CASTELLÓ. Turismo de la Generalitat Valenciana invertirá 1,5 millones para convertir el actual recinto de festivales de Benicàssim en un espacio 'inteligente'. Será la primera gran acción que desde el departamento de Francesc Colomer se haga en esta materia. Y es que fue el pasado mes de abril cuando el secretario autonómico de Turismo presentó una hoja de ruta donde se explicaban los pasos a seguir para reorientar los festivales hacia la sostenibilidad, la innovación y la transformación tecnológica. Otra manera de vivir estos macroeventos que, gracias a un acuerdo con el Ayuntamiento, propietaria del terreno, se pondrá en práctica en los próximos dos años en la ciudad castellonense.
"Benicàssim lleva más de 25 años apostando por los grandes festivales de música en vivo y ha logrado convertirse en un referente internacional en esta materia, gracias a citas que actualmente se celebran como el FIB y el Rototom. Es una ciudad que se ha significado mucho en este aspecto", señalaba este jueves Colomer, quien por todo esto, ha querido implantar en la localidad el proyecto piloto de su modelo de 'Festivales Inteligentes'. Una propuesta, desarrollada a través de Invat·tur, que esperan poder ir instaurando poco a poco en todo el territorio valenciano. "Queremos que el recinto de Benicàssim sea el espacio oficial de la marca Mediterranew Musix. Sin menospreciar a otros, la ciudad ha hecho méritos históricos para serlo. Y además que el ayuntamiento sea propietaria del terreno facilita el trabajo", añadía Colomer a este periódico.
Así, en la ley de presupuestos de 2023 ya se contempla una primera inversión de 500.000 euros para iniciar el proyecto, que se completará con un millón más en 2024. El acuerdo se formalizará, eso sí, a principios de año cuando, tras la aprobación definitiva del proyecto, Generalitat y Ayuntamiento firmen el convenio de colaboración.
A partir de aquí la propuesta de Turismo se basa en convertir los festivales en un nodo de información que maneje herramientas digitales para adaptarse en tiempo real a las necesidades del público. ¿Y en qué se traduce esto? Mediante el uso de una app, el usuario podría conocer desde cuál es el acceso más despejado o si hay avisos de posibles aglomeraciones. Pero además, otras de las posibilidades que podría ofrecer es saber en todo momento la ocupación de escenarios y barras del recinto, así como ver la programación y obtener información actualizada del entorno, referente a alojamientos, comunicados municipales del destino donde se celebra el festival, alertas o avisos meteorológicos.
También, este modelo de festival incluye una nueva pulsera para el público con información sanitaria integrada, a fin de mejorar el rastreo de contactos sanitarios.
Por otro lado, con el objetivo de minimizar el impacto ambiental y mejorar la calidad de vida y oportunidades de los habitantes de la zona donde se desarrolla el festival, otra de las herramientas que se promueven es la medición automatizada de residuos generados, así como del ruido. Lo que ayudará a evaluar la huella del festival. Igualmente, se quiere poner orden a todos esos datos sobre el impacto económico que el festival produce en su entorno en cada edición.
"Los grandes festivales se encuentran en la encrucijada de afrontar su propia reconversión en clave de sostenibilidad, descarbonilación y tecnología inteligente con el objetivo de ofrecer más calidad a los usuarios y dotar de mayor progreso al entorno social y económico en el que suceden", ha subrayado Colomer.
El recinto de festivales vive una transformación integral desde hace tiempo. A los trabajos de Conselleria se suman los que en paralelo el Ayuntamiento de Benicàssim lleva efectuando desde 2020. Después de comprar los terrenos por cerca de tres millones de euros, el consistorio anunció ese mismo año la puesta en marcha de un plan de adecuación que velaría por mejorar las instalaciones, reforzar la seguridad y minimizar el impacto acústico en las zonas residenciales del municipio. Un proyecto al que se sumó la Diputación de Castellón invirtiendo 180.000 euros para la creación de un vallado perimetral de todo el recinto.
Así mismo, la alcaldesa Susana Márquez apuntó en su día que se contemplaba generar un recinto que pudiera albergar eventos durante todo el año y no solo en época estival. Por ello, además de su transformación tecnológica, quedan pendientes otras labores como las de "acondicionar los espacios verdes, los aseos públicos", así como "reordenar los escenarios" y definir la distribución del espacio. El recinto de festivales espera así dejar de ser visto como ese 'descampado' en el que solo suceden cosas eventualmente.