VALÈNCIA (EP). El Banco de España ha decidido mantener en el 0% el colchón de capital anticíclico (CCA) aplicable durante el primer trimestre de 2024 por la ausencia de acumulación de vulnerabilidades sistémicas en el sistema financiero español, según ha informado este miércoles a través de un comunicado.
El colchón de capital anticíclico es un instrumento macroprudencial cuyo objetivo es reforzar la solvencia del sistema bancario en las fases de crecimiento excesivo del crédito, que es cuando habitualmente se produce una acumulación de riesgos, suavizar las oscilaciones del ciclo crediticio y acumular colchones de capital en épocas de bonanza para poder utilizarlos cuando las condiciones se deterioran.
El Banco de España realiza un seguimiento regular del ciclo financiero a través del análisis de la evolución de diversos indicadores. Uno de los más relevantes es la 'brecha de crédito-PIB', que mide la desviación de la ratio de crédito al sector privado no financiero sobre el PIB respecto de su nivel tendencial.
Los últimos datos de los que dispone el Banco de España muestra que este indicador continúa en terreno negativo y mantiene una trayectoria descendente, por lo que se aleja progresivamente del umbral de alerta. El Banco de España explica que este comportamiento es consecuencia tanto del avance de la actividad económica como de la reducción del crédito iniciada a finales de 2022. El supervisor espera que este descenso continúe en los próximos trimestres.
No obstante, indica que el entorno macrofinanciero está sujeto a una "elevada incertidumbre", vinculada en particular a las presiones inflacionarias y al endurecimiento de la política monetaria para afrontarlas, y también a la "elevada tensión geopolítica", influida por los conflictos bélicos en Ucrania y Oriente Próximo.
El Banco de España también monitoriza otros indicadores macrofinancieros, complementarios a la brecha de crédito-PIB que, en conjunto, tampoco muestran señales de acumulación de vulnerabilidades sistémicas.
Además, afirma que en los próximos trimestres, el balance de riesgos para la actividad económica "parece estar orientado a la baja", lo que también respalda el mantenimiento del porcentaje del CCA en el 0%, para así evitar potenciales efectos pro-cíclicos adversos.
"En un entorno de materialización de estos riesgos, la moderación del crédito que supondría una eventual activación del CCA no contribuiría a reducir el nivel de riesgo sistémico, y, además, podría debilitar en mayor medida el crecimiento del PIB", ahonda.
Respecto al resto de indicadores analizados, el indicador de intensidad del crédito --ratio entre la variación anual del crédito y el PIB-- se sitúa en niveles negativos, mientras que la ratio del servicio de la deuda --ratio de los pagos por principal e intereses de la deuda sobre la renta disponible de hogares y empresas--, se encuentra en valores moderados, a pesar del aumento de los tipos de interés. Por último, la economía española continúa mostrando un superávit de la balanza por cuenta corriente.
Cabe destacar que recientemente el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, señaló que se estaba analizando los costes y beneficios de adoptar, al igual que ya lo hacen autoridades de otros sistemas bancarios, el concepto de 'Colchón de Capital Anticíclico Positivo Neutral' (CCAPN), que consistiría en fijar en terreno positivo el colchón anticíclico, aun cuando no se perciban señales de desequilibrio de crédito, que "motivarían per se" la activación del CCA.
En la misma ocasión, aprovechando su intervención en un foro bancario, Hernández de Cos trasladó a la banca que la potencial generación orgánica de capital que tiene actualmente "podría dedicarse a elevar los colchones voluntarios de las entidades o, alternativamente, podría derivarse de la activación de los colchones macroprudenciales".
Continuó afirmando que la experiencia internacional de los últimos años "ha mostrado que disponer de colchones de capital macroprudenciales que puedan ser liberados por las autoridades en las fases bajistas del ciclo puede resultar crucial para que las entidades hagan uso efectivo de estos colchones y, de esta forma, apoyen la financiación de la economía y la estabilización del ciclo".
En la nota de hoy, el supervisor insiste en pedir a la banca que utilice el incremento actual de los beneficios para "aumentar su capacidad de resistencia" y, de este modo, continuar desarrollando su función principal de proporcionar financiación a los hogares y empresas con proyectos viables, "aunque se materializaran los riesgos relevantes identificados en el actual entorno de incertidumbre".
El Banco de España también realiza un seguimiento específico del mercado inmobiliario para guiar sus decisiones sobre la posible activación del colchón anticíclico.
De esta forma, señala que los precios de la vivienda experimentaron un crecimiento interanual del 4,5% en el tercer trimestre de 2023, superior al 3,6% del segundo trimestre, debido al fuerte aumento de los precios de la vivienda nueva, del 11% frente al 7,7% del segundo trimestre, y a la estabilización del crecimiento de los precios de la vivienda usada, un repunte que "parece confirmar" la interrupción del proceso de desaceleración producido entre comienzos de 2022 y el primer trimestre de 2023.
Debido a esta fortaleza mostrada por los precios de la vivienda, el Banco de España señala que los indicadores de desequilibrio en los precios de este mercado siguen mostrando "algunas señales de sobrevaloración", aunque de magnitud "limitada e inferior" a las de otros países europeos, que sí que han precisado la activación de medidas macroprudenciales. A pesar de ello, el supervisor señala que continuará de cerca estos indicadores.
En comparación con la última revisión del colchón, el Banco de España observa un "cierto endurecimiento" de algunos estándares de concesión de crédito nuevo. En concreto, ve una "ligera disminución" de las ratios entre el importe de las hipotecas residenciales sobre el valor de tasación de la vivienda (conocida también como 'loan-to-value').
Asimismo, indica que la ratio entre el importe de las nuevas hipotecas y la renta de los acreditados mantiene un valor promedio estable, si bien la ratio del servicio de la deuda hipotecaria nueva sobre la renta de los acreditados ha experimentado un repunte, como consecuencia del aumento de los tipos de interés. No obstante, la proporción de préstamos nuevos en los que esta última ratio se sitúa por encima de 30%, umbral considerado prudente, continúa siendo "limitada".