MADRID (EP). El director del Instituto BBVA de Pensiones, Luis Vadillo, defiende la necesidad de incentivar el desarrollo de los planes de pensiones individuales, el tercer pilar del sistema, además de los planes de empresa. Vadillo, en una entrevista con Europa Press, subraya que más de la mitad de los ciudadanos, dos tercios en el caso de los 'millenials', rechaza la posibilidad de reducir las ventajas fiscales de los planes de pensiones individuales.
En su opinión, a la hora de diseñar la fiscalidad de los sistemas de previsión social, deben tenerse en cuenta dos factores: que en España existe un gran número de trabajadores autónomos y empresarios individuales y que la mayor parte de los trabajadores por cuenta ajena trabaja en pymes, en las que el ahorro colectivo apenas está presente.
"Se debe posibilitar, por tanto, a toda esta población ocupada que queda fuera de la previsión social empresarial que pueda acceder a sistemas de previsión individuales en las mismas condiciones y requisitos que cualquier otro trabajador", argumenta. Asimismo, Vadillo advierte de que en España existe un "significativo déficit" de ahorro para la jubilación en comparación con el resto de países de su entorno, un desajuste que, a su juicio, "no puede dejarse exclusivamente a cargo de las empresas". "Hace falta que los trabajadores, a título particular, tomen conciencia de la necesidad de ahorrar para su jubilación", añade.
Para Vadillo, todas las medidas orientadas al fomento del ahorro para la jubilación resultan necesarias. En este sentido, considera "muy positivo" el elevar los límites en la aportación a los planes de pensiones de empleo y la puesta en marcha de iniciativas legislativas para que el mayor número de trabajadores posible tenga una pensión complementaria de empresa para su jubilación. Ahora bien, advierte de que "llevará años" construir un patrimonio suficiente a través de los planes de pensiones de empleo, que actualmente suponen el 3% del PIB.
"Por ello, estando de acuerdo en que es importante que los sistemas de empleo crezcan hasta niveles más comparables con países de nuestro entorno, creemos que es relevante también establecer períodos transitorios y continuar incentivando el tercer pilar (planes de pensiones individuales) para que, al menos hasta que ello ocurra, sigamos contando con figuras que permitan canalizar un volumen de ahorro suficiente para la jubilación", insiste.
Vadillo recuerda que el ahorro para la jubilación puede tomar muchas formas (planes de pensiones, depósitos, fondos de inversión, bolsa, etc.) pero que la primera y la decisión más importante es la de ahorrar para la jubilación, y además de manera continuada. En lo referente a los planes de pensiones, subraya que "no son tan ilíquidos" pues además de los supuestos de liquidez contemplados legalmente (enfermedad grave y paro de larga duración), existe la posibilidad de que a partir de 2025 se pueden reembolsar las participaciones con una antigüedad superior a los diez años, "con lo que pueden ser una opción de ahorro a largo plazo para la población más joven".
Para Vadillo, la estrategia ideal es planificar la jubilación con tiempo suficiente y empezar a ahorrar cuanto antes y en pequeñas cantidades. "Debido al efecto de la capitalización, si empezamos a ahorrar a los 25 años en un producto que ofrece una rentabilidad real del 2% (es decir, una vez descontada la inflación) duplicaremos el importe ahorrado 36 años después, es decir, a los 61 años. Lo mismo ocurrirá con la cantidad que ahorremos a los 26 -se duplicará a los 62- y así sucesivamente. Por tanto, es fácil imaginar que, si en lugar de empezar a los 25 años, empiezo a ahorrar la misma cantidad a los 50, en lugar de ver multiplicada por dos la cantidad ahorrada cuando cumpla los 61 años, ésta habrá aumentado poco más del 20%", apunta.