Hoy es 11 de octubre
MADRID (EP). El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha actualizado este jueves sus proyecciones macroeconómicas trimestrales, en las que empeora sustancialmente sus pronósticos de inflación y recorta el crecimiento del próximo año para la zona euro, que podría registrar una recesión entre el cuarto trimestre de 2022 y el primero de 2023. En concreto, las nuevas proyecciones del BCE contemplan que los precios suban en promedio en 2022 un 8,4%, tres décimas más de lo que esperaban en septiembre, con una inflación subyacente del 3,9%.
"En el contexto de un grado excepcional de incertidumbre, los expertos del Eurosistema han revisado sus proyecciones de inflación significativamente al alza", advierte el BCE. El próximo año, la inflación se moderará solo al 6,3%, cuando anteriormente anticipaban al 5,5%, con una tasa subyacente del 4,2%, mientras que en 2024 será del 3,4%, frente al 2,3% previsto en septiembre, y la inflación subyacente será del 2,8%. Asimismo, en sus primeras previsiones para 2025, el BCE contempla que la tasa de inflación general sea del 2,3%, aún por encima de su objetivo, con una tasa subyacente del 2,4%.
En cuanto al crecimiento del PIB, si bien ha mejorado al 3,4% desde el 3,1% previsto anteriormente la estimación para 2022, la entidad ahora espera una expansión de apenas el 0,5% en 2023, cuando en septiembre confiaba en un crecimiento del 0,9%. En este sentido, ha señalado que la economía de la zona del euro podría experimentar una contracción en este trimestre así como en el siguiente, debido a la crisis de la energía, a la elevada incertidumbre, al debilitamiento de la actividad económica mundial y al endurecimiento de las condiciones de financiación.
"De acuerdo con las últimas proyecciones de los expertos del Eurosistema, si se produjera una recesión, sería relativamente corta y poco profunda", ha destacado. De cara a 2024, los expertos del BCE esperan un rebote del PIB del 1,9%, en línea con lo anticipado en septiembre, mientras que para el año 2025 confían en que la economía de la zona euro crecerá un 1,8%.
En la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha explicado que la lectura conjunta de ambas características de las próximas subidas (significativas y a un ritmo sostenido) significa que, en función de los datos disponibles por el momento, debería esperarse subir tipos "a un ritmo de 50 puntos básicos durante un período de tiempo".
En este sentido, ha justificado la subida de tipos y la intención de "aumentarlos significativamente más", porque la inflación sigue siendo demasiado alta y se prevé que permanezca por encima del objetivo del 2% durante demasiado tiempo. De este modo, la francesa ha señalado que los riesgos para las perspectivas de crecimiento de la eurozona se inclinan a la baja, especialmente a corto plazo, mientras que para las perspectivas de inflación son principalmente alcistas.