más que rascacielos 

Benidorm no está tan mal

¡Basta ya de demonizar a una de las joyas de la costa levantina!

| 26/04/2019 | 6 min, 13 seg

¿Qué os pasa a todos con Benidorm? Se ha tachado de destino de la tercera edad, de lugar de veraneo de chonis, de esperpento visual con sus rascacielos... Pero, ¿alguna vez os habéis parado a pensar porqué Benidorm sí merece la pena? Eso es lo que hoy os voy a contar, pero queridos, en realidad, Benidorm no está tan mal...

Sí, es cierto que esta localidad de la costa alicantina ha levantado dudas sobre todos nosotros. Sí, es la ciudad en la que puedes ir a ver tocar a Maria Jesús y su acordeón. También sí, es uno de los destinos de retiro preferido por los seniors. Sí, puedes quedarte fascinado paseando por la playa admirando los modelitos de muchos (brilli brilli y lentejuelas incluidas). Sí, es atípico como él solo. Pero ¿y qué? ¿No hacen todas esas cosas que queramos descubrir porqué hay que conocerlo?

Es la tercera ciudad europea con más rascacielos, por detrás de Londres y Milán

Lo primero que te llamará la atención serán sus rascacielos. Es imposible no fijarse, están por todos lados. Por ello algunos lo llamáis 'Beniyork', ¿verdad? Pues bien, salvando las distancias con la Gran Manzana, decidme, ¿qué otra ciudad española tiene un skyline así? Y encima al lado del mar. Ninguna. De hecho es la tercera ciudad europea con más rascacielos, por detrás de Londres y Milán y la ciudad con más rascacielos por habitante del mundo. Chúpate esa Nueva York.


Por ejemplo, el Gran Hotel Bali, fue el edificio más alto de España hasta que una de las cuatro torres madrileñas, Torre Espacio, le superara. Pero, todo esto no fue siempre así. ¿Porqué entonces este afán de verticalidad? Benidorm era un pequeño pueblo de pescadores, en el que en un principio, no contaban ni con agua corriente. Llegó el mandato de Pedro Zaragoza, el alcalde visionario que se dio cuenta del potencial de la futura Benidorm. Por ello, el desarrollo urbanístico se hizo cogiendo a Barcelona como modelo y utilizando un plan al que llamaban la 'caja de tabaco', lo que propiciaba que los edificios pudieran ir creciendo en altura, siempre dentro de su parcela de suelo y consiguiendo que ninguno hiciera sombra sobre otro.

Pero este genio fue también todo un as del mundo del marketing y consiguió que su pequeña ciudad del Mediterráneo traspase fronteras, regalan botellas de vino 'Sol de Benidorm' -dicen que una de ellas llegó a las manos de la mismísima reina de Inglaterra- o poniendo señales por toda Alemania de los kilómetros que la separaban de aquel fulgurante destino en la costa levantina. ¿Sabías todo eso? Así fue como Benidorm se convirtió en lo que es hoy en día.

Se habla mucho de su microclima y oye, que es cierto, que algo pasa allí que las temperaturas son más cálidas. Os lo dice la que se bañó en una piscina de un hotel en pleno mes de febrero. ¡Hasta pude tomar el sol! Las playas pueden estar masificadas en verano, pero el agua allí es cristalina y su buscas algo más recóndito, siempre puedes escaparte a la Cala del Tio Ximo o la Cala Almadrava.

Por si fuera poco, la ciudad ha apostado por la gastronomía como otro de sus reclamos turísticos. Por ello, desde 2010 se vienen realizando las jornadas 'Benidorm gastronómico', varias citas repartidas a lo largo del año que buscan poner de manifiesto la cocina de la zona. ¿Las próximas? Del 4 al 12 de mayo tendrán lugar las I Jornadas del Atún. Porque, ¿sabías que los capitanes de almadraba de Benidorm eran reconocidos en todo el mundo? Fue uno de los oficios en los que se especializaron muchos benidormenses hasta que cesaron las capturas en la zona. Y haciendo honor a ese pasado almadrabero, -que ya se mencionaba allá por 1803 en las crónicas de Christian August Fischer 'Cuadro de València- y con la ayuda del atún rojo Balfegó, han preparado unas jornadas en las que participan 15 restaurantes que elaborarán, tanto menús, como tapas para dar a conocer todo el potencial y versatilidad del túnido.

Y todavía hay más, porque Benidorm también tiene en un mar de pizzerías, hamburgueserías y demás restaurantes bluf, alguna que otra joya escondida. Uno de ellos es Casa Toni, que lejos de sumarse a la corriente de la cocina quinta gama, decidió que su restaurante iba a centrarse en el producto puramente Mediterráneo. Te puedes hinchar a gamba roja de Dénia, cigalas, clóchinas, quisquillas, calamar fresco, sepionet... Todo ello fresco del día y procedente de las mejores lonjas. Y lo mejor de todo es que Toni siempre anda por allí y será el que te ayude con tu comanda.

la ciudad ha apostado por la gastronomía como otro de sus reclamos turísticos

No conviene perderle la pista a la propuesta de Kiko Lázaro en Belvedere, como ya te contábamos aquí y que ya vimos en una ponencia de Alicante Gastronómica junto a José Manuel Biguer de Beat, hablando sobre el escenario 'Made in Costa Blanca'.

También conviene hacer una excursión a La Nucía, a escasos cinco minutos de Benidorm para conocer la cocina de Cristina Figueira al frente de El Xato, que además este año ha sido galardonada con su primera estrella Michelin. Figueira ha dado un giro a la propuesta tradicional del restaurante familiar, poniendo en práctica una cocina mediterránea contemporánea.

Dejando atrás la playa, si nos encaramamos a la montaña, tienes que saber que concretamente en Finestrat hay dos lugares que visitar. Uno es el restaurante Rice, situado en la urbanización Sierra Cortina, y no es otra cosa que el restaurante de arroces y cocina de mercado de nuestros queridísimos Kiko Moya y Alberto Redrado. Aquí el arroz en plancha o al cuadrado es el protagonista, pero no faltan en carta otras referencias mediterráneas, hits de L'Escaleta como el pepito de ternera y trufa o su mítica gamba roja, pescados y carnes para todos los gustos.


Y a pocos pasos del restaurante está otro de los imperdibles, el hotel Asia Gardens. ¿Alguna vez habías visto un paraíso asiático con vistas al Mediterráneo? Pues esta es la tuya. El hotel no tiene desperdicio y se ha concebido como un oasis de lujo y jardines tropicales infinitos -muchas especies las han traído directamente de todo el continente asiático- en la costa alicantina. Cuando entres no querrás irte. El plan es probar todas sus piscinas, desde la principal, enorme, hasta la que se encuentra presidida por unas piedras de estilo balinés con caras de Angkor Wat. Para después reservar algún tratamiento en su Thai Spa, ya sea un masaje tailandés, balinés o ayurvédico y terminar el día cenando en Koh Samui, su restaurante tailandés genuino.

¿Veis? Lo hemos pasado genial, hemos comido rico y hemos dormido como reyes. ¿A que Benidorm no está tan mal?

Comenta este artículo en
next