos, especialmente tras la Dana, y con el reciente carpetazo de la Conselleria de Cultura, liderada por José Antonio Rovira, a su proyecto de ampliación. Un conseller, por cierto, que todavía no ha realizado ninguna visita oficial al museo. 

Con todo, el proyecto de Blanca de la Torre -o lo que ha destacado la comisión de valoración, pues todavía no es público- ya da algunas pistas de por dónde podrían ir los tiros en esta nueva etapa, un plan que hace “especial hincapié en la transdisciplinariedad, sostenibilidad y digitalización”, siendo precisamente las prácticas creativas sostenibles uno de los focos de su trabajo como investigadora y curadora. Además de aplicar su programa, la nueva directora también tendrá que responder a algunas de las urgencias heredadas o plantear soluciones o nuevas miradas a los retos propios de una institución que hace apenas unos días celebraba su 36 aniversario, siendo estos algunos de ellos: 

Cerrar la programación de 2025. Poca gente entendió cuando la Conselleria de Cultura decidió presentar tan solo la programación del museo para el primer semestre de 2025 en lugar de la del año completo. Y parece que ellos tampoco. Si bien el conseller de Educación y Cultura, José Antonio Rovira, señaló que querían dar "cierto margen” al nuevo director -que todavía estaba por elegir- para ultimar los proyectos conforme a su plan, lo cierto es que la programación -que se nutre de los proyectos ideados por la exdirectora, Nuria Enguita- ya había sido aprobada por el Consejo Rector y está “cerrada”, tal y como confesó la secretaria autonómica Pilar Tébar durante la presentación a prensa ante la lógica confusión de los presentes. Con todo, puede haber margen para sumar alguna acción más bien puntual, unos movimientos que conoceremos más pronto que tarde pues una de las primeras convocatorias de la nueva directora será forzosamente la presentación del resto del ‘menú’ expositivo del museo antes de la gran puesta de largo de su proyecto de cara a 2026.

Blanca de la Torre
  • Blanca de la Torre -

Internacionalización. La conexión con la escena internacional es uno de los valores que aporta la nueva directora, que ha sido Comisaria jefa de la Bienal de Helsinki o de la 15ª Bienal Internacional de Cuenca (Ecuador), una carrera que la ha llevado a comisariar exposiciones y colaborar con museos e instituciones de todo el mundo. Su “razonado programa de internacionalización” ha sido precisamente una de las cuestiones que ha destacado la comisión de valoración a la hora de decantarse por su proyecto, una red de contactos que serán la prueba de fuego para valorar el éxito del proyecto de un museo que desde València debe mirar más allá. 

Relación con lo contemporáneo. Durante los años de dirección de Nuria Enguita el museo avanzó en su relación con la escena creativa más contemporánea -de hecho, el proyecto diseñado en la abortada subsede del Parc Central lo tenía como eje central-, con unas programaciones que siempre dedicaban un hueco para figuras que se podrían considerar más “emergentes”, como Guillermo Ros o Alberto Feijóo, y programas de creación como Art i Context, que abrieron el museo a creadores que en muchas ocasiones coqueteaban por primera vez con la institución cultural. Si bien es la propia colección del museo y el ámbito temporal que ocupa el núcleo de acción del IVAM, lo contemporáneo es una pieza fundamental que no es ajena a la nueva directora y que deberá ordenar en la nueva etapa del museo.

Recuperar público. El IVAM cerró 2024 con un balance de 14 exposiciones, la reapertura de la sala Pinazo y dos Premios Nacionales. Este fue el titular con el que el museo ofreció en enero una valoración del curso, lo que solo quería decir una cosa: el número de visitantes había caído. El museo contabilizó el pasado año 174.854 visitantes en 2024, frente a las 202.540 personas que visitaron el museo en 2023, un significativo descenso que el centro justifica en el cierre de su sede en Alcoy y el efecto de la Dana, aunque otras instituciones como el Museu de Belles Arts logró crecer. El número no es todo, claro está, pero volver a enamorar a los visitantes y situar al IVAM -siendo como es uno de los grandes buques culturales de la Comunitat- como parada obligatoria (y recurrente) debe ser prioritario.

  • IVAM -

Cuestión de confianza. La crisis reputacional a la que se ha visto abocada el museo en este año ha sido, sin duda, una marca negra para su historia. Desde la polémica dimisión de Nuria Enguita -que valió las críticas de gran parte del sector por la gestión de la Generalitat- a las críticas por la forma y fondo del concurso de selección, diseñado cuando Vox estaba a la cabeza del área de Cultura y con unas bases que pedían un proyecto “sin sectarismo” y con un jurado sin presencia internacional, la imagen del IVAM se ha ido agravando en estos meses de transición en los que la ambición parecía haber quedado en segundo plano. Devolver la estabilidad a la institución -tanto en la imagen como en la práctica- será el gran reto de una nueva etapa que, a pesar de que no es la excepción, comienza precedida por la polémica, una confianza que pasará sí o sí por la confección de contenidos atractivos y ambiciosos que vuelvan a situar el arte en el centro de la conversación. 

Renovar a Julio González. En la propia misión del museo está la difusión de la obra del escultor Julio González, uno de los pilares del IVAM que ocupa un lugar destacado entre sus salas. Lo hace con una estancia permanente aunque no así en su forma, que va ofreciendo -o debería hacerlo- distintas lecturas así como una rotación de piezas, un proyecto que, sin embargo, lleva sin actualizarse varios años. Precisamente esta cuestión salió a relucir durante la presentación de la programación de 2025, en la que la directora adjunta Sonia Martínez señaló que el actual proyecto podría mantenerse como exposición permanente "pero siempre se suelen hacer relecturas”, mientras la gerente María Ayuso señaló que la muestra se prolonga porque "el público quiere que haya colección permanente”. Será, en todo caso, la nueva directora la encargada de refrescar la mirada a Julio González.

Recuperación de espacios. El carpetazo del gobierno al proyecto de subsede en el Parc Central enterró los deseos de crecimiento del museo, pero lo cierto es que más allá de este proyecto, el espacio físico del IVAM no ha hecho más que disminuir en los últimos meses, dejando dos cuentas pendientes que se deben abordar cuanto antes: la renovación y puesta en marcha del jardín, cuyo proyecto de rehabilitación y retirada de obras de arte se ha paralizado, y la reapertura de la sede IVAM Alcoi, que cerró en 2024 como consecuencia de un fallo en el sistema de climatización de la sede, dependiente del ayuntamiento de la localidad, y de la que todavía se sabe poco. Por lo pronto, en la programación para este año no se desveló ningún proyecto para Alicante. 

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