VALÈNCIA (EFE/Concha Tejerina). Hacer más atractivas las condiciones laborales de la especialidad de Pediatría, especialmente en Atención Primaria donde es difícil el relevo generacional, es uno de los objetivos marcados por el nuevo presidente de la Asociación Española de Pediatría (AEP), Luis Carlos Blesa.
También propone, para los próximos cuatro años, impulsar la formación continuada, que los pediatras puedan dedicar tiempo a la investigación y la defensa y reconocimiento de las áreas de capacitación específica (ACE) de las diferentes especialidades pediátricas.
Así lo asegurado en una entrevista con EFE Blesa, el primer pediatra de Atención Primaria que preside la entidad nacional en sus ochenta años de historia, a la que llega con la experiencia de haber presidido, también durante cuatro años, la Sociedad Valenciana de Pediatría (SVP).
Blesa, que ejerce en el Centro de Salud Serrería II de Valencia, destaca que España es uno de los pocos países europeos en el que los profesionales formados en el cuidado del niño y el adolescentes trabajan tanto en los hospitales como en Atención Primaria.
"Uno de cada tres puestos de pediatría están ocupados por compañeros que no son especialistas en este área pero, si no fuera por ellos, estos puestos estarían vacantes o desiertos. Hay que revertir la situación y hacer las plazas lo suficientemente atractivas, con una estabilidad y un futuro profesional".
La Atención Primaria se impulsó en la década de los 80 en España pero las necesidades actuales no son las de entonces y el primer escalón de la sanidad ha tenido en las últimas dos décadas "una pérdida de inversión y de falta de dotación de recursos humanos, económicos y tecnológicos".
Además, la pandemia ha puesto "al descubierto" que había "muchos fallos en el sistema por la poca dotación", señala Blesa, que afirma que los profesionales "llevamos muchos años diciendo que la Atención Primaria no se cuida y tiene un futuro muy negro".
Por ello, una de sus prioridades será impulsar la pediatría en la Atención Primaria porque los profesionales, afirma, están "cansados, agotados. Han realizado un esfuerzo mantenido, dedicados casi exclusivamente a la labor asistencial hasta límites insospechados, de ver pacientes uno detrás de otro y con agendas infinitas".
También destaca la necesidad de la formación continuada y la docencia en los pediatras, para estar al día en los avances y conocimientos en su campo de la sanidad, y que puedan tener tiempo para la investigación.
Según advierte, no se observa un relevo generacional para los pediatras que ya tienen edad para jubilarse, un problema que es más acusado en Atención Primaria, donde para esta especialidad "salen pocos profesionales".
"Los pediatras que salen ahora se sienten tentados hacia puestos laborales más atractivos. Muchas veces se quedan en el hospital, donde pueden hacer una especialización, se van a sistemas sanitarios privados o salen a trabajar a otros países", indica.
El problema, afirma, es que los puestos y plazas de pediatría en Atención Primaria se han quedado muy poco atractivas", y pone como ejemplo que en las oposiciones para puestos de Primaria en la Comunidad de Madrid no se llegó al 10 % de la plazas ofertadas.
Desde la AEP, que cuenta con más de 12.000 socios, también se quiere impulsar la defensa y reconocimiento de las tareas de capacitación específica de las cerca de una veintena de especialidades pediátricas.
Blesa señala que la incidencia de la pandemia en los tramos de edad pediátrica han sido menor que en los de mayor edad, tanto en gravedad como en cantidad, porque el niño y el adolescente no se infectan con la misma facilidad y, si lo hacen, es con un cuadro más asintomático y con patología de menor gravedad.
Pero, advierte, si que ha tenido consecuencias desde el punto de vista psicológico-psiquiátrico, porque no han podido socializar y también se han producido unos peores hábitos de alimentación y una disminución de la actividad física, lo que ha agudizado el exceso de peso entre las población pediátrica.
Afirma que en Primaria medidas como la atención telefónica "han venido para quedarse", especialmente para las gestiones burocráticas, aunque debe ser vigente la asistencia presencial porque "tienes que hablar valorar, explorar, ver o tocar al paciente".
Respecto a la vacunación frente a la covid considera que los grupos de más edad y más vulnerables deben ser la prioridad y cuando estos ya hayan recibido la vacuna "será el momento de hacer los ensayos, estudios y las predicciones de lo que haremos" con los niños y jóvenes.
"Tenemos que valorar que los adolescentes, y sobre todo los niños, se infectan poco, con poca gravedad y no parecen tener un papel muy activo en la transmisión de la enfermedad", indica Blesa, para quien "no solo es vacunarlos por vacunarlos sino ver qué beneficio tiene en ellos mismo y, luego, en el resto de la sociedad".
También señala que estamos en un mundo global en el que debemos tener cierta perspectiva ética y social y "habrá que valorar si es más importante vacunar antes a nuestros niños y adolescentes en un contexto en el que no haya suficientes vacunas para todo el mundo".