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La crispación política y los futbolistas acaparan el protagonismo en las redes sociales

Iglesias, futbolistas y barras de bar

31/05/2020 - 

VALÈNCIA. Olvídense de las fases porque ya lo tenemos todo: Iglesias, fútbol y barras de bar. Bueno, esto último solo para los afortunados que pasan a la Fase 3, que tendrán el orgullo patrio de poder volver a sentarse en la poltrona de su bar favorito y arreglar el país a golpe de sentencias cuñadas de manual. En verdad, vista la semana y toda la crispación acumulada, tanto en la política y en las redes sociales, se hace necesario.

Hablamos de Iglesias, de Pablo; el de la coleta en el argot de barra de bar. Por mucho Ingreso Mínimo Vital que se haya aprobado en el Congreso, seguramente esta no ha sido la semana política más sencilla del líder de Unidas Podemos. Una paga vital cuestionada pero aprobada, cuya polémica se queda en nada tras el golpe bajo de Cayetana Álvarez de Toledo (PP) acusando desde el estrado del Congreso al padre de Iglesias de terrorista por su militancia en el FRAP en la década de los setenta.

Una salida de tono que el propio Pablo Iglesias esquivaba con elegancia apelando a la justicia ante las palabras de la diputada popular. No obstante, días después, un rifirrafe con Espinosa de Los Monteros (Vox) en la Comisión de Reconstrucción por el Coronavirus tuvo consigo  un escape de formas por parte del líder de la formación morada. Un vacile que dio  juego en las redes sociales bajo el hashtag #CierrealSalir, pero que en resumidas cuentas denotaba hartazgo por parte del Vicepresidente del gobierno ante la presión de la oposición durante los últimos días. Aquí la muestra de la indignación que nos deja el siempre activo Toni Cantó ( Ciudadanos) en Twitter respecto al tema.

Las palabras de Patxi

Y es que tal ha sido tal el clima de crispación durante la semana, que al final tuvo que aparecer Patxi López para dar un golpe encima de la mesa y poner orden. Una salida de tono abrupta y contundente a causa de otro enganchón clamoroso entre la diputada Inés María Cañizares de Vox y Enrique Santiago, de Unidas Podemos, que nos llevó a un vídeo viral que corrió como la pólvora, pero que al mismo Patxi López no le gustó. De hecho, el político vasco sí que compartió en sus redes sociales la reflexión que hizo a posteriori del suceso disculpándose por sus formas, ya en reposo y con una intención constructiva.

Alto, la guardia civil

No obstante, esta semana empezaba a lo grande, pero con fuego amigo. Se producía la destitución del jefe de la comandancia de Guardia Civil de Madrid, Pérez de Los Cobos y esta  sentó casi, como una traición a la patria para los sectores más conservadores de la institución. Y claro, había un culpable, un ejecutor: el ministro Fernando Grande-Marlaska, quien fue objeto de toda crítica política. 

El tufillo de cloaca política salió a la superficie y no tardamos en ver a Teodoro García-Egea (PP) hacer sangre de la situación desde el estrado. A todo esto, como no, Twitter vivió una nueva gran batalla con el señuelo de la Guardia Civil como punta de lanza y los tweets a modo de cuchillo entre defensores y detractores de la causa. Más de 100.000 Tweets referidos a la cuestión desde el martes 26 hasta el viernes 29 de mayo.

Tan grande fue el revuelo, que entre los posicionamientos nos encontramos hasta el de un futbolista en activo como es Roberto Soldado, quien decidió tomar partido y posicionarse públicamente en esta cuestión a través de todas sus redes sociales. 

Futbolistas y política

Y es que de fútbol toca hablar, porque eso de la corrección política por parte de los futbolistas parece que se está acabando. No es algo nuevo, pero sí que sigue siendo excepcional. Casos siempre ha habido: desde los años años 70 con Cordero, Sergio Manzanera y Quino en el Valencia CF, el alemán Paul Breitner y su conciencia maoísta en el Real Madrid, los tiempos de Nacho en la SD Compostela de los 90, los postulados patrióticos de Salva Ballesta o los más recientes posicionamientos de Oleguer Presas, Gerard Piqué y de Pep Guardiola respecto a la situación en Catalunya, entre muchos otros.

Pero llega una nueva hornada. A todos estos se les suma ahora nuevos futbolistas con posicionamiento como es el caso de Roberto Soldado quien se pone la mascarilla de la Guardia Civil y la difunde en todas sus redes, junto a múltiples tweets y lindezas contra el PSOE que lleva publicando desde un tiempo atrás. Pero por otro lado, también aparecen nuevos nombres: Hace unos días se hacía viral el guardameta Pepe Reina por hacer un guiño en positivo a la manifestación en coche convocada por Vox, mientras que esta misma semana era Isco Alarcón, jugador del Real Madrid, quien regalaba un ‘like’ a un tweet del rapero Rayden y generaba un cisma de dimensiones mayúsculas en la parroquia más conservadora de la afición del Real Madrid. Más que nada porque este lucía una camisetas con las siglas ACAB 'All Cayetanos are Bastards' (Todos los Cayetanos son unos bastardos) Y claro, este gesto desató una tormenta monumental en el barrio de Salamanca y sus aledaños. Finalmente, el propio jugador intervino a través de sus redes y argumentó su posicionamiento.



No sabemos si habrá sido la cuarentena, que ha dado para tanto que hasta a los futbolistas que no lo hacía les ha dado por pensar y reflexionar. Pero tranquilos, que LaLiga vuelve en breve y todo irá a su sitio. En los bares se seguirá hablando de política, pero volverá el fútbol como primera opción y preocupación. Y del VAR, con uve. El calor aprieta, las mascarillas molestan y la ponzoña política comienza a oler. Pan y circo, aunque sea sin público. Eso es lo que pensaran Ábalos, Sánchez y su estratega Iván Redondo mientras almuerzan en una terraza de Madrid o quien sabe, se escapan de forma clandestina a la barra de algún bar que ya esté en la Fase 3.



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