VALÈNCIA. Bares y restaurantes, hoteles, artistas falleros, pirotécnicos, bandas de música, floristas, peluquerías, empresas de eventos y montaje de carpas, ganaderías, firmas de catering, indumentaristas, fotógrafos, churrerías, bandas de música... La lista de sectores profesionales directamente relacionados con las Fallas que resultan damnificados con la decisión de suspender la celebración de este año por el coronavirus es extensa. Tanto que es prácticamente imposible cuantificarla con precisión, ya que, dada la cercanía de los principales actos, muchos de los servicios ya contratados tendrán que ser cancelados y otros nunca llegarán a encargarse. También es incalculable la cantidad de puestos de trabajo que, aunque temporales en su mayoría, se perderán o no llegarán a contratarse estos días.
Para poner cifras al parte de daños aún habrá que esperar algunos días dada la rapidez a la que se han producido los acontecimientos. Fuentes del empresariado dan por sentado que el impacto será muy relevante en el sector turístico, particularmente para los hoteles y la hostelería, y otros sectores que realizan buena parte de su facturación anual en la quincena anterior a San José.
Desde la Federación Empresarial de Hostelería de Valencia (FEHV) aseguran que las empresas habían realizado ya las compras de productos y materia prima y habían realizado las contrataciones de personal que ahora mismo no van a poder mantenerse. Cabe resaltar que el año pasado el 60% de los empresarios hosteleros reforzaron personal.
La FEHV hace un llamamiento a las administraciones a que pongan en marcha medidas de ayudas y flexibilización fiscal y laboral a las empresas que puedan permitir ayudar a paliar esta difícil situación, que se suma al complicado contexto que tendrá lugar durante las próximas semanas con el descenso de las llegadas de turistas internacionales a las puertas de la Semana Santa.
Mientras, el sector hostelero llevaba días ya registrando un descenso de clientes especialmente por la bajada de turistas internacionales, principalmente de Italia y asiáticos y las cancelaciones provocadas por las anulaciones de ferias y congresos que ya han venido lastrando el funcionamiento habitual de los establecimientos durante este mes.
Por último, desde la FEHV mostrar nuestra solidaridad con todos los colectivos implicados en la fiesta fallera y especialmente los representantes de las Fallas, y agradecer el trabajo que durante todo el año desarrollan las comisiones para que la fiesta pueda realizarse.
Por otro lado, lo más aproximado a un informe sobre el impacto económico global de la fiesta lo presentó hace ya más de una década la Interagrupación de Fallas, que ya por entonces estimó en 600 millones de euros la repercusión económica directa e indirecta.
La anulación de toda la agenda de actos y la actividad en los casales arruinará sus previsiones de ingresos para estos días; si las reservas hoteleras ya estaban cayendo a un ritmo del 20% debido al coronavirus según la patronal Hosbec, ahora se espera que se multipliquen las cancelaciones.
El sector más expuesto tanto por facturación como por cantidad de trabajadores afectados es el de la hostelería. Según el mencionado estudio de la Interagrupación, cerca del 80% del impacto económico de la fiesta se produce en este sector.
De hecho, en los cinco días grandes de la fiesta, desde la plantà hasta el 19 de marzo, el turismo aumenta hasta un 41% y la media de visitantes visitantes diarios en el Cap i Casal ronda el millón de personas, según un estudio reciente del Ayuntamiento de Valencia.
En los 761 monumentos grandes y pequeños que iban a ser plantados en los próximos días, algunos de los cuales ya están a medio montar con los primeros ninots, las comisiones se han gastado este año casi ocho millones de euros. Los artistas tendrán ahora que retirarlos de las calles y, sobre todo, buscar una alternativa para almacenarlos o deshacerse de ellos, ya que tampoco habrá cremà a no ser que se materialice la idea de Ximo Puig de celebrar las Fallas dentro de algunos meses.
Otro de los sectores más perjudicados es el de la pirotecnia, tal vez el más dependiente de las Fallas de entre todos los que se verán afectados con la suspensión. Desde los diecinueve días de mascletà en la Plaza del Ayuntamiento hasta los pequeños fuegos artificiales que contratan las comisiones o la venta de petardos en comercios especializados, pasando por los grandes castillos de València, representan la mayor parte de la facturación anual de estas empresas.
