VALENCIA. No es alocado pensar en los centros de arte, con los grandes museos a la cabeza, como arma de comprensión y cambio social, espacios para la reflexión y que, entre otros atributos, tienen en su ADN el carácter crítico. Sin embargo, si estos aspectos vienen en su mayor parte embebidos en el discurso artístico, el carácter social se ha vuelto cada vez más explícito en los principales contenedores culturales valencianos. Espacios como el Museu Valencià de la Il·lustració i la Modernitat (MuVIM), el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) o el Centre del Carme, sede del Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana (CMCV), destinan algunas de sus salas a muestras de ámbito social y, en algunos casos, han confeccionado proyectos en los que, precisamente, ha primado esto frente a la creación propiamente artística, un juego de pesos en los que recientemente ha ganado protagonismo el primero.
Uno de los exponentes más claros en este aspecto es el Centre del Carme, que el pasado mes de junio incluyó en su programación la muestra Mirades 15x15, que llevó al claustro gótico numerosos trabajos realizados por alumnos de dibujo y pintura de la Universidad Popular. La exposición, un “proyecto creativo, pedagógico y social”, estaba compuesta por aproximadamente 3.200 tablillas pintadas por sus estudiantes, piezas que más tarde fueron vendidas en beneficio de la entidad Save the Children. “Miradas 15 x 15 es un reto que consiste en detenerse y escuchar el silencio, observar la urbanidad invisible para unos, evidente para otros. Una travesía tripulada por un equipo de 17 profesionales de las artes plásticas, formadores y formadoras de la Universidad Popular de Valencia, que con los 3.200 fragmentos de la ciudad dibujan con el montaje del espacio expositivo la composición colectiva”, explicaron desde el consistorio.
En este ámbito, en septiembre tuvo lugar la muestra Antropometrías. Del YO al NOSOTROS, una exposición que se integra dentro del programa de Educación y Mediación del Consorcio de Museos. Este es un proyecto de la artista-educadora Salomé Rodríguez realizado en el colegio Juan Manuel Montoya del barrio Nazaret. Si estos fueron los primeros coqueteos del renovado Centre del Carme, desde 2016 liderado por José Luis Pérez Pont, con su misión social, el contrato prematrimonial no tardó en llegar. Tras años de desacuerdo económico entre el Ayuntamiento de Valencia y el Consorci de Museus, fue el día antes de Nochebuena cuando comunicaron que retomaban la colaboración con una aportación del primero de 25.000 euros. Sin embargo, al contrario de cómo venía sucediendo en años anteriores, esta colaboración no se da (solo) entre el CMCV y la concejalía de Cultura. El acuerdo que se quiso impulsar desde el gobierno local incluye el desarrollo de proyectos con el área de Cultura, liderada por Glòria Tello, y, como novedad, con Bienestar Social e Igualdad, capitaneadas por las concejalas Consol Castillo e Isa Lozano respectivamente.
La tercera pata del banco viene con la decisión de la nueva dirección del Centre del Carme de destinar una de sus salas de forma permanente a exposiciones de ámbito social. Así pues, la sala Contrafuertes abrió como nuevo espacio social con una exposición que hacía un recorrido más histórico que artístico por la historia del colectivo valenciano de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales Lambda, que celebró el pasado año su 30 aniversario. Esta fue una muestra de transición pues, del mismo modo en que se ha seleccionado la programación del Consorcio, también se llenará la sala a partir de convocatorias públicas. En este caso, es el programa Altaveu mediante el que se generarán las muestras, proyectos que pueden ser presentados por distintas asociaciones de ámbito social, un planteamiento específico que se integra en el proceso de conversión del museo en centro de cultura contemporánea.
