Bailar pisando cristales: el quién es quién de la fiesta de Humo Internacional en València

VALÈNCIA. El logotipo lo dice todo. La silueta esquematizada de una chimenea de altos hornos anticipa certeramente la identidad sonora del sello asturiano Humo Internacional. Atmósferas densas y oscuras, oscilación estética entre lo rural-esotérico y lo industrial, letras con envoltura poética y trasfondo existencialista o político.

Humo Internacional es una discográfica pequeña en su estructura y amueblada con un criterio muy fino, que sin embargo no es para todo el mundo. Allí se han gestado algunos de los proyectos musicales más estimulantes (por novedosos) y librepensantes (por macarras) del panorama musical nacional de los últimos años. Una de ellas, desde luego, es Fasenuova, formación con la que Pablo Fernández inauguró el catálogo de Humo Internacional en 2016. El dúo de Mieres, que a lo largo de su trayectoria consiguió desarrollar una propuesta muy peculiar dentro de los parámetros de la electrónica industrial, anunció su separación el año pasado. Tomaron la decisión pocos meses después de publicar “Arma”, el adelanto del que iba a ser su nuevo disco bajo la producción de Óscar Mulero. Su discreta pero fiel legión de seguidores quedó huérfana.

La discográfica ovetense ha proseguido su camino sin uno de sus grupos de cabecera, pero continúa teniendo en su haber mucha artillería pesada. En su catálogo hay nombres de prestigio como Pablo Und Destruktion, y proyectos poco conocidos por el público masivo, pero que representan muy bien el compromiso de Humo con la experimentación. Es el caso de Territoire, proyecto paralelo del productor y compositor francés Olivier Arson, ganador de un Goya por la banda sonora original de la película El Reino, dirigida por Rodrigo Sorogoyen.

La “línea editorial” en la que trabaja actualmente Pablo Fernández con su socia Sara Roca apuesta tanto por artistas jóvenes como veteranos. El rasgo común de todos ellos es la vocación experimental o en su lugar la capacidad para imprimir una huella personal a géneros como el punk, el post-punk y la electrónica.

En Humo -y en el anterior sello de Pablo Fernández, Discos Humeantes, clausurado en 2015- han tenido su casa un buen número de formaciones valencianas, como Futuro Terror, Mausoleo o Mecánica Clásica. La buena sintonía de esta discográfica con València queda patente en la elección de esta ciudad para celebrar una gran fiesta este sábado 22 de enero en la sala 16 Toneladas. A lo largo de la tarde y la noche se sucederán cinco conciertos protagonizados por grupos señeros de Humo: Dame Area, Somos la Herencia, La URSS, Viuda y Sofía.

Empecemos con las presentaciones.

Dame Area: cuando la percusión tribal se encuentra con el sonido industrial
 
La historia del dúo formado por la vocalista italiana Silvia Konstance y el productor y músico Viktor L. Crux comienza en Màgia Roja, un proyecto cultural pionero que desde su creación en 2014 y hasta que cerró sus puertas en el año 2020 fue el centro neurálgico de la escena experimental barcelonesa. Allí se programaban conciertos -sobre todo de música industrial, noise, ambient, drone, improvisación, etcétera-, se organizaban conferencias, talleres y se editaban discos. Crux (que ha sido colaborador de Nurse With Wound y J. Arbeit de Einstürzende Neubauten), fue uno de los fundadores de Màgia Roja, cuya sede era una sala para no más de cien personas que llegó a tener una membresía de 15.000 socios.

Dame Area es un proyecto musical atípico. Su encanto surge del encuentro de la percusión tribal (que remite por definición a la fluidez corporal y al sentido de comunidad) con la electrónica industrial (que evoca justo lo contrario, frialdad y rigidez mecánica). El carisma de Konstance es definitivo; es una cantante en vuelo libre: improvisa, habla, canta, grita y aúlla, quedándose deliberadamente más fuera que dentro de la melodía. Además, mezcla español, turco, alemán e italiano, buscando el idioma que mejor se adapta a la musicalidad que reclama cada palabra. El resultado de todo esto es un brebaje sonoro pesadillesco, enigmático y muy intenso emocionalmente. Una invitación al baile dionisiaco.

El grupo, cuya música ha sonado en los sets de djs como The Hacker, Vladimir Ivkovic y Yamatsuka Eye (fundador del influyente grupo de noise rock japonés Boredoms), tiene varios discos publicados y un intenso currículum de giras por Europa. El último LP, Ondas Tribales, se publicó el pasado mes de abril.

Somos la Herencia, postpunk para limpiarse las uñas con un cuchillo
  
“Duros como un bocadillo de adoquines; cantando a la pena, a los pesares y a la crudeza y con un empaque tan agresivo como oscuro, se sitúan a medio camino entre la urgencia del post-punk, la electrónica contemporánea más experimental, la dark-wave más atmosférica, el witch house de vocación más pop y una suerte de hipnosis rock”. Así define Humo Internacional la propuesta de este grupo madrileño, que debutó en 2020 con el LP Dolo.

Canciones como “Pesar”, “Parque en Atenas” y “Cuero rojo” demuestran la capacidad de Somos la Herencia para filtrar géneros pretéritos por el cedazo del siglo XXI. La banda trae consigo relatos de desolación retransmitidos desde paisajes de ruinas. Algunas canciones como “Hombres libres” nos remiten inevitablemente a la banda valenciana Antiguo Régimen, cuya influencia en la escena nacional es más amplia de lo que parece (a pesar de que también ellos eran un grupo revisionista del post punk).

La URSS 

Lo de la URSS es punk, entendido en un sentido amplio, que recoge desde el punk londinense primigenio y la escena californiana de los primeros ochenta a la aportación española al género. Surgieron en Andalucía en el año 2005 y, trece años después entraron a formar parte de la escudería de Humo Internacional. Allí la banda publicó su cuarto elepé de estudio, Nuevo Testamento. 

Viuda, aquelarre en el bosque
  
Viuda es un grupo de punk oscuro y lofi que juguetea con elementos del folclore español, desde la copla hasta los pasos de Semana Santa. El EP de debut de estas cuatro asturianas tiene un punto demoníaco y ceremonial que casa a la perfección con sus compañeros de sello. En el catálogo de Humo Internacional no solo hay fábricas e iglesias reducidas a escombros. También hay muchas túnicas, símbolos cabalísticos y encuentros sobrenaturales en el bosque. Dicen que los directos de Viuda tratan de reproducir ese aquelarre con guitarras aceleradas (quizás también con castañuelas).

Sofía: dragones y mazmorras

Dejamos para el final a la invitada aparentemente más amable de la fiesta de Humo. Probablemente, la que tiene mayor potencial de llegar con el tiempo a un abanico de público mucho más amplio. Esta mallorquina residente en València ha debutado en el pop electrónico con una colección de canciones muy bien paridas, que se introducen en la cabeza del oyente como un gusano cerebral.

Sofía, de la que hablábamos hace unas semanas en Cuturplaza, es una de las últimas artistas en incorporarse al sello asturiano. Sus dos primeros singles compuestos en solitario –“Decir adiós” y “El cielo blanco”- llamaron la atención de Humo, que el pasado mes de octubre publicaba el EP El Ayre de la Almena, cuyo título hace referencia a un verso de San Juan de la Cruz. Synth pop con letras imaginario medieval. Yo no me lo perdería.