Espacio Inestable acoge este montaje de Eva Zapico y Miguel Ángel Sweeney inspirado en el jefe de estrategia de Donald Trump, alentador de los intentos golpistas en Estados Unidos y Brasil
VALÈNCIA. A la directora escénica, dramaturga y actriz Eva Zapico, la persona que inspira su última producción le despierta tanta fascinación como repugnancia. Y el asalto bolsonarista el pasado 8 de enero a las sedes de los tres poderes en Brasil no ha hecho más que exacerbar ambas, contradictorias, emociones. Mano a mano con Miguel Ángel Sweeney ha profundizado en la figura del antiguo jefe de estrategia de campaña de Donald Trump, Steve Bannon, que, no por casualidad, el pasado 18 de noviembre alentó el golpe en la Conferencia de Acción Política Conservadora en Ciudad de México donde asistieron los nombres señeros de la ultraderecha: Eduardo Bolsonaro, Javier Milei, Alejandro Giammattei, María Fernanda Cabal, Ted Cruz y nuestro Santiago Abascal.
“Es despreciable, pero totémico. Resulta increíble que después de ser sentenciado a prisión, pueda reunirse con total libertad e impunidad con los diferentes líderes nazis del mundo para activar en Brasil una réplica del asalto al Capitolio en Estados Unidos con el relato de la defensa de la democracia. Es una locura que siga siendo capaz de generar un estado de esquizofrenia donde se justifica lo injustificable”, se escandaliza Zapico.
Su montaje Bannon le ha servido para ahondar en la construcción y el blanqueamiento del discurso de la ultraderecha a través de una de sus principales cabezas pensantes. La obra se extiende hora y media, pero después de todo lo sucedido, le parece que se han quedado muy cortos.
“Nos parecía un personaje interesante porque estaba en la sombra. Es muy siniestro, porque durante mucho tiempo estuvo haciendo daño sin dar la cara, sin ser un personaje público. Aunque no lo contamos, incluso llegó a tener un monasterio en Italia donde planeó instaurar una academia de ideas populistas”, detalla Zapico.
La propuesta está programada del 2 al 5 de febrero en Espacio Inestable y sus dos artífices y protagonistas encarnan a un nutrido grupo de personajes. Junto al gran manipulador de nuestro tiempo, los protagonistas son dos publicitarios que trabajan para una agencia de análisis de datos de opinión con el objetivo de desarrollar estrategias para campañas políticas. También asoma al escenario uno de los más mediáticos asaltantes del Capitolio, Yellowstone Wolf, el hombre vestido de pieles y con cuernos de bisonte.
Bannon no se ha actualizado con los últimos, graves hechos acaecidos tras la victoria en las urnas de Lula da Silva. “Suceden tantas cosas tan a menudo que tendríamos que revisar la pieza a diario y modificar su estructura. Ha sido preferible dejarla como está, en los comienzos, cuando Steve empezó a hacer el mal. No obstante, resuena en la actualidad porque estamos viviendo una asiduidad preocupante de la repetición de la pesadilla”, advierte la cocreadora, que junto a Sweeney, se planteó sacar adelante esta obra para dejar patente la preocupación que les despierta la normalización y el uso de eufemismos a la hora de abordar los totalitarismos.
Los dramaturgos e intérpretes son conscientes de que el humor ha servido para blanquear el auge de la ultraderecha, del mismo modo que la equidistancia, la tibieza y la banalización de la gravedad de su expansión global. Ellos mismos recurren a la comedia, pero puesto al servicio de la reflexión, ayudando a que se produzca un distanciamiento. El objetivo último es advertir sobre la progresiva asimilación social del fascismo.
“El humor es nuestro lenguaje. Aunque intente eludirlo, me sale, y Bannon se ha construido a partir de improvisaciones, proceso donde inevitablemente surge la comicidad”, expone Zapico.
El espectáculo, nacido de una Residencia de creación 2022 de Carme Teatre, es un análisis escénico de cómo se construye el discurso político populista ultraconservador a partir del uso de la imagen digital y cinematográfica.
De hecho, la puesta en escena se completa con la proyección de fragmentos de películas de referencia, el uso de la cámara para generar dos planos visuales de narración y la reproducción física del soporte digital de los reels de la red social TikTok.
Los autores de Bannon han detectado cuáles son las técnicas para fabricar a un líder político de ultraderecha. En la obra recopilan aquellas palabras e imágenes que construyen sus discursos. “Se impulsa a partir de los medios que difunden un relato que no responde a la realidad, sino a una especie de épica. Se emplean las mentiras disfrazadas y la dualidad, con el uso, por ejemplo, de la palabra libertad para darle un uso completamente contrario al original”.
El binomio Miguel Ángel Rodríguez e Isabel Ayuso han protagonizado una verdadera cruzada mediática para conferirle a la libertad un significado neoliberal. La más trumpista de los políticos españoles no aparece directamente en el montaje, pero señala Eva Zapico que sí se le hace referencia “porque lamentablemente está presente”.
A poco que el espectador esté al tanto de la actualidad, unirá los puntos hasta identificar la retórica y los modos de hacer fascistas entre la clase política española.
Bannon ha adquirido naturaleza de teatro de urgencia con la cercanía de las elecciones municipales y autonómicas y la amenaza de la subida de votos a los políticos y partidos de ultraderecha. La obra se ha programado en el Teatro Pradillo de Madrid los días 10 y 11 de febrero, y el 25 de febrero, en Bellreguard.
Noèlia Pérez se mira en Joan Brossa, Becket, Carles Santos y Charlie Rivel en una pieza poética que pone en valor el trabajo de los payasos
Espacio Inestable acoge el estreno de Talió, donde la imagen prima sobre el texto