Ayuntamiento de València: el 28M obligará a una reconstrucción en la derecha o en la izquierda

VALÈNCIA.  Este domingo 28 de mayo tendrán lugar las elecciones autonómicas y locales en la Comunitat Valenciana y en otras regiones de España. Los comicios son la gran cita para todas las formaciones políticas: el momento en el que se presentan al examen de la ciudadanía y donde se decide, no sólo si podrán continuar o poner en marcha sus propuestas, sino también el futuro inmediato de todos los representantes políticos en liza. Aunque en ocasiones hay grises, estas elecciones valencianas se caracterizan por una lucha a cara o cruz entre el bloque progresista y el conservador, aunque según cada fuerza política, pueden observarse matices. Este diario analiza cómo llega cada formación al encuentro con las urnas y cuáles serán los posibles escenarios en función del resultado en este caso en València ciudad.

Una de las principales consecuencias de estos comicios, protagonizados por una ajustada -según los sondeos- lucha de bloques, es que sea cual sea el vencedor, abocará a una obligatoria reconstrucción a su oponente o, como mínimo, a un examen interno de las causas de la derrota y una reflexión sobre el futuro en el Cap i Casal.

Si el bloque de izquierdas vence, ya sea con la continuidad de Joan Ribó (Compromís) como alcalde o con la socialista y actual vicealcaldesa, Sandra Gómez; el PP liderado por María José Catalá en la ciudad, pero también en el ámbito autonómico y nacional, deberá abordar un análisis de por qué no se ha conseguido enjugar la diferencia de un concejal entre los bloques en estos cuatro años. Bien es cierto que todos los sondeos apuntan a que la candidata popular, merced a la absorción de gran parte de Ciudadanos, será la más votada el domingo, pero si el resultado no da la mayoría absoluta sumando con Vox, podrá continuar la izquierda y el sabor será de derrota sin paliativos. 

Es más, sería la segunda ocasión en la que Catalá se presenta estos comicios sin conseguir darle la vuelta al consistorio, pese a contar en esta ocasión con fortísimo apoyo desde Madrid en la campaña y con el constante respaldo del líder nacional, Alberto Núñez Feijóo, quien ya apuntó en su día a que la candidata a la Alcaldía y el cabeza de lista a la Generalitat, Carlos Mazón, disponían de una sola oportunidad con las elecciones del 28M. Bien es cierto que existe la posibilidad de que Catalá gane las elecciones con un buen resultado pero sea insuficiente porque Vox no crece: la dirigente popular podría defender su rendimiento, pero la reflexión sería igualmente necesaria porque significaría que el bloque de izquierdas habría apuntalado su superioridad numérica, lo que sería una muy mala noticia para el PPCV.

Ahora bien, no menor será la reconstrucción y reflexión necesaria en las fuerzas progresistas si Catalá alcanza la vara de mando con Vox. El actual alcalde y candidato de Compromís, Joan Ribó, mostró públicamente sus dudas sobre si presentarse de nuevo a lo largo del anterior mandato, por lo que sorprendería, ya no que se mantuviera en la oposición durante toda la legislatura, sino que lo hiciera un tiempo siquiera. Así, la coalición ha presentado como número dos en la lista a la que ha sido portavoz en Les Corts, Papi Robles, por lo que todo apunta que sería la encargada de dirigir la oposición. En cualquier caso, la coalición valencianista se enfrentaría a un duro proceso de reconstrucción de liderazgos después de haber contado, nada más y nada menos, con una figura tan relevante del alcalde, mientras que su relevo sería una concejal apenas conocida.

Una reflexión intensa también debería producirse en el PSPV-PSOE si el bloque de izquierdas no gana el domingo. La vicealcaldesa y candidata socialista, Sandra Gómez, al igual que Catalá, también se habría enfrentado como cabeza de lista en dos ocasiones a los comicios sin haber podido recuperar un ayuntamiento que se resiste a los socialistas desde su pérdida en 1991. Esto, unido a que en algunos sectores del PSPV se cuestionó en su momento la candidatura de Gómez, podría alimentar la salida de la dirigente socialista, especialmente si el resultado implica que la izquierda pasa a la oposición y que existe un estancamiento del PSPV. Una situación que tendría más matices si el resultado es ascendente y es quien Compromís quien pierde la representación clave para mantener el ayuntamiento. En cualquier caso, si la izquierda pierde el consistorio, también habrá debate en la formación socialista sobre qué hacer a medio y largo plazo en el Cap i Casal.

En cuanto a las otras formaciones en liza; Ciudadanos, con Fernando Giner a la cabeza, tal y como les ocurre en el ámbito autonómico y en toda España, se juega la supervivencia política en estas elecciones. Si consigue representación, posiblemente tendrá la llave y un protagonismo inusitado; si no entra en el consistorio al no superar el listón del 5%, su partido estará condenado a la irrelevancia. Por su parte, Vox, con Juanma Badenas de candidato estará en el ayuntamiento y podría tener un papel notorio si Catalá tiene la ocasión de gobernar, si bien todo apunta a que la candidata del PP preferirá hacerlo en minoría sin integrarle en la sala de mandos municipal. Por último, Podem-EU trata de conseguir que su candidata, Pilar Lima, devuelva la representación en el ayuntamiento a esta formación y sobrepase el 5%, si bien pocos son los sondeos que lo predicen, lo que ha provocado que desde el PSPV y desde Compromís se haya insistido en el "voto útil" en la izquierda para sus formaciones.