VALÈNCIA. BBVA se ha convertido en el primer banco español en calcular la huella de carbono de sus clientes particulares con el fin de concienciar en el cuidado del medio ambiente e impulsar la comercialización de productos verdes. Una medida que responde al compromiso de BBVA por cuidar el planeta pero también de la necesidad de tomar conciencia y entender que el comportamiento de cada persona tiene impacto en el medio ambiente. Así lo apunta Javier García, responsable de banca móvil de BBVA, quien señala la importancia de «demostrar al cliente que unos determinados cambios de hábito pueden tener un impacto positivo en nuestra sociedad».
Asimismo, Javier García recuerda que «la sostenibilidad es un paso más en la estrategia de BBVA por ayudar a nuestros clientes y a la sociedad a afrontar grandes retos como el cambio climático, la crisis de la biodiversidad o la desigualdad».
- ¿Cómo nace la iniciativa de crear una app para conocer la huella de carbono de los clientes?
- La sostenibilidad es un paso más en la estrategia de BBVA por ayudar a nuestros clientes y a la sociedad en general a afrontar grandes retos como el cambio climático, la crisis de la biodiversidad o la desigualdad. Llevamos muchos años ayudando a nuestros clientes a tomar las mejores decisiones financieras y ahora estamos usando esas capacidades para ayudarles a adoptar mejores comportamientos de consumo que además contribuyen a un crecimiento verde e inclusivo. Bajo esta idea nació esta nueva funcionalidad con un doble objetivo: concienciar a los clientes de que sus hábitos y acciones tienen impacto en el medio ambiente y ayudar a los clientes en su transición hacia un futuro sostenible. Creemos que es necesario tomar conciencia y entender que nuestro comportamiento tiene impacto en el medio ambiente, y sobre todo es importante demostrar al cliente que unos determinados cambios de hábito pueden llegar a tener un gran impacto positivo en nuestra sociedad.
- ¿Por qué es tan importante conocer la huella de carbono?
- Si somos capaces de trasladar adecuadamente a nuestros clientes cuál es su huella de carbono, qué impacto tiene y mostrarles similitudes que acerquen más el término y el problema, estamos convencidos de que tomarán mejores decisiones.
- ¿Cómo la aplicación calcula esa huella de carbono?
- Utilizamos los movimientos de los clientes; en concreto, los recibos de luz y gas y los gastos en carburante realizados con las tarjetas BBVA y, mediante un algoritmo, traducimos el importe en euros en unidades energéticas utilizando los precios de la energía (luz, gas, gasolina). Después, traducimos esa unidad energética en Kg de dióxido de carbono usando el factor de emisión de cada energía. Por ejemplo, si hay un pago en una gasolinera de 50 euros y si el precio del litro está a 1,4 euros, calculamos que ha consumido 35,7 litros. El factor de emisión de la gasolina es 2,5 kg de CO2 por litro, así que si lo multiplicamos por los litros obtenidos nos da 89,3 kg de CO2 .
- La app facilita consejos a sus clientes, ¿cómo puede reducir una persona su huella de carbono?
- La analítica de datos, a través de los recibos de luz, gas y gastos en carburantes, permite dibujar una fotografía completa de la emisión de CO2 de nuestros clientes. A partir de ahí, la herramienta le brinda información y le ofrece medidas concretas que le permiten reducir dicho impacto. Estas recomendaciones incluyen cambios sencillos en los hábitos de los clientes y una serie de acciones personalizadas que reducirán la emisión de CO2 y, de paso, el importe de sus facturas. Por ejemplo, cambiar tus electrodomésticos por otros más eficientes (AAA) puede hacer que tu factura de luz se reduzca también hasta un 15%. El cliente puede simular el coste de la inversión inicial seleccionando los electrodomésticos que quiere cambiar y nosotros le ofrecemos un coste estimado y el tiempo en el que esta inversión es amortizada y empezaría a ahorrar.
- Pequeños gestos también contribuyen a un beneficio económico…
- Exacto. Ese es otro ángulo importante que nos brinda este servicio. No podemos olvidar que la implementación de medidas de ahorro energético suele llevar consigo importantes ahorros en nuestro día a día. Por poner varios ejemplos, si un usuario cambia la caldera de gas a una de condensación, puede llegar a ahorrar hasta un 20% de su factura de gas aproximadamente. Otro ejemplo: si una persona se decanta por cambiar las ventanas y elegir unas de puente térmico que tengan mejor aislamiento, el ahorro puede alcanzar hasta un 15% en su factura de calefacción del usuario.