Arte y fotografía

Matilde Salvador y Jaume II El Just, personajes extraordinarios "a contracorriente" en el MuVIM

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VALÈNCIA (EP). El Museu Valencià de la Il·lustració i de la Modernitat (MuVIM) ha inaugurado tres nuevas propuestas: 'A mesa das mazás (El foc i el greix)', de Bernardo Tejeda; 'Matilde Salvador. Extraordinària i a contracorrent', un recorrido por la producción artística y vital de la artista y compositora, y 'Jaume II El Just. Un rei valencià' del escultor Ricardo Rico Tormo.

Se trata de tres muestras "unidas por un sutil hilo conductor: personajes y creadores extraordinarios que, de alguna manera, han vivido, creado y dirigido a contracorriente", explica el diputado provincial de Cultura, Paco Teruel.

Cada una de estas exposiciones pretende ofrecer "una mirada curiosa hacia la historia, el arte y el simbolismo". Por un lado, un homenaje a dos grandes personajes que han dejado huella en la Comunitat Valenciana: Matilde Salvador y el rey Jaume II El Just, y por otro, una instalación artística con creaciones de Bernardo Tejeda.

La Sala Nova del MuVIM acoge hasta el 25 de enero 'Matilde Salvador. Extraordinària i a contracorrent', una muestra que invita al público a realizar un recorrido no solo por su producción artística, sino también vital. Comisariada por Amparo Barbeta, la exposición saca a la luz algunos objetos personales de Salvador inéditos hasta la fecha, como, una de sus cajas de pinturas firmada por Joaquín Michavila.

También se pueden apreciar partituras, fotografías, cartas, programas de mano, discos de vinilo y monografías, así como elementos representativos de las múltiples facetas de la artista, compositora y defensora de la cultura valenciana. Otras piezas que se exhiben son retratos de Salvador y su familia, pinturas sobre vidrio realizadas por ella, objetos personales y piezas relacionadas con su repercusión pública.

La muestra trata de poner en valor el papel de la compositora castellonense y ofrece un viaje por su legado, su vida personal y su obra en un ámbito en el que las mujeres tenían un papel secundario y donde ella consiguió abrirse camino y convertirse en un referente. Con 15 años escribió su primera obra y en 1974, con su ópera 'Vinatea', se convirtió en la primera mujer en estrenar en el Gran Teatre del Liceu de Barcelona.

Desde el MuVIM destacan la "inestimable colaboración y generosidad" de Matilde Asencio Salvador, hija de la compositora, que ha cedido parte del fondo familiar para esta exposición. También ponen en valor la "valiosa participación" del Museu del Palmito d'Aldaia, que custodia la colección personal de abanicos de Matilde Salvador y que ha prestado dos piezas para esta muestra.

La escultura de Ricardo Rico Tormo "Jaume II, el Just. Un rei valencià, ocupará el escaparate del MuVIM también hasta el 25 de enero. Una exposición que pretende mostrar, además de la pieza, el trabajo de creación por parte del escultor, el modelado previo, los bocetos y algunas fotografías del proceso de creació.

Se pretende rendir homenaje a la figura de "un rey que tiene un significado muy especial para todos los valencianos": "Durante su reinado no solo se consolidaron nuestras fronteras, sino que impulsó una profunda transformación social y cultural que sirvió para fortalecer nuestras bases institucionales y nuestra identidad".

'A mesa das mazás (El foc i el greix)', de Bernardo Tejeda, está instalada en la planta baja del museo. Esta instalación efímera, comisariada por Margarita Ledo, comprende obras de dos series diferentes del artista: 'A mesa das mazás', pieza adquirida por un coleccionista particular que fue presentada en 2001 en la feria de arte contemporáneo de Madrid ARCO, prestada al MuVIM para su exposición temporal, y la serie conceptual 'El foc i el greix', un diálogo con el arte simbólico en su forma más primitiva.

La serie a la que pertenece 'A mesa das mazás' nunca se había mostrado en València, mientras los trabajos pertenecientes al conjunto 'El foc i el greix' se presentan de manera "absolutamente inédita". En total, la exposición cuenta con 24 monotipos (grabados calcográficos) y dos esculturas.

El artista Bernardo Tejeda destaca el componente escultórico de todo el trabajo y "el carácter simbólico y filosófico que los une, ya que ambos trabajos provienen en cierto sentido del misticismo". Comenzó este grupo de trabajos a partir de una invitación del Museo de la Valltorta de hacer una exposición individual en su espacio.

Según explica el creador, el tercer elemento que une estos trabajos sería la forma del abordaje técnico: "En ambas aparecen elementos ligados a la artesanía, pero subvertidos". En el caso de 'A mesa das mazás', hay un elemento destacado: la construcción de artefactos propiamente de alfarería, realizados enteramente en torno por un artesano puntero en Galicia, O Rulo, donde "se hizo un juego interesante de involución aparente, porque se partió de un diseño de la carcasa de un ventilador totalmente industrial de la firma Soler i Palau para ser reproducido en barro, vidriado y cocido con sistemas tradicionales".

En el caso de los monotipos de El foc i el greix, se utilizaron elementos fabricados en cuero, una especie de látigos, como matrices para la realización de grabados en los talleres de Eva Mengual. "Una vez realizados los relieves continué con el trabajo más pictórico que le da ese carácter único a cada pieza; las piezas en realidad son como golpes secos". Tejeda cuenta que tenía en la cabeza el título de la película Los 400 golpes, el famoso largometraje de François Truffaut de 1959, y "un grafiti que había en una pared de la calle del estudio que por mi momento personal me interesaba mucho y que decía: espabila pollo".

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