VALÈNCIA. Atitlan da gas a su negocio de pistachos. El grupo empresarial ha comprado a la compañía castellanomanchega Agnbro Capital 800 hectáreas para el cultivo de este fruto, lo que le permitirá gestionar cerca de 3.200 hectáreas. Un movimiento que se enmarca en la estrategia de la compañía de alcanzar las 4.000 hectáreas tras una fuerte inversión de 100 millones de euros. Pero, además, junto a otros productores, promoverá la procesadora de pistachos más grande de España.
De esta forma, la firma propiedad de Roberto Centeno y Aritza Rodero amplía el volumen de producción de su marca Elaia, que actualmente opera más de 2.000 hectáreas de pistacho en diferentes localizaciones de la Península Ibérica. No obstante, el empresario José Tomás Pérez, propietario de Agnbro Capital, seguirá vinculado al proyecto como socio y asesor técnico, según explican fuentes de Atitlan.
Una alianza que permitirá al grupo valenciano asociarse con un gestor de amplia experiencia en este fruto seco, con plantaciones de hasta seis años de antigüedad, repartidas entre Madrid, Toledo y Albacete. De hecho, toda la superficie plantada hasta el momento por Atitlan se dividía en 10 fincas, que se ubican en su mayoría precisamente en Toledo y una única en Aranjuez (Madrid).
Además, el acuerdo incluye la participación de Agnbro Capital, junto a otros productores, en un proyecto para desarrollar la procesadora de pistachos más grande de España. La planta estará ubicada en la provincia de Ciudad Real y tendrá capacidad para tratar más de nueve millones de kilos al año. La inversión será de cerca de 9 millones de euros en una primera fase, con posibilidad de ampliación en función de la evolución del negocio. Su construcción está prevista que arranque a lo largo del próximo año 2024.
Con esta operación, Atitlan acelera su apuesta por el pistacho, cuyo cultivo inició en 2022. Y es que, como explicó hace unos meses a este diario Francisco Llopis, director de inversiones de Atitlan, su objetivo ahora es acometer inversiones a largo plazo y el pistacho es un buen ejemplo de ello. Este fruto de cáscara tarda una media de entre 5 y 6 años en entrar en producción llegando a máximos rendimientos en nueve años, cuando Atitlan prevé rentabilidades sobre los dos dígitos. También acompañó para decantarse por este cultivo factores demográficos y de consumo.
La plataforma Elaia cuenta actualmente con más de 2.400 hectáreas, casi la mitad ya transformadas. A nivel varietal, se ha apostado principalmente por Sirora, reconocida por su alta productividad y homogeneidad en la producción. El objetivo que se fijó el grupo era alcanzar las 4.000 hectáreas en 2025 e invertir 100 millones.
A día de hoy, el 90% de la producción mundial de pistacho se concentra en EEUU e Irán, por lo que el objetivo es hacer un fruto de proximidad y erigirse como el mayor productor a nivel europeo. "Este acuerdo con Agnbro Capital demuestra la capacidad del grupo para asociarse con especialistas, en este caso en pistacho, y para desarrollar de manera conjunta proyectos más ambiciosos y de mayor impacto social y económico", destaca Llopis. Por su parte, José Tomás Pérez remarca que contar con un socio comprometido con este sector y con visión a largo plazo es "el binomio ideal para explotar toda la cadena de valor del pistacho".
Lo cierto es que Atitlan está presente en el sector primario desde 2007 cuando entró con la marca Elaia, con más de 20.000 hectáreas de olivo y almendro. No obstante, desde el pasado año la firma cambió su estrategia con la venta de sus olivos al grupo andaluz De Prado y su entrada en el pistacho. Y, desde entonces, no ha dejado de crecer esta división.
Además, a finales de 2019, Atitlan compró Frutas Romu, dedicada al cultivo de cítricos, que en estos momentos opera más de 1.500 hectáreas y que también está en pleno proceso de transformación. Y es que el grupo ha decido acometer un plan de reconversión varietal con el foco puesto en productos de mayor valor añadido como las royalty, así como en referencias más ligadas a tendencias de consumo creciente como el pomelo y el aguacate, sustituyendo aquellas variedades comercialmente obsoletas y con márgenes negativos o muy bajos.
También tiene otros cultivos como almendras, limones, pomelos o aguacate. Así, en este momento, el 62% del total de sus hectáreas están dedicada al pistacho; el 18% a la clementina; el 16% son naranjas; el 3%, aguacate; y solo el 1% es cultivo de pomelo.
