Hoy es 3 de octubre
VALÈNCIA. La naviera Baleària tiene previsto invertir más de 37 millones de euros en la construcción de la nueva terminal de pasajeros del Puerto de València, según detalla el proyecto presentado junto al operador de terminales Global Ports Holding (GPH) con el que aspira a adjudicarse la construcción y explotación de la instalación por un plazo de 35 años, prorrogables hasta un máximo de 50.
Según informa la empresa en un comunicado, la terminal de pasajeros que se construirá en los terrenos de la antigua Unión Naval de Levante rescatados por la Autoridad Portuaria de Valencia (APV) mediante una permuta con Boluda Corporación Marítima, comprenderá unos 63.000 metros cuadrados y 13.462 de lámina de agua concesionada entre el muelle de Poniente y el muelle del Espigón del Turia.
El proyecto elaborado por Baleària y GPH, los únicos que se han presentado al concurso convocado por la APV para la nueva terminal, contempla unos tráficos anuales de 370.000 pasajeros en los primeros cinco años de explotación, que arrancaría en 2023. El tráfico se situaría alrededor del medio millón en los años siguientes, con un crecimiento anual pautado del 2%, según la estimación "conservadora" de la naviera.
La compañía calcula que, durante la vida del contrato de explotación, la APV recaudará unos 70 millones de euros por las tasas preceptivas de buques, pasajeros y mercancías.
El proyecto, destaca la compañía, garantiza que el 100% de la energía eléctrica necesaria se producirá en las propias instalaciones y será de origen renovable: fotovoltaica, eólica, hidrógeno renovable o biocombustible. La estación marítima funcionará con cero emisiones contaminantes y apostará por la economía circular.
Esta infraestructura "se alinearía con el compromiso de la compañía con la Agenda 2030 de Naciones Unidas y los 17 objetivos de desarrollo sostenible (ODS), que ha asumido como guía de su actividad como empresa ciudadana e implicada en preservar el equilibrio entre el crecimiento económico, el cuidado del medio ambiente y el bienestar social". La nueva terminal de pasajeros, destinada tanto a líneas regulares de ferries como a cruceros, ha sido diseñada para convertirse en un referente de sostenibilidad en el entorno del puerto de València y generar valor añadido a la fachada marítima.
La empresa alicantina va de la mano de Global Ports Holding Ltc (GPH), el mayor operador de terminales de cruceros del mundo. El acuerdo a largo plazo entre ambas permitirá a GPH gestionar de forma exclusiva la operativa de la nueva terminal de cruceros y Baleària se encargará de los tráficos regulares.
Las terminales para pasajeros de línea regular y cruceristas, con espacios y operativas separadas e independientes, estarán en las antiguas instalaciones de UNL. Se habilitarán cuatro muelles para ferries y cruceros. Un pantalán central de 215 metros: con atraque a ambos lados para ferries y un muelle norte y un muelle sur para cruceros. Todos estarán preparados para acoger buques ro-ro y ro-pax.
La nueva infraestructura del Puerto de València para el tránsito internacional de pasajeros contará con dos explanadas de unos 15.000 y 6.000 metros para el preembarque desde los accesos sur y oeste. El proyecto incluye un Centro de Innovación y Ecoeficiencia y un espacio para la dinamización cultural.
GPH, el mayor operador de cruceros del mundo, "apostará por una notable reducción de ruidos, además de por el reciclaje del 100% de sus residuos en la planta de biometano que se construirá en esa área y que digerirá también los residuos de buques y los propios de la terminal para obtener biogás".
Este biocombustible alimentará una flota de vehículos que con el tiempo serán sustituidos por otros totalmente eléctricos, recargables en los puntos de suministro habilitados en los dos aparcamientos. Se dispondrá de cuatro veces más puntos de recarga de los que exige la normativa, explica la empresa.
El proyecto de Baleària incluye la preservación de los elementos de patrimonio de ese entorno que destacan por su valor histórico, según determinó la cátedra Demetrio Ribes de arqueología industrial. Además de las naves, se conservarán dos grúas, la torre del agua y las gradas de los antiguos astilleros de la UNL.
El presidente de Baleària, Adolfo Utor, ha subrayado que la nueva estación marítima "tendrá un corazón verde, espíritu inteligente y será un faro de sostenibilidad en el puerto de València". "Será un hito para nuestra empresa, un espacio moderno, una terminal de pasajeros alineada con la política ecoeficiente en la que está inmersa Baleària con sus smart ships y su compromiso con los ODS". "Hemos apostado por una infraestructura racional, pensada para las personas, comprometida con la proximidad y con la calidad de vida de los pasajeros, de la ciudad y del barrio de Nazaret. No hay mejor forma de generar riqueza que no comprometer el bienestar de las futuras generaciones", destaca el máximo responsable de Baleària.
El proyecto también contempla un centro formativo de la Escuela de Empresa Baleària (EdEB) con oferta en distintas áreas del sector marítimo y especialmente dirigida al barrio de Nazaret, dentro de un plan de acción para involucrar a los actores principales y grupos de interés.
Baleària está acometiendo inversiones por 380 millones de euros en la construcción y remotorización de nueve buques que naveguen a gas natural (GNL), un combustible que reduce un 35% las emisiones de CO2, un 85% las de Nox y elimina el 100% las emisiones de azufre (Sox) y partículas nocivas para la salud. Además, reduce la contaminación acústica en las estancias en puerto. En 2019 fue la primera naviera en navegar a gas natural en el Mediterráneo, el estrecho de Gibraltar y Canarias.