MADRID. El yen japonés fue el ganador indiscutible en el mercado de divisas la semana pasada, ya que la insinuación del Banco de Japón de que está listo para empezar a normalizar la política monetaria hizo que la divisa se disparase. El otro protagonista fue el el dólar estadounidense y su repunte, ya que los tipos de interés subieron tras un sólido informe laboral que sugiere que la Reserva Federal no recortará los tipos a corto plazo. La divisa se apreció frente a todas las del G10 (excepto el yen). El buen comportamiento de las monedas latinoamericanas merece una mención especial, ya que lograron contrarrestar la tendencia hacia un dólar más fuerte y continuaron con su fuerte rendimiento de 2023.
Esta semana promete estar repleta de acción. El martes se publicará el informe económico más importante a nivel mundial: la inflación estadounidense correspondiente a noviembre. A esto le seguirá la última reunión del año de los principales bancos centrales: la de la Fed el miércoles, y la del BCE y el Banco de Inglaterra el jueves. Por último, el viernes se publicarán los índices PMIs de actividad empresarial relativos a diciembre en las principales áreas económicas. A finales de esta semana deberíamos tener una idea mucho más clara de las tendencias económicas, inflacionistas y monetarias que se producirán en 2024. Prepárense para la volatilidad.
La semana pasada se conocieron más noticias desalentadoras sobre la economía de la eurozona. Los datos de las fábricas alemanas y las ventas minoristas de la eurozona correspondientes a octubre no cumplieron con unas expectativas ya de por sí bajas.
En general, se espera que el BCE mantenga sin cambios su política monetaria en la reunión de diciembre, pero la clave estará en el grado de resistencia frente a las expectativas del mercado de un recorte en marzo del año que viene. Aunque esto es mucho antes de lo previsto para los recortes de otros bancos centrales, las malas noticias económicas parecen justificar una política prudentemente moderada del BCE, siempre que continúe la tendencia desinflacionista.
Es difícil exagerar la extraordinaria resistencia de la economía estadounidense al ciclo de subidas de tipos más rápido de la historia. El informe de empleo de noviembre sorprendió al alza y sugirió que el mercado laboral sigue funcionando a pleno rendimiento. La creación de empleo, el desempleo y el crecimiento salarial fueron mejor de lo esperado.
Los tipos retrocedieron ligeramente y el dólar repuntó tras los datos, pero los mercados se centran ahora en el informe de inflación y en la reunión de la Reserva Federal de esta semana. Una pausa en la tendencia desinflacionista, seguida por la oposición de la Reserva Federal al calendario de recortes de tipos previsto por el mercado (que ahora se adelanta bastante a las previsiones del “diagrama de puntos” de la Fed), podría apoyar al dólar esta semana.
Esta será una semana inusualmente ajetreada para la libra. La reunión de diciembre del Banco de Inglaterra estará precedida por dos publicaciones macroeconómicas clave: el informe sobre el mercado laboral (martes) y el dato mensual del PIB (miércoles), ambos correspondientes al mes de octubre.
Se espera que el Comité de Política Monetaria mantenga los tipos sin cambios, pero creemos que intentará oponerse a las expectativas del mercado de un recorte total en la primera mitad de 2024. Creemos que tanto los datos como los comunicados del banco central respaldarán a la libra, ya que subrayarán la resistencia de la demanda y el alto crecimiento salarial que deberían mantener los tipos del Reino Unido más altos durante más tiempo que en otros lugares.
Enrique Díaz-Álvarez es director de Riesgos de Ebury