VALENCIA, (EP). Marcos Benavent, investigado en la trama corrupta de Imelsa y que ha puesto en jaque a concejales del PP en el Ayuntamiento de Valencia y ex altos cargos de la Diputación y de la Generalitat, pasó de concejal de Fiestas de Xàtiva (Valencia), municipio en el que coincidió con el expresidente de la Diputación y exalcalde de la localidad Alfonso Rus, a recaudador del PP y, posteriormente, a confesar todo lo que se había llevado de las arcas públicas para reponerse y empezar una nueva etapa, según ha declarado en varias ocasiones a los medios de comunicación.
Benavent, tal y como figura en el sumario del caso Imelsa, que se instruye en el Juzgado de Instrucción número 18 de Valencia, se cruzó con Alfonso Rus --también investigado en el procedimiento-- en el año 1999 en que ambos coincidieron en el Ayuntamiento de Xàtiva.
A partir de ahí, comenzaron una andadura juntos que también les ha llevado a coincidir como investigados en el juzgado. Benavent, tras dejar Xàtiva, se puso a trabajar en la Fundación Jaume II El Just, aunque mientras estaba dado de alta en esta institución, "trabajaba a tiempo completo" para que Rus ganase el Consejo Provincial del PP y, posteriormente, llegar a gobernar la Diputación de Valencia.
El propio Benavent, quien se ha llegado a definir en alguna ocasión como 'yonki del dinero', explicó a la UCO que sus cometidos en la Fundación eran principalmente administrativos, relacionados con temas de comunicación y prensa, y agregó que desde ahí comenzó a trabajar para el PP a tiempo completo.
En el año 2004 Rus fue nombrado presidente del PP de la provincia de Valencia, y en ese momento comenzó su vinculación "delictiva" con el exvicepresidente de la Diputación Juan José Medina; el exjefe de gabinete de Rus, Emilio Llopis; Benavent; y la empresa pública Ciegsa con Máximo Caturla como consejero delegado, según consta en el sumario.
Es en ese ejercicio cuando, según la UCO, surge la "necesidad" de financiar económicamente al partido (PP), para lo que Rus "habría puesto en contacto" a Benavent con Caturla, "con capacidad de decisión sobre la adjudicación de infraestructuras educativas".
A partir de ese momento, Benavent comenzaría a intermediar entre Caturla y Rus "al objeto de recaudar dinero, negociando y cobrando comisiones ilegales a empresarios como contraprestación de contratos adjudicados desde la empresa pública, todo ello con la finalidad de financiar al partido político al que pertenecían.
Con el paso de los años y con Rus ya en la Diputación, Benavent dio el salto en el año 2007 a la gerencia de la empresa pública Imelsa, desde donde siguió con su cometido.
Del exgerente de Imelsa resalta la UCO su papel intermediador entre políticos, funcionarios y empresarios, "desarrollado con evidentes habilidades sociales". "Es un excelente conocedor del funcionamiento institucional y político de la Comunitat, de las personas que en ella participan, sus relaciones, motivaciones y vinculaciones", señalan los investigadores.
De estos más de 15 años vinculados con Rus y otros cargos públicos del PP, Benavent acudió el pasado año al juzgado "a contar la verdad", con lo que él era consciente de que iba a hacer daño "a mucha gente" y a "salir mierda a punta pala", tal y como indicó. Algo más de un año después, sus confesiones y grabaciones aportadas a la Guardia Civil han servido, en parte, para que el juzgado haya abierto una investigación con una pieza principal (Ciegsa) y otras cinco más relativas a contrataciones fraudulentas, comisiones y a un presunto delito electoral y de blanqueo del PP.
Ahora, según dijo recientemente a los medios de comunicación, tras abandonar la vida pública se dedicó a viajar, a encontrarse a sí mismo y "a vivir" mientras observa como avanza la investigación judicial de un caso al que todavía le queda recorrido.