VALÈNCIA. Dos joyas del terror español de los años 80 despiden el ciclo de películas Fantaterror!, organizado por la Fundación SGAE en Valencia. Así, este miércoles, día 7 de abril, se proyectará Mil gritos tiene la noche (1982), un éxito de taquilla internacional firmado por el cineasta valenciano Juan Piquer. El jueves 8 de abril se ofrecerá Angustia (1987), una exquisita rareza en la filmografía del barcelonés Bigas Luna rodada a la manera de las grandes producciones hollywoodenses.
Las sesiones, en la Sala SGAE Centre Cultural de Valencia (Blanquerías, 6), comenzarán a las 18 horas y la entrada es gratuita, si bien, atendiendo al protocolo contra la covid-19, es imprescindible confirmar asistencia. Javier Caro, coordinador del ciclo y redactor jefe de la revista digital La batidora cultural, se encargará de presentar los largometrajes.
Esta muestra de cine clásico de terror español es una iniciativa de la Fundación SGAE, desarrollada a través de su Consejo Territorial de la Comunidad Valenciana, que celebra los grandes nombres y mitos del Fantaterror, género que alcanzó especial notoriedad en las décadas de los 60 y 70 del siglo XX tanto en nuestro país como en el circuito internacional. El documental ¡Zarpazos! Un viaje por el spanish horror, de Víctor Matellano, abrió el pasado 23 de marzo el ciclo. El programa incluyó también los siguientes títulos: La marca del hombre lobo, de Enrique Eguiluz; Pánico en el Transiberiano, de Eugenio Martín; y No profanar el sueño de los muertos, de Jorge Grau.
Escrita por Dick Randall y Joe D’Amato, y dirigida por el valenciano Juan Piquer Simón, Mil gritos tiene la noche es considerada la primera película española encuadrada en el subgénero de terror slasher; es decir, aquel cine caracterizado por un exceso de falsa hemoglobina, violencia explícita desmesurada y, en primer plano, la figura de un despiadado asesino en serie guiado por cierto deseo de venganza. En la órbita de grandes éxitos comerciales como Halloween, de John Carpenter, o Viernes 13, de Sean S. Cunningham, Mil gritos tiene la noche gira en torno a un psicópata que provoca un reguero de muertes en una universidad estadounidense. Una mujer policía, camuflada como profesora de tenis, será la encargada de investigar los crímenes.
La pareja de actores norteamericanos Christopher George y Lynda Day George encabezaron el reparto de la película. Estrenada en el verano de 1982, Mil gritos tiene la noche fue vista en España por más de 325 mil espectadores y recaudó más de 62 millones de pesetas (en euros, 372.666). Cifras que, sin embargo, se quedan cortas en comparación con los más de 720 mil dólares de la época (alrededor de 614 mil euros en la actualidad) que obtuvo tras su estreno, en septiembre de 1983, en casi un centenar de salas de cine neoyorquinas. Con el tiempo, la película se ha convertido en un título de culto y es frecuente su programación en certámenes y muestras especializadas en cine de terror de todo el mundo.
Tras Tatuaje y Bilbao, entre otros títulos, el director y guionista Bigas Luna estrenó en 1987 la película Angustia, una absoluta rareza en su filmografía que rodó en inglés, protagonizada por las actrices Zelda Rubinstein (la médium del largometraje Poltergeist de Tobe Hooper) y Talia Paul, y el también norteamericano Michael Lerner, y con un abultado presupuesto de alrededor de 2 millones de dólares. La cinta fue galardonada con el Golden Raven al Mejor Director del Festival Internacional de Cine Fantástico de Bruselas (BIFFF), el Sant Jordi de Cinematografía a la Mejor Película Española y el Goya a los Mejores Efectos Especiales.
Fue, como se apuntó en la revista Fotogramas, un “sugerente ejercicio de estilo de cuya complejidad formal y significativa se desprende tanta inteligencia como sentido de lo inquietante”. Luna quiso rodar Angustia en Los Angeles, pero no lo logró, así que, tras recabar el apoyo del productor Pepón Coromina, intentó hacer en España lo que le hubiera gustado hacer en Hollywood y, sobre todo, que la película pareciera haber sido hecha en Hollywood. Así pues, como contó el director, escritor e historiador Luis E. Parés en el programa Historia de nuestro cine de RTVE, Angustia “está rodada no como Bigas Luna rodaría una película de terror, sino como una película de terror norteamericana de aquella época”.
La cinta gira en torno a un oftalmólogo que colecciona ojos humanos. A partir de ahí, la ficción se confunde con la realidad para, según Luis E. Parés, “situar al espectador en una situación muy incómoda, vulnerable”. Bigas Luna, por su parte, lo explicó del siguiente modo: “Es imposible ver Angustia en el cine sin sentir la necesidad de girarte para ver a quién tienes sentado detrás”.