Arte y fotografía

Playas, retratos y rarezas: las obras que darán forma al Museo Sorolla de València

La Generalitat y la Hispanic Society of America publican el convenio para le exhibición de la colección, que contempla la creación de una fundación, la adecuación del Palau de les Comunicacions y la apertura de una tienda y cafetería

  • Idilio en el mar. Joaquín Sorolla. Hispanic Society of America.
Suscríbe al canal de whatsapp

Suscríbete al canal de Whatsapp

Siempre al día de las últimas noticias

Suscríbe nuestro newsletter

Suscríbete nuestro newsletter

Siempre al día de las últimas noticias

VALÈNCIA. El Museo Sorolla de València -o lo que es lo mismo, el desembarco de la colección de la Hispanic Society of America (HiSA) en el Palau de les Comunicacions- está más cerca de ser una realidad. El Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) ha publicado este jueves el acuerdo marco entre la Hispanic Society y la Generalitat Valenciana para la creación de este nuevo espacio expositivo en el antiguo edificio de Correos, un convenio del que el President, Carlos Mazón, y el CEO de la Hispanic Society of America, Guillaume Kientz, dieron un avance en julio, pero que ahora pone negro sobre blanco las condiciones para su materialización. Y, claro, la primera selección de obras de arte que pondrán rumbo a València. 

Espacio, gestión y patrimonio podrían ser los tres pilares del convenio, tres patas para un banco que deben bailar al unísono. En el primer ámbito, el del espacio, una aclaración: el Palau de les Comunicacions no ha sido concebido como museo y no cuenta con las condiciones para albergar este tipo de obras, con lo que será necesaria la adecuación del inmueble, ubicado en la plaza del Ayuntamiento. Será la Generalitat la que asuma el coste de acondicionar el espacio -una operación que costaría varios millones de euros- para que las obras de arte “puedan ser expuestas en condiciones de temperatura, humedad y seguridad” aceptables para la entidad. El espacio, además, contará con una tienda y una cafetería que se denominará 'Café Huntington', en recuerdo del fundador de la Hispanic, Archer Milton Huntington.

Este último aspecto nos lleva directamente a la segunda cuestión no poco importante: la gestión. A este respecto, el gobierno autonómico pone sobre la mesa la creación de una fundación que contará, al menos, con un patrono de la HiSA, Patronato al que se podrá ofrecer formar parte al Ayuntamiento de València y la Diputació. Además se creará un Comité Académico. Para la coordinación de la gestión del espacio expositivo, la gestión y percepción de los ingresos de las entradas y su transmisión a la fundación, la HiSA propondrá, y a la Generalitat le corresponde aceptar, la designación de una empresa que actuará como operador autorizado, en este caso Light Art Exhibitions

Será precisamente esta empresa la que se encargará de la gestión de la cafetería y tienda, estando los ingresos repartidos entre la mencionada compañía y la HiSA a partes iguales. Y, en el apartado económico, otra cuestión no poco importante: la Generalitat pagará una cuota anual de 1,15 millones de euros a la Hispanic Society, cantidad sujeta a incrementos anuales en función del IPC o de otro índice similar que se estipule. A esto habrá que sumar el coste de la adecuación del espacio y del traslado o seguros de las piezas. Aunque el acuerdo se extiende por un periodo inicial de cuatro años, el propio convenio señala que la “aspiración” es que se extienda durante “un mínimo” de quince años.

La luz del mediterráneo

  • Bueyes sacando la barca. Joaquín Sorolla. Hispanic Society of America. -

Pero, ¿qué piezas viajarán a València? Según se especifica en el acuerdo, la HiSA seleccionará “un mínimo de 221 obras” para su exhibición en València, cuyo “inventario provisional” viene reflejado en el documento, una selección que deberá contar con la validación de Blanca Pons-Sorolla o la persona en la que delegue. Además, un detalle final del convenio, pues señala que el espacio expositivo albergará la colección de la Hispanic Society aunque también abre las puertas a “otros prestadores”, con lo que podría no ser la única ‘fuente’ de la que beba el centro. 

En la relación de piezas incluidas, las escenas de playa son, cómo no podía ser de otra manera, el corazón de la colección que se va a mostrar. Entre ellas, algunas destacadas como Idilio en el mar o Niños en la playa, unas postales de entre las muchas que retratan la vida y costumbres valencianas y en la que se dibuja esa luz que viajó por todo el mundo, siendo otra de las obras destacadas de la colección Bueyes sacando la barca, cuyo “asombroso efecto” se debe por igual “a la meticulosa evocación de la realidad, al juego de la luz y a los elementos abstractos, tales como el uso del pincel en los colores de los remolinos de agua”, reflejan .

