ELCHE. Hace un escaso mes que el alcalde Carlos González anunciaba de forma inesperada para todos la decisión adoptada en la Junta de Gobierno del 30 de septiembre por la que Elche se postularía para acoger la Agencia Espacial Española. Un runrún que se había escuchado por el Cap i Casal hacía meses, pero que se había disipado. Desde la aprobación de la Junta, el Ayuntamiento ha trabajado a destajo a través de la empresa municipal Pimesa para montar una candidatura que a pesar de haber sido de las últimas, presentada casi a 'fascículos', cumple con todos los requisitos establecidos por el Gobierno. Y tiene otros factores colaterales como el tamaño, la zona geográfica o el clima, que desde el sector hacen que se vea como una propuesta firme, entre las dos o tres con posibilidades reales. Se presentará este lunes 7 de noviembre, coincidiendo con el final del plazo.
En este sentido, hay que remontarse al menos a unos días antes de la aprobación en Junta, al evento de Opendir en Alicante que reunió a empresariado y también profesionales e instituciones del ámbito espacial. En la tradicional cena con todos los asistentes, el regidor y edil de Promoción Económica, Carles Molina inclusive, surgió el tema y se puso de relieve el potencial de Elche por distintos ámbitos, por lo que finalmente se abordó la posibilidad en el seno del equipo de gobierno y se anunció que se acordaba presentar candidatura. A partir de ahí, la sucesión de los acontecimientos aceleró, y el día que Puig visitó la ciudad para firmar el convenio de los 43 millones de la deuda por los terrenos de la UMH, preguntado por la recién anunciada candidatura, el president confirmó taxativamente que se apoyaría Elche —la propia Aitana Mas lo había declarado así un par de días antes—. El mismo día que trascendía que Castellón se iba a postular para la sede. De hecho, en la Generalitat se estaba trabajando para formar una comisión de trabajo en la que decidir dónde, con València y Castellón como opciones, y cómo articular la Agencia. El movimiento de Elche cogió a personal de consellerias a pie cambiado.
Un adelanto de la jugada, voluntario o involuntario, que ha hecho que Elche sea finalmente la candidata, respaldada por el grueso de entidades sociales, económicas, profesionales y cívicas, a nivel local y autonómico, así como por supuesto del Consell. Un hecho que también ha hecho que la candidatura se construyera desde la ciudad, y no desde la Generalitat, como se ha hecho por ejemplo con la Agencia de la Inteligencia Artificial (Aesia), presentada oficialmente el viernes, toda vez que el jueves se hizo lo propio en la ciudad ilicitana. Un detalle que González dejó caer en la presentación con "una ciudad muy trabajadora" respecto al relato de que la ciudad se ha desarrollado tradicionalmente por medios propios.
Por tanto, ha sido un mes intenso de trabajo en coordinación con altos cargos de distintas consellerias, sobre todo de Innovación, para sumar apoyos y anotar recomendaciones de colectivos, grupos o empresas que sumar a la candidatura, siguiendo también las orientaciones del sector. Una propuesta que se entregará este lunes 7 de noviembre, fecha límite para presentar el documento al Gobierno, y que se ha encargado de elaborar el gerente de Pimesa, Antonio Martínez, quien junto a su equipo en el medio municipal atesora experiencia en la elaboración de este tipo de candidaturas, después de haber trabajado para la captación de fondos europeos como los Edusi o recientemente los Next Generation.
El jueves, en la presentación junto al Consell en el salón de plenos, Martínez, como también hizo el alcalde, presentó los ejes de la propuesta, aunque con aspectos más concretos. Además de lo ya conocido de las conexiones por aeropuerto, carretera o Alta Velocidad, así como el edificio del Campus Tecnológico y el entorno del Parque Empresarial con 700 empresas, incidió en el ecosistema educativo con cinco universidades, tres en la ciudad, al que también acompañan colegios públicos, concertados y privados. El Ayuntamiento ha hecho un estudio del mercado inmobiliario en 20 kilómetros a la redonda y ofrecerá un programa de de acompañamiento para facilitar la llegada y asentamiento de las familias. Una de las claves que ya se conocían. La ciudad receptora de la Agencia tendrá que facilitar esta cuestión, así como el mantenimiento y gestión del inmueble donde se instale, ya que la Agencia nacerá sin dotación presupuestaria. Una presentación concisa, "con apreciado cansancio", bromeaba el gerente de Pimesa, después de haber priorizado esta cuestión durante un mes.
Un acto, por otra parte, al que de las firmas espaciales ilicitanas tan solo acudió Emxys, ya que PLD Space no compareció para mostrar 'neutralidad', al haber sido la empresa una de las cartas que han jugado no solo la candidatura de Elche, también la de Huelva o Teruel. Hubo representación de la Universidad de Alicante y la Universidad Miguel Hernández, aunque no de otras de la comunidad, así como tampoco el consorcio Valspace u otras firmas espaciales que se mencionaron de València y Castellón y que por tanto se presume que figuran en el informe de la candidatura. Durante el mismo se mostró un vídeo sobre la misma, incidiendo también en los parajes naturales, el ámbito cultural y por supuesto las conexiones, cuestiones que no son baladís, y que por ejemplo fueron claves, junto al tamaño, para amarrar el foro espacial de 2023 de la Agencia Espacial Europea en el Centro de Congresos. Algo que ya se estaba trabajando desde 2019 discretamente, pero que colateralmente suma para la propuesta porque muestra que ya existe un tejido local referente.
