MADRID (EP). El consejero delegado de Banco Santander, José Antonio Álvarez, ha asegurado que la entidad no repercutirá costes a los clientes particulares mientras el tipo de facilidad de depósito se mantenga en el nivel del 0,5%, al tiempo que ha adelantado que empezarán a cobrar por los no operativos de grandes clientes. Así lo ha puesto de manifiesto en la rueda de prensa posterior a la presentación de los resultados correspondientes a los primeros nueve meses del ejercicio, periodo durante el cual el banco obtuvo ganancias de 3.732 millones de euros, un 35% inferiores a las alcanzadas entre enero y septiembre de 2018.
"No veo que con los niveles actuales de los tipos se llegue a cobrar al cliente retail. No lo veo", ha subrayado el consejero delegado del banco cántabro, afirmación con la que sugiere que no lo descartaría en el caso de que el Banco Central Europeo (BCE) decida volver a rebajar los tipos. Al mismo tiempo, Álvarez ha remarcado que la entidad ya cobra desde hace tiempo por los depósitos a los clientes institucionales, mientras que ha reconocido que "probablemente" tendrán que ir ampliando este traslado de costes a los depósitos no operativos de los grandes clientes.
Precisamente esta mañana, el banquero fue preguntado por este asunto por una analista de Bank of America. "Tenemos más potencial que nuestros competidores para ajustar nuestra oferta, de entre 8 o incluso 10 puntos básicos", subrayó. El consejero delegado ha asegurado que la entidad progresa "bien" hacia sus objetivos, que buscan, entre otros aspectos, una asignación más eficiente del capital para mejorar la rentabilidad y lograr que los accionistas confíen en el valor de Santander como una inversión "atractiva y sostenible".
De cara al último trimestre del año, Santander se anotará una plusvalía de unos 700 millones de euros derivada de la 'joint venture' con Credit Agricole para el negocio de custodia. "Esperamos que se materialice en el cuarto trimestre", ha indicado. Teniendo en cuenta este efecto extraordinario y "algunos otros efectos", el banco prevé cerrar el próximo trimestre con un beneficio atribuido de entre 1.900 y 2.100 millones de euros. En los últimos tres meses de 2018, las ganancias alcanzaron los 2.068 millones de euros. No obstante, ha asegurado que el aumento de la morosidad, hasta el torno del 7% en España, se ha debido a la finalización de la integración de los sistemas de Banco Popular. "La morosidad de Santander antes era una de las menores del sector", ha remarcado.
Cabe señalar que Álvarez ha negado tener alguna razón para calificar la gestión llevada a cabo por Emilio Saracho y Ángel Ron de no honrada. Así, aunque ha explicado que no hay signos subyacentes que indiquen que haya cambiado la dirección de la morosidad de los negocios, la entidad continuará gestionando de forma activa el saneamiento de su balance. "Todavía quedan algunos coletazos, pero irá disminuyendo. No es algo que nos preocupe", ha apostillado.
Respecto a la segunda nueva oleada de consolidación del sector bancario, el directivo ha explicado que la entidad no está en este proceso debido a que aún no ha terminado la integración de Banco Popular. "De las fusiones siempre se habla cuando hay presión sobre los resultados, pero nosotros no estamos en eso", ha remarcado,
Por otro lado, Álvarez ha admitido que calcular el impacto regulatorio trimestral "es un poco complicado", pero espera que en los siguientes trimestres sea "mucho menor" que el sufrido durante los meses anteriores. Además, confía en que no llegue un 'Basilea VI' y que ahora los organismos internacionales se centren en "valorar si los incesantes cambios han tenido el efecto que se buscaba o no". En este sentido, el 'número dos' de Santander ha asegurado que no existe ninguna disyuntiva entre la consecución de objetivos de generar capital o de retribuir al accionista con dividendos. "Forman parte de lo mismo, no deja de ser un mensaje de confianza que tiene el consejo de la evolución futura de los resultados", ha aseverado.