MADRID (EP). Banca March ha presentado este martes en un encuentro con los medios su estrategia macroeconómica para el primer trimestre de 2024 y de la que se extrae que prevé un buen año para la renta fija y un potencial más limitado para la bolsa. El director de estrategia de mercados de la entidad, Joan Bonet, ha remarcado en la comparecencia que la renta fija es "un buen sitio en el que estar a lo largo del 2024" a medida que la inflación se reduzca -si bien todavía no llegará al objetivo del 2%- y los bancos centrales acometan la senda de recortes de tipos de interés, que empezaría a partir del ecuador del año. Además, ha argumentado que en el presente ejercicio se va alterar esa correlación positiva entre bonos y acciones que caracterizó al2023 y volverá a ser inversa, esto es, cuando la bolsa baje, los bonos subirán y viceversa.
Sobre la política monetaria, el ejecutivo de Banca March ha puesto el foco en que "asumir cinco o seis bajadas de tipos de interés, como espera el mercado, no es coherente con lo que ha pasado en el pasado", en tanto que la fortaleza del actual ciclo económico les hace proyectar tres bajadas de cuarto de punto en la segunda mitad del año por parte de la Reserva Federal (Fed) y el Banco Central Europeo, lo que colocaría sus tipos de referencia en el entorno del 4%. Sobre esa fortaleza del ciclo económico, Bonet ha puesto el foco en unos datos de empleo a los que ha tildado de "auténtica barbaridad", en tanto que Estados Unidos y Europa presentan unas tasas prácticamente de pleno empleo (el viernes pasado se conoció que el desempleo estadounidense se mantuvo en el 3,7%).
Con todo, aunque esperan cierto deterioro de los mercados laborales, esto no se producirá como señala el promedio histórico, que implicaría una subida del desempleo del 2%, sino que se limitará a un crecimiento de medio punto, según las proyecciones de la entidad. Ese confluencia de datos, ha apuntado Bonet, es también positiva para el consumo, en tanto que ya están observando una ganancia real de los salarios sobre la inflación, aunque hay países, como España, que tendrán que esperar unos meses para llegar a ese escenario.
Así, el ciclo económico que proyectan se presenta con un menor crecimiento económico, aunque todavía considerable (la eurozona crecerá un 0,6% y Estados Unidos un 1,5%), mientras que del lado de la inflación prevén una caída pero "no va a alcanzar los objetivos". "Vamos a ir a una inflación del 2,8% para 2024 en Estados Unidos y del 2,7% para la eurozona", ha considerado Bonet para seguidamente remarcar que "lo que hay que mirar, lógicamente, es la subyacente por encima de la tasa general y esa es la que, como el colesterol, permanece resiliente y le cuesta mucho más marcharse". Asociado a esto, han identificado como riesgos inflacionistas, especialmente para Europa, a las tensiones geopolíticas alrededor del Canal de Suez y su efecto en las cadenas de suministros, ya que la principal consecuencia del conflicto es la alteración de las rutas marítimas y el encarecimiento de los fletes.
Banca March ha apuntado, bajo esa premisa macroeconómica, a su preferencia por la renta fija considerando que los tipos oficiales son los más altos de los últimos veinte años y que, durante los periodos de pausa de la Fed, los retornos reales de los bonos soberanos son positivos, aunque también han señalado que el mejor momento para este tipos de activos puede haber pasado ya en 2023. Pese a ello, la renta fija seguirá ofreciendo rentabilidades positivas en el presente año y han apuntado a adaptar la duración a los movimientos de los bancos centrales: "Hemos reducido duración en el último mes y medio", ha comentado Bonet.
Con todo, han expresado su preferencia por el crédito privado frente a la deuda pública de los gobiernos y, en esa línea, han precisado que se decantan por el crédito de grado de inversión europeo ('investment grade', en la jerga del sector) frente al de Estados Unidos y a la deuda 'high yield' (mayor riesgo a cambio de mayor rentabilidad), ya que el binomio rentabilidad-riesgo arroja un mejor resultado en sus estimaciones. "Nos gusta más el grado de inversión porque si ajustamos la rentabilidad estimada por el riesgo, está mejor pagado", ha aducido el ejecutivo pese a que activos como el 'high yield' ofrezcan a priori mejores retornos.
En lo referente a los mercados bursátiles, Bonet ha expresado una actitud de optimismo conjugada con cautela, ya que "afrontará un año de retornos positivos pero modestos y más similares a los que ofrecen otros activos con menos riesgo". Ligado a esto, han señalado que el potencial al alza está limitado por unas valoraciones ya extendidas pero, sobre todo, porque las expectativas de beneficios globales son ya elevadas, en tanto que la cotización de las bolsas reflejan un escenario de aterrizaje suave y numerosos recortes de tipos que les hace decantarse por la cautela. Además, han recordado que los periodos de recortes de tipos suelen traducirse en volatilidad en las bolsas, por lo que "lo adecuado es esperar a mejores momentos para aumentar exposición en renta variable".
Así, Banca March ha apostado en la estrategia de renta variable por la bolsa estadounidense ante su mejor previsión de beneficios y a sectores como el tecnológico, en tanto que ahora añaden hardware y semiconductores tras un 2023 posicionado en software. También observan potencial en ciberseguridad, mientras que la Inteligencia Artificial (IA), aunque es "interesante", ofrece una capacidad escasa para invertir en ella. Por otra parte, han apuntado que han neutralizado posiciones en bancos y entidades financieras de Europa para tomar beneficios, ya que consideran que "lo mejor de los márgenes y los resultados ya se ha visto", y han expresado su preferencia por sectores como la transición energética y el sanitario, un sector defensivo que ahora ofrecen valoraciones atractivas y un considerable potencial de crecimiento.