La aventura americana

  • Visión de España. -

La relación entre Joaquín Sorolla y la Hispanic Society viene de lejos. Fue en 1908 cuando el norteamericano ­Archer Milton Huntington visitó la exposición del artista que tenía lugar en la galería Grafton de Londres, siendo un año después cuando expuso de la mano de la Hispanic Society en Nueva York, una muestra que fue todo un éxito de público y crítica y que acabó siendo llevada a otras ciudades de Estados Unidos. La relación no había hecho más que empezar.

Sería en el año 1911 cuando el valenciano recibió el encargo de Huntington de pintar Visión de España, un gran proyecto decorativo para la biblioteca de la institución. En él quiso representar las distintas regiones del país a través de sus tradiciones o indumentaria, un encargo para el que viajó a distintas ciudades para pintar los paneles o estudios preparatorios. Estos paneles, con todo, quedan fuera del acuerdo y no viajarán a València, aunque sí lo hará un buen número de bocetos a través de los que se podrá conocer esa mirada a las costumbres, las tradiciones y el folklore de Castilla, Andalucía, Galicia o Valencia.

Rarezas

  • Detalles de la serie Dining Room of the Blackstone Hotel, Chicago. Joaquín Sorolla. Hispanic Society of America. -

Entre las obras de la colección que están sobre la mesa, también se incluyen algunos dibujos que dan cuenta de un Sorolla urbano y cotidiano, piezas más ‘veloces’ que nos adentran en su experiencia por tierras americanas. Fue en sus calles y restaurantes donde, lápiz en mano, captó a varios personajes anónimos, piezas que muestran a los clientes del restaurante del hotel Blackstone de Chicago o del Savoy de Nueva York, así como el tráfico en la Grand Army Plaza. 

Entre las ‘rarezas’ que se presentan, algunos paisajes que están lejos de aquellas playas cálidas del mediterráneo. Entre ellos, uno de la Catedral de Burgos, que realizó en un viaje en el que, a pesar de ser primavera, le sorprendió la nieve, un manto blanco que permite observar la luz del pintor desde un prisma distinto. La casa del Greco en Toledo es otro de esos espacios atípicos, como lo es también la pintura histórica, sumando varios estudios de Cristóbal Colón saliendo del puerto de Palos, realizado a petición del mecenas Thomas Fortune Ryan.

El Sorolla retratista

El listado de piezas pertenecientes a la colección de la Hispanic Society of America también da cuenta del Sorolla retratista, aquel que puso cara a una buena parte de la sociedad de la época, un género que cultivó con maestría. Entre ellos se encuentra una pintura con el escultor Mariano Benlliure y Gil, con el que mantuvo una gran amistad, como protagonista, una obra que es de ida y vuelta, pues también se incluye un busto del pintor realizado por Benlliure. Una buena parte de la escena intelectual, cultural y política de la época pasó por los pinceles de Sorolla, que capturó otros nombres clave como son los escritores Benito Pérez Galdós, Vicente Blasco Ibáñez, Antonio Machado o Emilia Pardo Bazán, incluidos en la colección de la entidad americana.

José Ortega y Gasset, José Martínez Ruiz (Azorín), Aureliano de Beruete o el Doctor Gregorio Marañón fueron otras de las figuras relevantes retratadas por el valenciano. Esta serie de piezas, además, muestran una faceta del pintor no minoritaria pero quizá menos conocida para el gran público, unos retratos que le acercan a una oscuridad, a un uso de la luz, con la que no se le suele vincular pero que es muy importante en trayectoria, unas sombras y negros que se expanden en muchas de estas piezas. En este apartado, además, también habla de la relación del valenciano con el poder, con retratos como los del monarca Alfonso XIII y el retrato de su esposa, la reina Victoria Eugenia, o del dictador mexicano Porfirio Díaz

  • Retrato de Mariano Benlliure y Gil (izquierda) y José Martínez Ruiz (Azorín) (derecha). Sorolla. Hispanic Society. -
Recibe toda la actualidad
Valencia Plaza

Recibe toda la actualidad de Valencia Plaza en tu correo