En este sentido, desde el sector espacial consultado por este medio ven la opción de Elche como una candidatura fuerte, "sólida y creíble, otras no". "Viendo lo que he visto y lo que se pide, comparado con otras, si no ganamos estaremos en la final", señala uno de los profesionales. Aparte de cumplir con los requisitos, con un edificio de aspecto vanguardista, ven importantes otras cuestiones como el hecho de que sea una ciudad media, más 'manejable', "vivir es más fácil, puedes hacerlo en Alicante, Elche, Santa Pola o interior, y el acceso al Campus es muy sencillo, sin atascos y carretera de doble carril. Además es un edificio que está muy bien para oficinas".
A ello hay que sumar que no tiene una, sino dos conexiones de AVE, "se podría incluso teletrabajar y venir uno o dos días a la semana con ida y vuelta la misma jornada". Y con el aeropuerto hay conexiones a todas las ciudades exigidas y a otras porque con la Agencia Espacial, como cuando acude la Europea a centros españoles, habrá viajes desde otras ciudades como puedan ser Darmstadt (Alemania) o Frascati (Italia), donde hay sector espacial con el que se suele colaborar. A ese respecto, la ubicación escogida cuenta con capacidad hotelera a unos minutos en el propio Parque o a menos de media hora en Elche o Alicante. No hay que olvidar que desde la secretaría de Estado se indicó como relevante el aspecto de la acogida al funcionariado, algo más de 60 trabajadores y sus familias, por lo que cuestiones que pueden parecer más importantes a nivel de industria, en realidad podrían no ser tan decisivas. Hay que tener presente que se trata de una sede administrativa.
Una plantilla que procede principalmente del Ministerio de Defensa y de Ciencia, aunque también de otros como Fomento y Economía. "Que la Agencia y organismos como el CDTI e INTA puedan contar con el equipo y capacidades adecuadas será clave. Así como darles el máximo confort a nivel de instalaciones, facilidades y comunicaciones, que es lo que más preocupaba", explica otra fuente consultada.
Frente a otras alternativas, presenta mejores conexiones que el resto de ciudades medias, que podrían perder puntos por la falta de infraestructuras —Teruel ha amenazado con recurrir el proceso, porque eso ya la podría dejar fuera, amén de que sí cumplen por ejemplo con el ítem de paliar la despoblación—, y las que suenan más fuerte son Tres Cantos, con mucha industria espacial, aunque algunos la dan por descartada porque al estar en Madrid no habría tal descentralización, y Sevilla, que tiene firmas importantes espaciales como Alter Technology, pero sobre todo un clúster aeronáutico —no tan centrado en lo espacial, que es la rama específica, y que ya tiene cierta presencia en Elche—, con plantas como las de Airbus y otras alrededor del Parque Científico y Tecnológico Cartuja. Eso sí, el problema de capitales como Sevilla es precisamente la incomodidad para moverse por allí, aparcamientos, etc., según algunos de estos profesionales, en comparación con una ciudad más pequeña.
En todo caso, no se puede perder de vista que la decisión final será política. De hecho estos días el sector andaba reunido en Madrid y una de las cuestiones con las que se especulaba es que el Ejecutivo podría incluso apostar por una ciudad que no se haya presentado, aunque parece inverosímil después de lo que están moviendo todas las candidatas. Algunas fuentes apuntan a que no se puede perder de vista candidaturas como las de Ciudad Real, que por desplazamiento desde Madrid es asumible y podría cumplir con el objetivo de combatir la despoblación en el entorno.
Y en esa decisión política, está el runrún que en más de un ámbito se ha planteado estos días, y es la duda de si el Ejecutivo central estaría dispuesto a descentralizar no una sino dos agencias de este tipo en una misma Comunidad y provincia, sumando además de la Agencia Espacial la Agencia de Supervisión de la Inteligencia Artificial, la Aesia. La mayoría lo ve con reticencias, y cree que la decisión se podría tomar teniendo en cuenta compensaciones políticas, para no descentralizar en un mismo punto. Tanto las candidaturas de Elche como de Alicante se ven potentes, se dice que precisamente con la competencia de dos capitales andaluzas, Sevilla y Granada respectivamente. Algunas fuentes creen que la apuesta por una supondrá la decantación de la otra en la otra comunidad, a modo de moneda de cambio, porque la idea central del Gobierno es distribuir organismos relevantes por todo el territorio.
Sea como fuere, por ahora no son más que quinielas o intuiciones, lo único seguro es que la decisión será política y que la candidatura ilicitana, a pesar de su inicio relativente atropellado, ha generado un consenso amplio, uno de esos 'proyectos de ciudad', y el Consell se ha volcado en ella. La captación de la misma podría generar otras oficinas y proyectos auxiliares y seguir incentivando el despegue de Elche como un referente espacial, además de beneficiar el desarrollo e inversión de infraestructuras pendientes. Una misión difícil, pero con candidatura con mimbres sólidos y creíble, según las fuentes del sector consultadas. La suerte está echada.