También el IVAM ha entrado en el circuito social. Si bien, temáticas como la situación política y social del mediterráneo, con especial atención a la crisis de los refugiados, o los discursos en torno al género reinan en las últimas temporadas, con exposiciones como la colectiva Entre el mito y el espanto. El Mediterráneo como conflicto o Lost in Transition _un poema performativo, un proyecto site-specific de Cabello/Carceller. Estas muestras de carácter artístico sirvieron para encauzar distintas conversaciones en torno a sus temáticas, debates, además, potenciados tras la reciente apertura del espacio multiusos IVAMlab, situado en el antiguo restaurante, que acoge actividades vinculadas con el urbanismo, la arquitectura, el diseño, el activismo, la performance, los paisajes sonoros y visuales o la implicación del arte en la sociedad.
Si los discursos sociales han estado integrados en muchas de las exposiciones organizadas por el museo, su presentación más explícita vino el pasado mes de octubre con la muestra Testigos de la Ciudad. Activismos Políticos y Culturales en la Comunidad Valenciana, una exposición que reúne folletos, documentos y objetos promocionales -como camisetas, megáfonos o sombreros-, en torno a las demandas de colectivos como El llit del Túria ES Nostre i el volem VERD, El Saler per al Poble, Salvem el Botànic, El Casal de la Dona, Per l’horta de La Punta, Salvem El Cabanyal-Canyamelar, Abusos Urbanísticos No, Xúquer viu, el surgimiento del Colectivo Lambda o la Asociación de Víctimas del metro de Valencia del 3 de julio de 2006. "Un museo como el IVAM no puede vivir al margen de lo que ocurre en su ciudad y había que dar espacio a estos colectivos para que expresaran su lucha", indicó el director del museo.
“Algunos de estos colectivos han resistido durante dos décadas. En algunos casos no han terminado bien, incluso algunos ya no están con nosotros, como es el caso de las víctimas del metro de Valencia. Cuanto más tiempo se prolonga la guerrilla, más posibilidades de ganar tienen los colectivos”, expresó su comisario, el subdirector de Actividadesd del IVAM, Álvaro de los Ángeles, durante la inauguración, un acto en el que estuvo presente el director del museo, José Miguel García Cortés, y el secretario autonómico de Cultura, Albert Girona, que estuvieron rodeados por numerosos representantes de las asociaciones participantes en la exposición, que se puede ver hasta el próximo 26 de febrero.
De igual forma, de esta exposición ha surgido una programación de charlas en el IVAMlab, que recientemente también ha sido el escenario de la presentación del Servicio de Asistencia y Orientación a víctimas de Discriminación Racial o Étnica, que se desarrollará hasta el próximo mes de febrero. Así, el próximo 18 de enero tendrá lugar el encuentro 'Acciones insumisas y okupación, que contará con la participación del artista Nel.lo Vilar; la activista Carmela Alfaro; y el activista y autor de “Abriendo puertas: okupaciones en Valencia 1988-2006”, Paco Collado. La última mesa redonda llegará el 15 de febrero bajo el lema 'A pie de calle', y sumará las voces de Antonio Pérez, presidente de la Associació de veïns de Benimaclet; Marian Belmonte, Asociación Orriols Convive; Jodie Dinapoli, Associació Amics del Carme; Juanmi Ponce y Matilde Plaza.
Otra de las exposiciones de carácter social que hoy se puede ver es Des de l'altra riba. Solidaritat i poesía, una instalación que desde el pasado 20 de diciembre ocupa el hall del MuVIM. El proyecto consiste en embotellar poemas y tirarlos, metafóricamente, al mar, para que viajen a la otra orilla, una muestra de la que pueden participar los propios visitantes pues en la librería Dadá tienen a su disposición de forma gratuita pergaminos para que el público pueda escribir en ellos, embotellarlos y formar parte de la exposición. Todas estas botellas se venderán más tarde a un precio de cinco euros, un montante final que ira destinado a distintas entidades benéficas como, por ejemplo, Aspanion - Asociación de Padres de Niños con Cáncer de la Comunitat Valenciana.
El IVAM explora la idea de narración en Suspensión de la incredulidad, la primera exposición en España de la artista