Bielsa abre la guerra contra el 'dianismo' tras al rechazo de sus alegaciones por la Comisión de Ética

VALÈNCIA. El lío interno en el PSPV-PSOE, lejos de mitigarse, progresa en su inflamación. El Comité de Ética y Garantías rechazó este viernes las alegaciones presentadas desde el sector del líder provincial, Carlos Fernández Bielsa, respecto a su intención de utilizar el comité provincial extraordinario convocado el próximo 26 de junio para proceder a las sustituciones en la ejecutiva del partido. Una maniobra que llega a raíz de las incompatibilidades surgidas en siete cargos de la dirección provincial que, el pasado mes de marzo, fueron también designados para formar parte de la cúpula autonómica del partido, algo que los estatutos rechazan.

El motivo de la disputa radica en que Bielsa quiere aprovechar esta circunstancia para provocar la salida del actual secretario de Organización de la provincia de Valencia, Vicent Mascarell, mano derecha de la líder del PSPV, Diana Morant, quien también lo nombró responsable de ese puesto en la ejecutiva nacional del partido. Así, desde el entorno de Bielsa consideran que este dirigente debe ser uno de los que abandone el cargo, con el deseo de situar en el puesto a alguien de la confianza del líder provincial. Una maniobra que tiene como objetivo tener un mayor control del partido de cara al futuro congreso, dado que Bielsa aspira a continuar en el cargo.

Una situación que, desde la dirección autonómica que encabeza Morant, no están dispuestos a permitir. Fuentes próximas a la líder señalan que este debate podría haberse abierto de otra manera e incluso llegar a un consenso sobre el relevo, pero recalcan que el malestar que han provocado los sucesivos pasos dados por Bielsa y los suyos han llevado a un escenario de tensión que ha complicado una solución acordada. En cambio, desde el entorno del líder provincial insisten en que nunca se han opuesto al consenso, pero recalcan la necesidad de reforzar la ejecutiva y proceder a subsanar el actual incumplimiento estatuario.

En cuanto a la resolución de la Comisión de Ética y Garantías, el rechazo a las alegaciones emitidas por el sector de Bielsa fue claro: en el momento en que se produjo la ejecutiva provincial del pasado martes, que tenía por objetivo la convocatoria del comité extraordinario, no existía ninguna dimisión acreditada, por lo que desautoriza que la cuestión pueda abordarse en el citado comité, dado que para que un asunto de estas características pueda ponerse sobre la mesa debe encontrarse concretado y detallado previamente. Es decir, si no hay dimisiones específicas y constatadas ni por tanto tampoco nombramientos a realizar, ese punto no puede incluirse en el orden del día.

Se da la circunstancia de que el acuerdo de la Comisión se apoya, precisamente, en el informe solicitado al secretario de Organización, Vicent Mascarell, que se sitúa en el centro del debate. Así, el dirigente ratifica en su informe que durante la ejecutiva se preguntó al propio secretario general, Fernández Bielsa, si existía alguna dimisión y respondió con una negativa. Es cierto que alguna dirigente implicada en la duplicidad, como la alcadesa de Benetússer, Eva Sanz, expresó su disposición a renunciar a su cargo, si bien admitió no haberlo hecho.

Por su parte, el enfado también crecía este viernes en el entorno de Bielsa tras la resolución de la comisión. "Era una decisión esperada que no sorprende por la mayoría de ese órgano es conocida. Han actuado como juez y parte", señalaron fuentes próximas al líder provincial a este diario, que cargaban además contra el papel de Mascarell en esta cuestión: "Es inaudito que la decisión se base en un informe del secretario de Organización, que es parte en el proceso, y cuando es muy evidente que sí se han producido vacantes ya que hay distintas personas integrantes que han mostrado su intención de dejar la ejecutiva provincial".

En esta línea, insistieron en la salida de Mascarell, calificando de "improcedente" e "inadecuado" que el secretario de Organización de la dirección autonómica también lo fuera de la provincial, "algo a todas luces incompatible según los estatutos". Sobre esto, las citadas fuentes concluyeron que, a su juicio, la "única intención es debilitar a Bielsa en la provincia". "Se ha montado un lío sin sentido cuando lo único que quiere la dirección provincial es reforzar la ejecutiva con personas que quieran trabajar para activar el partido, ganar elecciones y llevar a Diana Morant a la presidencia de la Generalitat", concluyeron desde el entorno del secretario provincial.

Una posición que, salvo que ambas partes levanten el pie del acelerador, puede concluir en un choque de trenes que dé lugar a una guerra abierta dentro de la formación socialista. La propia Morant, preguntada por esta cuestión ayer, trataba de restar importancia al conflicto: "Está todo bien. Son temas orgánicos absolutamente intrascendentes. Si son intrascendentes orgánicamente, imagínese lo intrascendentes que son para la ciudadanía", aseguraba. No obstante, fuentes del PSPV admiten que el malestar por esta cuestión ha alcanzado ya a la propia secretaria general. Mientras, desde la órbita de Bielsa, al menos hasta ayer, proseguían en su intención de celebrar el comité provincial extraordinario el próximo miércoles, en lo que apunta a ser un aquelarre orgánico.