VALÈNCIA (EFE). El Banco Central Europeo (BCE) va a reducir gradualmente a partir del 1 de octubre las compras de bonos corporativos con peor calificación climática, en línea con los objetivos del Acuerdo de París.
El Consejo de Gobierno del BCE decidió en julio tener en cuenta el cambio climático en sus compras de bonos corporativos, en el sistema de activos de garantía, en los requisitos de divulgación de información y en la gestión de riesgos.
Estas medidas apoyan la transición verde de la economía en línea con los objetivos de neutralidad climática de la Unión Europea (UE).
El BCE va a orientar sus tenencias de bonos hacia emisores con mejor comportamiento climático mediante la reinversión de las amortizaciones esperadas en los próximos años.
La orientación hacia activos emitidos por empresas con mejor comportamiento climático significa que aumentará la proporción de esos activos en el balance del Eurosistema con respecto a los de empresas con peor comportamiento.
El BCE utilizará una calificación climática que combina tres subcategorías, que medirán el mejor comportamiento en relación con unos niveles más bajos de emisiones de gases de efecto invernadero, con unos objetivos de reducción de las emisiones de carbono más ambiciosos y con una mejor divulgación de información climática.
La entidad monetaria tendrá en cuenta las emisiones contaminantes del emisor de los bonos en el pasado, y se fijará en el comportamiento de las empresas en comparación con sus homólogas en un sector específico y en comparación con todos los emisores de bonos válidos para sus operaciones de política monetaria.
Las empresas que lo hagan mejor recibirán una mejor calificación del BCE.
En segundo lugar, el BCE se fijará también en los objetivos que se establecen las empresas para reducir sus emisiones de gases con efecto invernadero en el futuro.
"Las empresas con objetivos de descarbonización más ambiciosos recibirán una calificación mejor" para incentivarlas a reducir las emisiones, indicó la entidad.
En tercer lugar, el BCE también valorará la divulgación que hagan las empresas de sus emisiones de gases con efecto invernadero.
Las empresas con una divulgación de elevada calidad recibirán una calificación mejor.
En la práctica, el BCE comprará más bonos de empresas con un comportamiento climático bueno en las reinversiones de los bonos que ha adquirido hasta ahora y menos de las que tienen un comportamiento climático pobre.
Además, la entidad europea utilizará la calificación climática para ajustar sus ofertas en el mercado primario para favorecer a las empresas con mejor comportamiento climático e imponer límites a los vencimientos de los bonos de empresas con una calificación climática más baja.
También revisará regularmente la metodología para calcular la calificación climática, y va a comenzar a publicar información relacionada con el clima en sus tenencias de bonos corporativos a partir del primer trimestre de 2023.
Asimismo, el BCE informará regularmente del progreso hacia el alineamiento con los objetivos del Acuerdo de París.
El volumen de las compras de bonos seguirá dependiendo exclusivamente de consideraciones de política monetaria y del objetivo de inflación del BCE.