Con la celebración ya en marcha, el problema para ellas ya no será solo encontrar una alternativa para los disparos frustrados, sino qué hacer con un material que difícilmente se podrá utilizar en otra celebración.
Tampoco es desdeñable el perjuicio para las empresas promotoras de las ferias taurinas de Fallas y la Magdalena en València y Castelló, que ya han avanzado que la cancelación de las fiestas implica también la suspensión de los respectivos festejos taurinos.
Los pirotécnicos lamentan el aplazamiento de las Fallas de València y la Magdalena de Castelló por la epidemia del coronavirus como un "gran golpe económico" que incluso podría llevar al cierre de empresas por el trabajo perdido de todo el año. "El desánimo es total", manifiesta Ricardo Caballer hijo, de la pirotecnia Ricasa.
Tras la decisión de posponer las fiestas, a cinco días de la 'plantà' de las fallas en València, el sector advierte de un impacto millonario y de despidos si no se retoman los disparos en unos meses, sumado a los problemas de almacenamiento por la restricción a la pólvora como material peligroso.
Pirotécnicos como los Ricardo Caballer o Reyes Martí coinciden a Europa Press en que, aunque lo primero es la salud, se podrían haber mantenido los actos de fallas de barrio y suspender solo las 'mascletaes' en la plaza del Ayuntamiento o los fuegos artificiales. "Es una decisión muy ambigua, pero no podemos hacer más que aceptarla", se resigna el gerente de Piroval, Guillermo Rodríguez.
A la espera de la evolución del coronavirus, avisan que no sería bueno que las Fallas coincidieran con las Fogueres de Alicante a finales de junio, pues "los trabajadores son los mismos". "Es muy fácil decir 'hasta el año que viene', pero ¿qué hacemos hasta entonces?", se pregunta Ricardo Caballer hijo, para recordar que suspender las fiestas no implica que la gente no salga a la calle.
Ricasa, centenaria pirotecnia con presencia en más de 20 países, también se enfrenta a problemas al margen de las Fallas por las ventas de material a países como Japón o Estados Unidos. "Es un desastre muy grande para todo el sector", subraya su responsable, y alerta que "es un problema más grande de lo que parece".
Con "almacenes llenos de pólvora y trabajadores sin cobrar", Ricardo Caballer padre lamenta que no podrán subsistir si no se retoman los disparos porque tienen "todo el capital invertido en las Fallas". En cifras, calcula un mínimo de 6.000 euros destinados a pirotecnia por las 400 fallas.
Este histórico pirotécnico lamenta así que "se ha paralizado todo cuando venían los días de más alegría, movimiento, ventas, petarditos...". "Es una fiesta que se quema y tiene que empezar de nuevo; es la vida de la pirotecnia valenciana, el balón de oxígeno de todo el año son las Fallas".
El sector de las flores estima unas pérdidas de 5 millones de euros por el aplazamiento de las Fallas debido a la epidemia de coronavirus, según han asegurado este miércoles la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja) y la Asociación Profesional de Flores, Plantas y Tecnología Hortícola de la Comunidad Valenciana (Asfplant).
Estas entidades reclaman en un comunicado que las administraciones pongan en marcha medidas que permitan compensar al sector de las flores por "el grave impacto económico que va a sufrir".
Según una primera estimación de urgencia efectuada por el colectivo de floricultores, mayoristas y floristas, las pérdidas totales ocasionadas por "la súbita cancelación de los pedidos ascienden a 5 millones de euros".
Ese cálculo tiene en cuenta los más de 200.000 ramos de flores, sobre todo de claveles, que se van a dejar de vender para su empleo en las ofrendas y actos falleros de València y otras localidades que celebran las Fallas.
El sector advierte de los perjuicios derivados tanto de la adquisición o cultivo del material vegetal en los viveros, como de su corte, conservación en agua, transporte y elaboración de ramos.
Las empresas ya se encontraban desde inicios de marzo en plena campaña de preparación de ramos y, por ello, "el sector lamenta que la decisión de aplazar las Fallas no se haya tomado con una mayor antelación, antes de asumir los necesarios gastos en plantas y salarios".
"Ante la enorme incertidumbre y preocupación que existe entre las empresas afectadas, AVA-Asaja y Asfplant les muestran su apoyo y mantendrán contactos con las administraciones a fin de lograr compensaciones para un sector que tiene en las Fallas uno de los momentos de mayor facturación del año", finaliza el comunicado.