VALÈNCIA (EP) La presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, ha fijado el debate de investidura del candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez, para los días 4, 5 y 7 de enero. Éste será el tercer debate de investidura al que se somete Sánchez que ya intentó, sin éxito, ser presidente en marzo de 2016 y el pasado mes de julio.
Tras las elecciones del pasado 10 de noviembre, el PSOE trabajó desde el inicio para que su secretario general fuera investido presidente antes de Navidad, después habló de finales de año y la última fecha que barajó fue antes del Día de Reyes.
Pero los tiempos de Esquerra Republicana (ERC), cuya abstención es clave para que Sánchez acabe saliendo elegido presidente, y el revés de la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre la inmunidad del líder de los republicanos, Oriol Junqueras, como eurodiputado, han ido aplazando el debate de investidura.
Finalmente, la presidenta de la Cámara Baja, que es quien tiene la facultad de convocar los Plenos de investidura previa consulta con el candidato, ha decidido que la sesión tenga lugar los días 4 y 5 de enero y 7, en caso de que, como se prevé, no consiga en la 'primera vuelta' la mayoría absoluta necesaria, fijada en 176 votos.
Según informaron fuentes de la Presidencia, Batet ya ha comunicado a los representantes de los distintos grupos parlamentarios su previsión para la celebración del debate de investidura, cuya convocatoria formal, en el que se incluirá ya la hora de inicio, se llevará acabo este jueves, día 2.
De acuerdo con los planes de lo que viene siendo habitual en los Plenos de investidura, el debate arrancará el sábado 4 con la lectura de la propuesta de candidato entregada por el Rey a la presidenta del Congreso. A partir de ahí será el turno del candidato, que subirá a la tribuna para exponer a la Cámara su programa de gobierno, sin límite de tiempo.
Posteriormente, será el turno de los portavoces de los diferentes grupos, que intervendrán de mayor a menor, por lo que Sánchez tendrá ocasión de debatir, en primer lugar, con Pablo Casado (PP), Santiago Abascal (Vox), Pablo Iglesias (Unidas Podemos) y Gabriel Rufián (ERC).
Hará lo propio, posteriormente o ya el domingo, con Inés Arrimadas (Ciudadanos), Aitor Esteban (PNV), Mertxe Aizpurua (Bildu) y con los distintos representantes del Grupo Plural --integrado por Junts, MásPaís-Equo, Coalición Canaria, Nueva Canarias, Compromís, el Bloque Nacionalista Galego (BNG), el Partido Regionalista de Cantabria (PRC) y Teruel Existe-- ydel Grupo Mixto, compuesto por Unión del Pueblo Navarro (UPN), Foro Asturias y la CUP.
El debate terminará el domingo 5 de enero, víspera de Reyes, cuando Sánchez haya contestado a todos los grupos y se realice la votación individual y por llamamiento, con los diputados poniéndose de pie uno tras otro para gritar si apoyan o no su designación.
Hasta el momento el aspirante socialista tiene garantizado el apoyo de todos los diputados de Unidas Podemos, de los seis parlamentarios del PNV, los dos de Más País-Equo y del único representante del PRC: 164 escaños que no son suficientes para salir elegido en la primera votación del domingo, puesto que se queda a 12 escaños de la mayoría absoluta.
Así las cosas, Sánchez tendrá que esperar 48 horas, es decir, hasta el martes, 7 de enero, en caso de que no logre la mayoría absoluta (176 diputados) que se requiere en el primer intento.
En esa sesión, Sánchez tendrá ya más posibilidades de que su candidatura triunfe ya que en la segunda vuelta ya sólo necesita más votos a favor que en contra. En ese caso, la abstención de los diputados de ERC (13 escaños) y de Bildu (cinco) le asegurarían ganar al bloque de la derecha (PP, Ciudadanos y Vox), que reúnen 150 votos, a los que previsiblemente habría sumar los ocho diputados de Junts, los dos de la CUP, los otros tres de UPN y de Foro Asturias.
Está por ver aún que harán los diputados de Compromís, el BNG, Teruel Existe, Coalición Canaria y Nueva Canarias, que en su día hablaron de facilitar la investidura de Sánchez. Los partidos canarios son los únicos con los que el PSOE no se reunió en la última ronda de contactos.
En esa segunda sesión, la del día 7, el candidato tendrá diez minutos para pedir el respaldo de la Cámara, y los representantes de los grupos parlamentarios dispondrán de cinco minutos cada uno.
Al término del debate empezará la segunda votación por llamamiento, en la que al candidato ya le basta con mayoría simple (más síes que noes) y en la que todo apunta que Sánchez acabará siendo elegido gracias a la abstención de ERC.
Éste será el tercer debate de investidura al que se somete Pedro Sánchez, que ya intentó, sin éxito, ser presidente del Gobierno en marzo de 2016, tras haber alcanzado un pacto con Ciudadanos y después de que el entonces presidente del Gobierno y candidato del PP, Mariano Rajoy, renunciara a la investidura, y el pasado mes de julio, cuando no fructificó su acuerdo con Unidas Podemos, lo que desembocó en una repetición electoral.
El debate de investidura del aspirante socialista se celebrará 54 días después de los últimos comicios generales, rebajando así el periodo en relación con las anteriores citas con las urnas. Así, desde las elecciones del 28 de abril hasta la fallida investidura de Sánchez de julio pasaron 85 días; 71 fueron los que mediaron entre los comicios de diciembre de 2015 y la también investidura fallida del líder socialista de marzo de 2016; y 64 los que hubo entre las elecciones de junio de 2016 y la investidura de Mariano Rajoy de finales de agosto de ese año, que tampoco prosperó.
La formación del nuevo gobierno llegará en unos días, pero la investidura que acabamos de vivir es alarmante no solo por la fragilidad sino por los apoyos recibidos, los discursos que pronunciaron los independentistas y la falsedad tan palmaria del nuevo presidente