CASTELLÓ. El azulejo modera la caída de su producción en el inicio de año pero la demanda sigue con el freno puesto y el sector ha registrado el peor enero de los últimos cuatro años. La actividad de la industria castellonense ha bajado un 29,6 % en enero. Son veinte puntos menos que en diciembre cuando la cerámica vivió el descenso anual más importante desde la pandemia.
Los datos del Índice de Producción Industrial publicados por el Instituto Nacional de Estadística apuntan un ligero freno en la reducción de los niveles productivos con un aumento respecto a diciembre, pero siguen poniendo de manifiesto que continúa el parón de la demanda, ya que crece respecto a un anterior mes de diciembre que vivió un récord en cuanto al retroceso de su producción, superando incluso la reducción anual abril en 2020, cuando estaba la pandemia.
Las cifras indican una mejora mensual en enero de un 73 % respecto a diciembre, cuando se desplomó la producción un 35 % en cuanto a noviembre. En la comparativa interanual, en enero se produjo la citada caída del 29, 6 %, y en diciembre se llegó al 46 %.
El índice de producción en el azulejo se sitúa en el 78% . Es el doble que en diciembre, aunque esta cifra no se alcanza en un mes de enero desde 2020.
El azulejo acumula 9 meses consecutivos des descensos. Cabe tener en cuenta que las fábricas suelen parar en verano para realizar labores de mantenimiento pero en el ejercicio pasado también lo hicieron en navidad, lo que explica las cifras del Índice de Producción.
Según el balance de Ascer ofrecido en Cevisama, el azulejo perdió un 14 % de facturación en 2023 respecto a 2022, alcanzando los 4.864 millones d euros, especialmente debido a la merma en las ventas en el extranjero.
La producción se situó en 394 millones de metros cuadrados, lo que supone un 21 % menos. No se bajaba de este número desde 2011, en plena crisis financiera.
La patronal por ello revindica ayudas urgentes al Gobierno para auxiliar al sector, un rescate que considera esencial para evitar nuevos despidos.
En 2023, más de 5.000 trabajadores estuvieron implicados en 51 ERTE, lo que representa una tercera parte de las plantillas.