MADRID (EP). El estrés de los mercados financieros españoles ha experimentado una tendencia "levemente alcista" entre junio y septiembre de este año y se ha situado entre el 0,23 y el 0,30, siendo el 0,27 el nivel que separa el nivel de estrés bajo del medio. Así lo ha señalado la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en su boletín trimestral, en el que ha especificado que la razón del aumento del estrés está en los repuntes de los indicadores de volatilidad de los diferentes activos, en un contexto de correlación muy alta en el sistema.
Los principales indicadores individuales se han mantenido relativamente estables en los últimos meses, con mayores oscilaciones en los mercados de renta variable no financiera debido a la volatilidad, que ha originado un aumento del nivel de estrés desde valores del 0,24 hasta el 0,53. El segmento de intermediarios financieros, que había registrado los valores más elevados hasta febrero, experimentó un descenso paulatino hasta el mes de julio y desde entonces ha permanecido en valores de entre 0,30 y 0,40.
Los mercados de renta fija, por su parte, han mostrado niveles de estrés relativamente estables en los últimos meses en torno a 0,45, a excepción de un repunte a principios de septiembre derivado del aumento de la volatilidad del bono a 10 años.
Los mercados de renta variable nacionales mostraron ciertos altibajos derivados de la presencia de varias incertidumbres como el riesgo de inflación, la situación en el sector eléctrico y la del gigante chino Evergrande. Así, el Ibex cerró el trimestre en torno a los 8.800 puntos con una caída del 0,3% después de los avances del 6,3% y del 2,8% en el primer y segundo trimestre, respectivamente, con lo que las ganancias anuales acumuladas se reducen hasta el 9%, a la cola de las revalorizaciones en Europa.
Los descensos son aún más significativos en las cotizaciones de las compañías de mediana y pequeña capitalización, que han caído en el trimestre el 2,6% y el 6,4%, respectivamente. La volatilidad del Ibex 35, que había ido reduciéndose progresivamente durante la primera mitad del año, repuntó ligeramente en el tercer trimestre hasta alcanzar un promedio trimestral superior al 15%.
Por sectores, las mayores alzas se concentraron en el de servicios y bienes de consumo, así como en el petróleo, las constructoras y las inmobiliarias. Otros avances se produjeron en las empresas turísticas, animadas por la menor incidencia de la pandemia, y las financieras, gracias a la recuperación del reparto del dividendo en efectivo y la mejora de su actividad en el actual escenario. Por el contrario, las compañías eléctricas y las de fabricación de bienes industriales son las que acumularon mayores pérdidas en este periodo.
En cuanto a la distribución de la contratación de los valores españoles, casi 78.000 millones de euros correspondieron al mercado regulado español de BME, mientras que los más de 73.000 millones de euros restantes correspondieron a otros centros de negociación y mercados competidores.
La contratación de acciones españolas ha retrocedido en torno a un 4% interanual en el mercado regulado y un 0,4% interanual en los centros competidores, lo que ha causado que la cuota de mercado de BME disminuya hasta situarse en el 51,9 %, muy cerca del mínimo histórico del 51,6% alcanzado en el primer trimestre. En promedio diario, la contratación del mercado continuo se situó en 1.192 millones de euros en el tercer trimestre, la más baja en un trimestre de los últimos años.
Los mercados de deuda, que habían iniciado el trimestre con nuevos descensos de tipos en los plazos más largos, lo finalizaron con alzas hasta el nivel de partida por el riesgo asociado al aumento de la inflación. El rendimiento del bono soberano español a 10 años aumentó cuatro puntos básicos en el trimestre, hasta situarse en el 0,46 % a finales de este, en tanto que la prima de riesgo española, que finalizó septiembre en 66 puntos básicos, se sitúa ligeramente por encima de los valores en los que empezó el año.
Tras dos trimestres de revalorizaciones, los mercados de renta variable a nivel global mostraron un avance "más leve" en el tercer trimestre con respecto a los anteriores, con disminuciones en algunos de sus índices. Por regiones, destacó la revalorización de las bolsas japonesas: el Nikkei se anotó un 2,3% y el Topix, un 4,5%, lo que les ha permitido compensar las pérdidas registradas en el trimestre anterior.
Los índices estadounidenses cerraron el trimestre con signo mixto. Mientras que el S&P 500 se revalorizó un 0,2%, el Dow Jones y el Nasdaq cayeron un 1,9% y un 0,4%, respectivamente. En Europa también se registró "cierta heterogeneidad", al avanzar los índices francés e italiano un 0,2% y un 2,3%, respectivamente, frente a la caída del 1,7% en el alemán y del 0,3% en el español. En lo que va de año, sin embargo, todos los del Viejo Continente registran avances. Los mercados bursátiles emergentes tuvieron un comportamiento "relativamente favorable" en el tercer trimestre, aunque se observó más heterogeneidad aún que en los índices de las economías avanzadas.