VALÈNCIA. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, anunció este lunes que su gobierno adelantará a 2022 la deflactación de la tarifa del Impuesto sobre las Personas Físicas (IRPF) en su tramo autonómico, para evitar que la inflación suponga para los madrileños pagar más impuestos sin haber aumentado su poder adquisitivo. La líder popular hizo pública esta decisión en su intervención en el Debate del Estado de la Región, celebrado en la Asamblea de Madrid, donde realizó más de cincuenta anuncios relacionados con las consejerías de su gobierno.
Ayuso había anunciado esta medida para el año 2023 en todos los tramos del IRPF, pero ahora ha decidido aplicarla también este año para que los madrileños puedan beneficiarse de ella cuando la próxima primavera hagan la declaración de la Renta de este año. La deflactación no supone una rebaja de la carga fiscal, sino que evita que los contribuyentes paguen más sin haber mejorado su poder adquisitivo.
Al contrario que en el tramo estatal del IRPF o en el IRPF de País Vasco y Navarra, la deflactación del tramo autonómico de las CCAA de régimen común no tiene efectos en la retención aplicada a los sueldos, por lo que los contribuyentes madrileños no se beneficiarán hasta que presenten la declaración de la Renta. En las diputaciones forales vascas y en Navarra, donde se aprobaron sendas deflactaciones a principios de año -con el apoyo del PSOE-, sí se bajaron las retenciones.
El Gobierno de Pedro Sánchez se resiste a aprobar una medida que Partido Popular y Ciudadanos le vienen reclamando desde principios de año y que sí tendría efecto inmediato en la renta disponible mensual de los contribuyentes al bajar la retención.
Desde su llegada a la presidencia del PP, Alberto Núñez Feijóo ha insistido en la aprobación de la medida para los tramos más bajos del impuesto, al contrario que la medida anunciada por Ayuso, que beneficia por igual a las rentas altas y bajas. De hecho, este martes el PP buscará apoyos en el Pleno del Congreso para exigir al Gobierno que ajuste al menos los tres primeros tramos del IRPF, así como fijar temporalmente un nuevo mínimo personal exento y actualizar la tabla de retenciones.
El Gobierno de Ximo Puig también ha rechazado la deflactación del tramo autonómico del IRPF, solicitada por PP y Ciudadanos, si bien en los últimos días ha anunciado una reforma fiscal para combatir los efectos de la inflación que afectaría a este impuesto a partir de 2023.
Para vencer la negativa de Compromís, Puig anunció que la medida solo beneficiaría a las rentas medias y bajas. Al igual que ocurre en Madrid, una hipotética deflactación de la escala autonómica del IRPF no supondría una reducción de las retenciones en el sueldo, por lo que su efecto no se notaría hasta hacer la declaración de la renta. Si se aplicara para el año 2023, esto ocurriría en la primavera de 2024.
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