VALENCIA. La banca privada valenciana tiene un nuevo player: Banco Alcalá, entidad perteneciente al grupo financiero Crèdit Andorrà, que acaba de desembarcar en la plaza local. Lo ha hecho de la mano de José Samper Hiraldo, un curtido financiero en la gestión de grandes patrimonios con gran cartel en la 'City' valenciana. Este profesional, con dos décadas de experiencia en el sector, ha sido designado director de Zona Levante y como responsable de la misma se encargará de reforzar la presencia de esta entidad fundada por la familia Argüelles en 1989 y liderar el desarrollo de negocio en la Comunitat Valenciana.
El potencial y recorrido del mercado valenciano -por aquello de ser una de las comunidades españolas con mayor población y desarrollo industrial- no ha pasado desapercibido en el Banco Alcalá, que según ha podido saber este diario llevaba un año intentando dar con la persona adecuada para guiarles en este nuevo proyecto. Todo ello en un momento donde la plaza valenciana sigue en plena ebullición con idas y venidas como viene contando este diario. Sin ir más lejos ahí está el cambio en la dirección valenciana donde Begoña Sanz (exAndbank) ha sustituido a Antonio Galisteo, que se ha marchado a Banca March.
Samper, que asume un gran reto tras abandonar Deutsche Bank Wealth Management donde estuvo más de diez años ocupando la subdirección regional, tiene tras de sí una amplia y sólida experiencia de casi dos décadas en el siempre competitivo sector de la banca privada en Valencia. Estuvo en BNP Paribas durante casi cuatro años como gestor de patrimonios y previamente dos años y medio en JP Morgan Chase como asesor financiero.
Licenciado en Derecho, Comunitario y Financiero por la Universidad San Pablo-CEU, los genes financieros corren por sus venas. No en vano es hijo del añorado José Samper Reig, que fue presidente de la Bolsa de Valencia, fundador de la que fue la primera agencia de valores puramente valenciana como Cano, Piquer y Samper y artífice de la puesta en marcha de la Fundación de Estudios Bursátiles Financieros (FEBF).
Precisamente uno de los banqueros privados de la entidad, tal y como ya contó este diario hace tres años, es Rafael Añó, responsable de Grandes Clientes de la entidad. Se trata del exdirector de Arcalia, otrora la división de grandes patrimonios de la extinta Bancaja, que posteriormente fue el responsable de banca privada del Grupo Bancaja hasta su integración en Bankia.
Banco Alcalá, entidad orientada a la gestión de patrimonios a través de un servicio boutique de wealth management, ha crecido de manera notable en los últimos cinco años, al pasar de los 200 millones de euros bajo gestión a finales de 2011 hasta los 2.300 millones en la actualidad. Su apuesta pasa por llegar a los 3.000 millones en 2018, lo que representaría un aumento del 30%. Asimismo, la plantilla ha pasado de 12 a 65 empleados.
Con la incorporación de Samper, la entidad inicia el tercer trimestre de 2016 con paso firme para seguir avanzado hacia su objetivo: el de consolidarse como una de las entidades de referencia en wealth management (gestión de patrimonios) en España.
La historia de Banco Alcalá, cuyo grupo lo conforman actualmente el propio banco, la gestora Gesalcalá y la división de pensiones Alcalá de Pensiones, se remonta al 6 de marzo de 1989 cuando fue fundada por la familia Argüelles, con casi un siglo de tradición bancaria. Al año siguiente compraron el 6,1% del Banco de Crédito Balear -que llegó a cotizar en bolsa-; una adquisición a la que se fueron sucediendo el Banco de Jerez (1992) y el Banco de Granada (1993), ambos comprados al Banco Hispano Americano y Banco Central respectivamente.
En 1994 fusionó el Banco de Granada y el Banco de Jerez constituyendo el Banco de Granada-Jerez, que lo vendió en 1995 a La Caixa. Seis años después Crèdit Andorrà se hizo con el 85% de Banco Alcalá, que amplió capital en 2013 en un 15% dando entrada en su accionariado al grupo financiero Riva y García y a la familia Ros González, con un 10% y 5% respectivamente. Tras el desembarco en Valencia amplía su presencia geográfica, dado que ya estaba implantado en Madrid y Barcelona.