Comenta que su exabogado era de izquierdas, estaba obsesionado con Rus, Zaplana y el PP y se iba a de vacaciones a Corea del Norte
VALÈNCIA. A la explosiva declaración del comisario José Manuel Villarejo este jueves en el juicio del caso Erial ha seguido la del exgerente de Imelsa Marcos Benavent, también llamativa. El otrora colaborador de la justicia en el caso Taula ha intentado desmontar, al igual que Villarejo, todo el inicio de la investigación de la causa que afecta a Zaplana, centrada en una presunta trama liderada por el exministro para el cobro de comisiones derivadas de la concesión de las Inspecciones Técnicas de Vehículos (ITV), realizadas en 1997 durante su gestión, y del Plan Eólico de la Comunidad Valenciana, puesto en marcha en 2003. El objetivo habría sido desviar esas cantidades al extranjero a través de numerosas sociedades para blanquearlas y, posteriormente, retornarlas a España. En total, ese desvío de dinero se cuantifica en 20,6 millones de euros. En el banquillo se sientan un total de 14 acusados.
Benavent ha cuestionado el recorrido los documentos que originaron el caso Erial. Se trata de los conocidos como los 'papeles del sirio'. El ciudadano sirio que los encontró en primer lugar declaró ayer miércoles en el juicio. Imad, que indicó que es empresario y lleva viviendo en España desde 1980, detalló que vivió en un piso de alquiler en la Plaza Legión Española de València desde aproximadamente 2008 hasta 2015. Allí residió previamente Zaplana, aunque él no lo supo en ese momento. El propietario era un notario.
Al tiempo de entrar a la vivienda, sobre 2009, encontró unos documentos. "En la habitación principal había, en la parte baja de una esquina, una puerta pequeña donde había un hueco y dentro una caja fuerte. Los papeles estaban en ese hueco", expuso. Estaban doblados y, señaló, sólo recuerda que tuvieran tachaduras. Le llamaron la atención porque "hablaban de cosas del gobierno anterior que se refería a parques eólicos". Según los investigadores que los analizaron posteriormente, en ellos se dibujaba una perfecta hoja de ruta para lograr las adjudicaciones de los parques eólicos y las posteriores comisiones.
Al considerar que podían ser importantes, se los entregó al exgerente de Imelsa Marcos Benavent. Imad era un miembro destacado de la mezquita de Valencia y muy conocido dentro de la comunidad árabe, por lo que mantenía relaciones con la administración valenciana. Acudía, dijo, a muchos actos públicos de manera constante. De ahí conocía a Benavent. Le mencionó los documentos y se los dio. "Su reacción fue quitarle importancia al asunto y se quedó ahí la cosa. Unos años después me volvió a llamar porque me quería ver con urgencia y me pidió los originales. Le dije que lo que yo tenía eran aquellos documentos que le entregué", apuntó.
Benavent ha confirmado que efectivamente le dio a él los papeles, pero que no se trató de un hallazgo casual en el piso sino que a Imad se los entregó previamente "la Policía o el CNI". "Cuando yo era gerente de Imelsa me los enseño un día que quedamos. Pero no eran 3 ó 4 papeles, sino un taco grande que implicaba a muchas empresas, a la derecha valenciana y a muchos políticos del PP valenciano. Mi primera reacción fue no darle veracidad y en un primer momento no cogí ninguno. Me dijo que se los habían dado. Me dejó caer que había sido gente relacionada con los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, no sé si el CNI o la Policía, pero vamos, ese sector. Se los dieron por su colaboración con las Fuerzas de Seguridad. Pasó un tiempo y me insistió en traérmelos. Ahora entiendo por qué. A mí se me ha utilizado en toda esta historia", ha expuesto.
Los documentos los guardó en una carpeta personal que inicialmente estuvo en Cofrentes y luego su familia la trasladó al despacho de su entonces abogado (antes de que cambiara de letrado en 2021) "para preparar su defensa". Pero –ha manifestado– en ningún momento autorizó el registro de los agentes de la UCO en ese despacho para que se los llevaran. "Yo estaba colaborando con la Fiscalía en aquel momento. Registraron el despacho sin mi permiso y se llevaron esos documentos de una carpeta personal que nada tenía que ver con el caso Taula", ha insistido.
"Mi abogado es de izquierdas, estaba obsesionado con Rus, Zaplana y todo el PP. Cada verano se va de vacaciones a Corea del Norte, no le digo más. Su estrategia de defensa era salpicar a todo el mundo", ha subrayado Benavent.
El exgerente de Imelsa y autobautizado como 'yonki del dinero' ha asegurado que cuando fue interrogado por parte de la UCO por esos documentos y avaló la versión del hallazgo casual "no estaba en condiciones" de hacerlo porque se acababa de acostar media hora después de haberse pasado "toda la noche bebiendo y fumando". "Hubiera aceptado cualquier cosa, solo quería acabar rápido y volver a casa, ha añadido.
En ese momento de colaboración con la justicia, quedó con el sirio y le trasladó lo que iba a hacer. "Para protegerle, nos inventamos lo de que los papeles los había encontrado en el altillo de la vivienda de Zaplana. Quería salvaguardarlo a él también y no quería que estuviera implicado en esta historia. Nos inventamos lo del altillo, lo de la caja fuerte, el no sé que... Y esa es la historia porque era impensable que esos documentos pudieran olvidarse en casa de alguien. Era rocambolesco", ha insistido.