VALENCIA. ARVET (Asociación de Exportadores de Transformados), que agrupa a los sectores de limpieza e higiene, equipamiento de baño, ferretería, materiales de construcción y maquinaria, ha abierto se tercera delegación comercial en el extranjero, esta vez en Panamá, sumándose a las que ya tiene en Colombia y Rumania.
“El principal objetivo de la nueva oficina comercial en Panamá es ayudar a los asociados que quieran introducirse en el país, o los que quieran utilizarlo como plataforma comercial para exportar al resto de Latinoamérica y Centroamérica”, ha afirmado Vicente Llatas, presidente de ARVET.
La delegación estará ubicada en Ciudad de Panamá y, desde allí, se atenderán las necesidades y acciones comerciales de los asociados de ARVET en el país, gracias a un equipo local liderado por Loure Calles, directora de ventas de ARVET en Panamá, que cuenta con una dilatada experiencia en Marketing y Ventas.
La principal actividad que se va a llevar a cabo desde ARVET Panamá es el Sicomex Panamá (Servicio de Acceso, Implantación y Consolidación en el Extranjero), con el que un grupo reducido de empresas españolas, a través de ARVET, podrán conocer las características comerciales del país, adecuar su producto al mercado elegido, conocer quién es su competencia y sus ventajas, conocer a los potenciales clientes, vender y fidelizar a clientes. En concreto, en el Sicomex de Panamá participan 6 empresas españolas.
Y es que Panamá se ha convertido en los últimos años en un destino estratégico para las empresas españolas, donde muchas compañías se ubican por su posición geográfica, lo que les permite acometer desde el terreno otras zonas, especialmente Costa Rica, EL Salvador, Honduras y las Islas del Caribe.
Y es que además de su ubicación geográfica, la economía panameña tiene otros atractivos como el crecimiento exponencial de su economía, que en 2015 creció el 5,9% y tiene una previsión de crecimiento del 6,2% para 2016, convirtiéndose en el crecimiento económico más alto en América Latina y el Caribe. Además, en el país la pobreza ha disminuido del 40 por ciento de la población en 2007 a menos del 25 por ciento hoy en día y la clase media ha crecido del 30 por ciento a más del 40 por ciento.
Y es que Panamá se ha convertido en un destino excelente para las empresas que desean internacionalizarse. A la ventaja de hablar el mismo idioma, se suman otras que hacen del país un área de comercio excepcional.
En primer lugar, dispone de la zona libre de Colón, una zona que está exenta de impuestos y permite exportar desde allí a cualquier parte del mundo. Esta área es actualmente la mayor zona franca de América y la segunda del mundo después de Hong Kong.
Respecto a los impuestos, el IVA, el IS o el IRPF son mucho más bajos que los de otros países de la zona. Además, el dólar es la moneda oficial, por lo que Panamá no controla el cambio de moneda ni restringe envíos monetarios al extranjero, incluyendo dividendos, intereses, ganancias de sucursales y royalties. Del mismo modo, cuenta con un sector bancario sólido: compuesto por cerca de 100 bancos, locales e internacionales. Del mismo modo, goza de estabilidad política y seguridad jurídica.
Además, Panamá “está entre las economías más competitivas del mundo, pues el último índice de competitividad global del Foro Económico Mundial sitúa a Panamá entre los 40 países más competitivos del mundo y el segundo de Latinoamérica (solo superado por Chile)”, ha añadido Vicente Llatas.
Entre los puntos fuertes de la economía panameña, el informe destaca la buena infraestructura de transporte, especialmente en puertos, su estabilidad macroeconómica, la eficiencia de sus mercados financieros y la apertura a la inversión extranjera directa.
Del mismo modo, el mercado doméstico panameño también tiene aspecto interesantes para las empresas, como que el ingreso nacional bruto per cápita es de 11.130 dólares, el más alto de América Latina y Caribe.