VALÈNCIA (EFE). El colapso que sufre la Atención Primaria es la consecuencia del fracaso y de la continua falta de planificación de un sistema cuyos profesionales exigen un "cambio total" para que deje de ser un "campo de batalla" cuya necesidad más urgente es "tiempo" para atender al paciente.
Esta es una de las conclusiones a las que se ha llegado en el encuentro informativo organizado por la Agencia Efe y la Asociación de Derecho Sanitario de la Comunidad Valenciana (ADSCV) para abordar los retos futuros de la atención primaria, que se vio completamente colapsada durante la pandemia.
A juicio del presidente del Consejo de Enfermería de la Comunidad Valenciana (CECOVA), Juan José Tirado, la atención primaria "no es resolutiva" por la medicina defensiva que debe practicar el facultativo que muchas veces se siente presionado por los pacientes para solicitar pruebas complementarias posiblemente innecesarias, por lo que también reclama una educación sanitaria para que la gente sepa cómo y cuándo utilizar los servicios sanitarios.
Para el presidente de la Asociación de Derecho Sanitario de la Comunitat Valenciana (ADSCV), Carlos Fornes, el "colapso" de la atención primaria "viene de lejos" y se está "parcheando", a lo que añade que es necesario un cambio total de filosofía, y mientras no se cuente con los profesionales que trabajan en ella "difícilmente va a tener solución".
Por su parte, el presidente del Colegio de Médicos de Alicante, Hermann Schwarz, discrepa en cuanto a la capacidad resolutiva de la atención primaria y defiende que el médico de Familia es, en la actualidad, el "más resolutivo" que tiene el sistema, ya que de los casos que entran en los centros de salud el 96 % queda resuelto y no son derivados a ningún sitio.
No obstante, asegura que más de la mitad de las consultas que se hacen son tareas administrativas y burocráticas, que consumen mucho tiempo al facultativo, por lo que "tenemos que exigir que eso cambie para tener más tiempo. Lo que necesitamos es tiempo para trabajar mejor y dar mayor calidad al paciente".
A juicio de todos los ponentes, el principal problema de la atención primaria es la falta de tiempo, que obliga a citar a los pacientes cada cinco minutos, y la falta de recursos y planificación -por ejemplo estableciendo circuitos paralelos de atención- para generar ese tiempo.
Coinciden en que la atención primaria sufre un colapso endémico propiciado por años de ser la hermana pobre del sistema sanitario, donde la atención hospitalaria se lleva el 62,1 de gasto, farmacia el 16,4, atención primaria el 14,2 y salud pública el 1,8.
Afirman además que esa planificación debe incluir todas las variables que se pueden producir en los próximos años por el envejecimiento de la población.
En su opinión, si la agenda de pacientes es ilimitada, con ratios de 1.500 pacientes por médico y 1.000 por pediatra, "o pones una gestión alternativa y dotas unos servicios paralelos para atender este tipo de demanda, o al médico de Familia, simplemente, no le dejas trabajar".
"Debemos incidir en que se den las condiciones necesarias de una asistencia que te permita hacer una buena praxis", destaca Schwarz, que aboga también por una estabilidad en el empleo y mejorar las condiciones laborales para que los recién licenciados no salgan a trabajar fuera de España.
A este respecto, Tirado indica que si hubiera un ratio suficiente de enfermeras podría evitarse que un alto porcentaje de enfermos crónicos se descompensara y tuviera que acudir al médico, y coincide con el resto de ponentes al criticar la burocratización del sistema y reclamar un cambio en la estructura de la Atención Primaria.
También defiende que en los colegios se ofrezca la asignatura de Educación para la Salud, que permitiría desde edades tempranas "cambiar el chip" a los usuarios de la sanidad.
En su opinión, más que en el incremento de personal, que es necesario, donde se tienen que centrar los esfuerzos en el reducir la carga de trabajo que sufren los profesionales, indica Tirado, quien defiende la puesta en marcha de una ventanilla única que reúna los recursos de las distintas instituciones que pueda precisar el usuario.
A juicio del presidente del Colegio de Médicos de Alicante, es necesario que la administración elabore un mapa específico de las especialidades médicas, para saber dónde están trabajando los distintos especialistas y cómo es la población a la que tendrán que prestar servicio, ya que no es lo mismo tener un cupo de pacientes jóvenes que otro muy envejecido y muchas enfermedades crónicas.
Respecto al Marco Estratégico de Atención Primaria y Comunitaria 2022-2023 presentado por la consellera de Sanidad, Ana Barceló, los tres coinciden en la necesidad de que documentos como este tengan un "consenso", algo que afirman que no ha existido.
Según Hermann Schwarz, ni los colegios de médicos ni las sociedades científicas han sido consultadas para la elaboración del texto que, asegura, contiene "generalidades" y algunas cuestiones que "chocan claramente con la legislación actual".
Tampoco marca los límites de qué cosas pueden o no atenderse a través de la telemedicina, lo que a su juicio podría poner en riesgo no solo la responsabilidad profesional del medico, sino "lo más importante, a los pacientes".
Respecto a la posibilidad que incluye el plan de que los centros de salud estén dirigidos por profesionales de Enfermería, Swartz afirma que en actual Ley de Ordenación Sanitaria, la categoría profesional de médico tiene las atribuciones más altas en cuanto a la organización sanitaria.
En este punto, Tirado discrepa y señala que la profesión de Enfermería tiene plena competencia técnica y científica y cuando se habla de gestión debe primar una cuestión "de mérito y de capacidad. Puedes ser muy buen médico o enfermera pero muy mal gestor o gestora".
Al paciente le da igual quien dirija un centro sanitario, "lo que quiere es que le atiendan", señala Carlos Fornes, que lamenta que desde la administración hayan declinado participar en este encuentro para hablar del documento.