VALÈNCIA (EP). El Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra ha decidido elevar en 50 puntos básicos el tipo de interés de referencia para sus operaciones, que pasará a situarse en el 1,75%, su nivel más alto desde 2008, en respuesta a la escalada de la inflación, que podría superar el 13% en el cuarto trimestre del año, según ha anunciado la institución.
La subida de tipos anunciada este jueves representa la más agresiva desde 1995 y amplía a seis reuniones consecutivas la secuencia de incrementos del precio del dinero acometida por el Banco de Inglaterra, que adoptó la decisión por una mayoría de ocho votos a favor y uno en contra, ya que Silvana Tenreyro prefería una subida de 25 puntos básicos.
"Las presiones inflacionarias en el Reino Unido y el resto de Europa se han intensificado significativamente", ha reconocido la vieja dama de Threadneedle Street en su análisis, donde atribuye esta evolución al fuerte aumento de los precios mayoristas del gas desde mayo, debido a la restricción de suministro a Europa por parte de Rusia y el riesgo de nuevas restricciones.
De este modo, el banco central británico ha advertido de que, a medida que esto se traslade a los precios minoristas de la energía, se agravará la caída de la renta disponible de los hogares del Reino Unido y aumentará aún más el IPC a corto plazo.
"Se espera que el IPC aumente más de lo previsto en mayo, del 9,4% en junio a algo más del 13% en el cuarto trimestre de 2022, y se mantenga en niveles muy elevados durante gran parte de 2023, antes de caer al objetivo del 2% dentro de dos años", ha anticipado.
Asimismo, el Banco de Inglaterra ha advertido de que el crecimiento del PIB del Reino Unido "se está desacelerando", lastrado por el encarecimiento de la energía, por lo que se prevé que Reino Unido "entre en recesión a partir del cuarto trimestre de este año", registrándose una "drástica caída" de los ingresos reales de los hogares en 2022 y 2023, mientras que el crecimiento del consumo se vuelve negativo.
Sin embargo, el instituto emisor británico confía en que las presiones inflacionistas se disipen con el tiempo, añadiendo que probablemente el desempleo aumente a partir de 2023, lo que ayudará a que las presiones sobre los precios a nivel interno disminuyan en la segunda mitad del período de pronóstico, a medida que aumenta el grado de holgura económica y la menor inflación alivie la presión sobre el crecimiento de los salarios.