MADRID (EP). Un 43% de los españoles que afirman ahorrar invierte todo o parte de sus ahorros en algún producto financiero, una dato que supera en 12 puntos porcentuales el registrado hace un año, según el último barómetro de inversión de Popcoin, el gestor digital automatizado de inversiones de Bankinter. El 71% de los encuestados para el estudio aseguró que prefería la gestión activa frente a la pasiva o indexada, mientras que un 59% solo estaría dispuesto a invertir en el euro, frente al resto de divisas.
El barómetro también concluye que los objetivos de los españoles al realizar esta inversión se focalizan prioritariamente en la conservación del capital, frente a obtener una gran rentabilidad. En esta misma línea, al ser preguntados por la rentabilidad esperada, la mayoría de los encuestados, un 41% de ellos, han respondido que estarían satisfechos con obtener un beneficio del 5% respecto a la cantidad invertida, mientras que un 24% se conformaría con batir la inflación.
Por edades, y de forma contraria a la tendencia general, un 71% de los menores de 24 años se decantaría por la gestión pasiva frente a la indexada, a lo cual se suma que un 73% estaría dispuesto a invertir en cualquier tipo de divisa. Además, la mayoría de los inversores menores de 44 años prefiere la inversión digital a la presencial en una oficina, aunque destacan las franjas de edad de entre 25 y 34 años (56%) y en la de 18 a 24 años (52%). Asimismo, el porcentaje de menores de 24 años que prefiere realizar sus inversiones a través del móvil o el ordenador se ha incrementado en 14 puntos porcentuales respecto a los datos registrados en el mismo estudio realizado hace un año.
Otra de las conclusiones del n es el incremento del número de pequeños inversores respecto a aquellos que invierten más de 10.000 euros. Si bien estos eran mayoría en 2018, su número se ha reducido hasta el 47%, mientras que el porcentaje de pequeños inversores se ha incrementado en tan solo un año en cinco puntos porcentuales, hasta alcanzar el 48%.
Esta tendencia, sumada al incremento de ahorradores que han decidido invertir en distintos productos financieros supone que, a lo largo de 2019, la mayoría de los nuevos inversores no han sido grandes patrimonios sino ciudadanos con una capacidad financiera media.