MADRID (EP). BBVA pretende emitir entre 2.500 y 3.500 millones de euros de deuda senior no preferente en el conjunto del ejercicio 2018 para completar el 'colchón anticrisis' que las autoridades comunitarias exigirán a las entidades financieras con el fin de garantizar que estas puedan recapitalizarse sin necesidad de recurrir a dinero público en caso de quiebra.
El banco que preside Francisco González, que ya cuenta con un colchón de solvencia de 45.300 millones de euros, prevé compensar a través de la emisión de este nuevo tipo de deuda los vencimientos por importe de 3.500 millones de euros en deuda senior y cédulas hipotecarias que tendrá que afrontar el próximo año, según consta en una presentación dirigida a inversores publicada por la entidad.
La deuda senior y las cédulas hipotecarias no computan en los colchones de solvencia de la norma sobre requerimientos mínimos de fondos propios y pasivos admisibles, conocida como MREL por sus siglas en inglés. Por el momento se desconoce el tamaño que deberán tener estos colchones de capital, pero BBVA incrementará el suyo al refinanciar estos vencimientos con la emisión de deuda senior no preferente.
El nivel de dicho colchón vendrá determinado de forma individual para cada grupo bancario en función de su nivel de riesgo y otras características particulares. Su objetivo es garantizar que cada entidad cuenta con fondos propios y pasivos admisibles para absorber posibles pérdidas y recapitalizarse por sí misma, sin necesidad de recurrir a dinero público.
El colchón de capital de BBVA a 30 de junio se desglosa en 34.100 millones de euros en capital del máxima calidad (CET1), 5.800 millones de euros emitidos en CoCos (AT1) y 3.900 millones en instrumentos subordinados (Tier 2). No obstante, se debe sumar la emisión de 1.500 millones de euros en deuda senior no preferente colocada el pasado miércoles, por lo que el colchón de capital 'anticrisis' de BBVA asciende a 45.300 millones de euros. BBVA considera que ya ha satisfecho los niveles de instrumentos AT1 y Tier 2 que exigirá la nueva regulación.
Ante posibles problemas del solvencia, el capital de la entidad, en el que se incluyen las acciones, es el primero que responderá a pérdidas, por delante de CoCos, instrumentos subordinados, deuda senior no preferente y deuda senior. La deuda senior no preferente es un nuevo tipo de deuda aprobada por el Gobierno el pasado mes de junio para facilitar a las entidades el cumplimiento del requerimiento mínimo de fondos propios y pasivos admisibles.
Santander completó cuatro emisiones de este tipo de deuda entre los meses de enero y julio. En concreto, el banco cántabro colocó 1.500 millones de euros en enero, 2.500 millones de dólares en abril, 400 millones de francos suizos en mayo y 500 millones de dólares australianos en julio.
Por su parte, BBVA se estrenó el miércoles en la emisión del nuevo tipo de deuda al colocar 1.500 millones de euros, mientras que Caixabank hizo lo propio el jueves con la emisión de 1.250 millones de euros en deuda senior no preferente.
En lo que va de 2017, BBVA ha emitido un total de 5.868,4 millones de euros a través de diferentes instrumentos de deuda. Además, ha colocado durante el año deuda subordinada por importe de 120 millones de dólares y por 20 millones de francos suizos, según consta el la presentación para inversores.