VALÈNCIA. Últimos días antes de que, previsiblemente, se llegue a un acuerdo en la Generalitat Valenciana sobre las bases para los procesos de estabilización del personal interino de la administración valenciana. El viernes se celebrará la mesa sectorial de Función Pública donde la Conselleria que dirige Gabriela Bravo espera poder aprobar los baremos que regirán las convocatorias de 3.094 plazas, cuyo objetivo final es reducir la temporalidad en la administración, que representa el 32% de la plantilla.
A la cita se llegará con un borrador encima de la mesa, y no espera grandes modificaciones. Y el texto, al que ha tenido acceso este diario, premia la antigüedad de los empleados en la administración. Por un lado, el grueso de las plazas que saldrán a convocatoria en la OPE, las ocupadas por interinos en los tres años anteriores al 31 de diciembre de 2020, tendrán que pasar por un proceso de concurso-oposición, como marca la ley aprobada por el Congreso a finales del año pasado.
En estos procesos, la oposición supondrá el 60% de la nota, mientras que el otro 40% corresponderá a la fase de concurso. Y es en esta fase donde la experiencia tendría un peso muy considerable de salir adelante el baremo: hasta el 80% de la parte del concurso, o lo que es lo mismo, hasta 32 puntos respecto al total. Se otorgarán 0,18 puntos por mes trabajado en un puesto de la administración similar al que se opte, 0,06 por mes en el caso de puestos distintos, y 0,05 por mes en puestos similares de otras administraciones.
Los otros ocho puntos de la fase del concurso se obtendrían de la siguiente manera: hasta 3 puntos por exámenes aprobados en oposiciones de la última década a puestos similares -1 punto por examen-, hasta 2 puntos por titulaciones académicas iguales o superiores a las exigidas -1 punto por título-, hasta 5 puntos por conocimiento del valenciano, 2 puntos por idiomas comunitarios, y otros 2 en concepto de cursos de formación.
En el caso de que haya empate tras todo el proceso de selección, señala el borrador, "se atenderá, en primer lugar, a la mayor puntuación obtenida en la fase de oposición, y si persistiese el empate, se dirimiría a favor de la persona con mayor antigüedad" en el puesto. Si aún así persiste el empate, se primará por este orden la experiencia, los exámenes aprobados, las titulaciones, el conocimiento del valenciano, de otros idiomas y la formación.
A parte se tratan los procesos de estabilización para plazas de interinos ocupadas ininterrumpidamente con anterioridad a 2016, tal como marca la ley estatal. Estas plazas se convocarán sólo por el proceso de concurso. Y aquí, el 60% de la nota corresponderá a la experiencia: 0,32 puntos por mes trabajado en un puesto de la administración similar al que se opte, 0,11 por mes en el caso de puestos distintos, y 0,08 por mes en puestos similares de otras administraciones.
El otro 40% de la puntuación se completará con "otros méritos". Los exámenes aprobados en oposiciones a plazas similares en la última década otorgarán 4 puntos por prueba hasta 12 puntos; las titulaciones académicas exigidas o superiores supondrán 4 puntos hasta un máximo de 8; el valenciano supondrá hasta 15 puntos según el nivel; los idiomas comunitarios, hasta 4 puntos; y los cursos de formación, hasta 10. Y se seguirá el mismo orden para dirimir sobre los empates.
Por lo que se conoce hasta el momento, no existe unanimidad al respecto en la representación sindical. Por un lado a priori UGT y CCOO apoyarían la propuesta. Si bien este jueves la primera organización sindical ha convocado una asamblea para consultarlo con sus afiliados, fuentes consultadas por este diario insisten en que la posición de partida es favorable a los criterios mencionados.
Hay que recordar que UGT se opuso al decreto de la Conselleria para reducir la temporalidad, pero en relación a la cantidad de plazas que saldrían en las convocatorias -la consideran insuficiente- y no por los baremos de puntuación. Por su parte, CSIF e Intersindical rechazan la propuesta de baremos de Función Pública. Ahora bien, presumiblemente saldrá adelante dado que lo obligatorio era la negociación con los representantes sindicales, no la unanimidad.